Estudiar los Yoga Sūtras desde su propia tradición/ 1ª parte

2015-04-22

Un curso que empieza en Madrid el 8 de mayo: la transmisión completa del texto original de Patañjali con su sabiduría, práctica y experiencia tradicional que conduce al reconocimiento absoluto de uno mismo.

loto

Los Yoga Sūtras (YS) de Patañjali son una de las grandes escrituras que India ha dado a la sabiduría y la espiritualidad humanas, junto con Bhagavad Guītā, Upaniṣads y Vedas. Escritos hace 2.000 años, YS son cerca de doscientos sūtras ´aforismos´ eminentemente prácticos que, junto con su comentario ´bhāṣya´ indisociable de Vyāsa y el de otros grandes yoguis como Swāmī Hariharānanda, y escuchados con devoción directamente de un maestro tradicional, cobran luz y poder para iniciar al practicante sincero en niveles de consciencia más elevados hasta alcanzar lo más sublime y definitivo: el reconocimiento pleno de uno mismo.

Ahora tenemos en España la oportunidad de estudiar de este modo el original de esta gran obra de sabiduría universal con David Rodrigo (Āchārya Jijñāsu) a partir del 8 de mayo en Yoga Shala Alcobendas, Madrid y a distancia. Éste estudió y practicó los YS y otras grandes escrituras y prácticas de las escuelas clásicas de filosofía y espiritualidad en India (astika darśana) directamente de los maestros tradicionales Dravidāchārya Rāmakṛiṣṇan Swāmījī (tradición Advaita Vedānta de Śaṅkarāchārya) y Swāmī Veda Bhāratī (tradición de los yoguis del Himalaya) durante seis años en Rishikesh, India.

 El objetivo de los YS es la plenitud, la liberación inmediata del ser humano. Eso es posible porque la verdadera naturaleza de todo ser vivo es la plenitud absoluta. No se trata por tanto de lograr nada ni de convertirse en algo diferente, sino simplemente de auto-reconocerse plenamente, claramente.

Chitta-vṛitti

Si ahora no reconocemos nuestra propia plenitud, por lo que nos sentimos limitados, incompletos, condicionados, sujetos a cambio, degeneración y finalmente muerte es sencillamente porque nos identificamos con las operaciones y modificaciones de nuestra mente ´chitta-vṛitti´: Mi existencia depende de la existencia de mi mente y sus cambios. (YS I.4). Esta autoidentificación es el error primordial, la ignorancia ´avidyā´, cuya consecuencia es el sufrimiento, la muerte, el mal, estar perdidos y no saber ni quién somos.

Ignorancia ´avidyā´ es creer que lo que no es, es; que la fuente de sufrimiento es la fuente de la felicidad; que lo impuro puede ser puro; que lo efímero puede ser permanente (II.5). Fruto de esa ignorancia ´avidyā´, yo creo ser lo que no soy (II.6), por lo que siento deseo insaciable, frustración, confusión y miedo.

Puruṣa

Yo no soy en verdad mi mente en constante cambio y acción (chitta-vṛitti), sino mi consciencia inalterable que observa las modificaciones de aquella. Los colores de mi mente (pensamientos, experiencias, emociones) cambian constantemente, pero siempre hay una consciencia permanente en mí que los observa (puruṣa). Por tanto, mi mente no es consciente de sí misma, por sí misma, sino que es observada. Mi consciencia (puruṣa) es quien la observa. Mi mente cambia, mi consciencia es permanente. La verdad es lo que existe siempre y en la misma forma. Por tanto, yo soy en verdad mi consciencia y no mi mente. Ignorancia ´avidyā´ es identificar ambos como uno y lo mismo (IV.14, 17-20).

La identificación del propio ser (puruṣa) con la mente ´chitta´ se da porque ésta 1. recibe la consciencia de aquel, y 2. ilumina (conoce, experimenta) la infinita multiplicidad de los objetos del mundo y esto nos da experiencias ´bhoga´ de atracción, placer, dolor, odio, miedo, que atraen nuestra atención atrapándonos. Nos identificamos tanto con esas experiencias que nos olvidamos hasta de nosotros mismos. La paradoja de este drama es que lo que buscamos fuera, el amado por todos, la felicidad libre, permanente, es uno mismo (puruṣa).

Liberación

El problema existencial es la identificación con la mente. Por tanto, hay que trabajar con ella para solucionar el problema entendiéndolo correctamente, sabiendo qué hacer y efectivamente haciéndolo hasta el final, hasta resolver definitivamente el problema existencial.

Cesando las operaciones y transformaciones de la mente ´chitta-vṛitti´ y absorbiendo el poder de la consciencia de la mente ´chiti-śakti´ en la consciencia misma (puruṣa), uno diferencia mente y consciencia (viveka-khyāti) y se identifica con su verdadera naturaleza (puruṣa, consciencia pura) (I.2-3). La experiencia de uno mismo es paz y felicidad absolutas, ilimitadas, inmutables. Esta realización de uno mismo es la liberación (kaivalya).

La multiplicidad del universo pasado, presente y futuro que conocemos mediante nuestra mente y sentidos ha cumplido su función, deja por ello de exhibirse ante nuestra visión interna, aunque no desaparece (II.22-23), y vemos sólo la Luz misma, la Vida desnuda de las máscaras de las personalidades: Consciencia una ´kevala´, pura ´ śuddha´, libre ´mukta´ (Vyāsa I.51).

La finalidad de la multiplicidad de lo que percibimos es que la experimentemos ´bhoga´ hasta que distingamos realmente consciencia permanente y materia mutable (puruṣa y pradhāna) y con ello nos liberemos ´apavarga´ aquí y ahora de toda limitación, incluida la muerte.

El Yoga real

¿Qué tenemos que hacer para cesar las operaciones y transformaciones de la mente ´chitta-vṛitti´ y absorber el poder de la consciencia en la consciencia misma, es decir, para practicar el Yoga real?

Primero hay que entender qué son los chitta-vṛitti que tenemos que detener porque 1. ahora eso es lo que experimentamos hasta el punto de que creemos ser eso (I.4), por tanto, es el punto de partido, y 2. hay algunos chitta-vṛitti que nos conducen a la liberación (I.5), que es el autoreconocimiento real (III.54). Para ello, hay que estudiar tradicionalmente (I.1) las escrituras liberadoras ´mokṣa-śāstra´, como lo YS. Tradicionalmente significa recibir esa enseñanza directamente de alguien que a su vez la recibió asimismo de otro maestro en una antigua tradición ´parampara´ y la practicó hasta experimentarla por sí mismo. “Mediante la práctica del estudio tradicional de las escrituras liberadoras ´āgama´, su reflexión hasta lograr claridad ´anumāna´ y la meditación ´dhyāna´ en dicha claridad hasta establecerse en ella se logra el Yoga superior ´uttama-yoga´.” (Vyāsa, I.48)

Entonces, la práctica consiste en abhyāsa ´concentración´ y vairāgya ´desinterés´ y tiene que llevarse a cabo sabiamente en todas las dimensiones de nuestra experiencia: en los objetos externos y materiales (vitarka), en los instrumentos sutiles de percepción (vichāra), en la experiencia de felicidad y placer ´ānanda´ y en la idea de yo ´asmitā´.

La práctica da resultados firmes cuando se practica durante largo tiempo, de forma ininterrumpida y con amor y entrega total. Así se logra el primer nivel de samādhi o realización de la consciencia pura: samprajñāta samādhi. (I.12-17)

Samādhis

Otras impresiones mentales contrarias (vyutthāna saṁskāras) te sacan una y otra vez de ese samprajñāta samādhi. Negándolas con su contrario, acumulando samādhi saṁskāras, te asientas en samprajñāta samādhi. (IV. 27-28)

Practicando parā-vairāgya ´desinterés superior´ también en los excepcionales resultados de felicidad, sabiduría y poder que se logran en samprajñāta samādhi y practicando por tanto la cesación de toda percepción ´virāma pratyaya´ o dejarte llevar sin más, entregarte sin miedo ni expectativas, entras en el samādhi definitivo, sin retorno a la ignorancia ´avidyā´ y su expansión (limitación, deseo, dolor, etc.) (a-samprajñāta samādhi).

Para poder llevar a cabo esta práctica de abhyāsa ´concentración´ y vairāgya ´desinterés´ necesitas:

  • Confianza ´śraddhā´ en la enseñanza, en el maestro/a y en ti mismo/a;
  • Fortaleza interior ´viryā´ y
  • Atención ´smṛiti´ en la práctica ´sādhana´.

Todo ello se va alimentando con la propia práctica, aún siendo lenta y dubitativa en un principio, y finalmente, a su debido tiempo, te conduce a samādhi. Primero, mediante la disolución de las modificaciones y operaciones de tu mente (chitta-vṛitti-nirodha) que te conducen a la dispersión externa o vyutthāna saṁskāras. Después, mediante la absorción en la consciencia pura (puruṣa) o samādhi saṁskāras.

La mente se despoja de su propia naturaleza fluctuante y dispersa y, como un cristal, asume la naturaleza del objeto en el que medita, de su gran amado (puruṣa). Esto es samprajñāta samādhi o sa-bīja samādhi, donde todavía existe la semilla ´bīja´ de la imperfección, del dolor y el error. Estabilizándote en samprajñāta samādhi sientes la pureza, la claridad, la belleza y la bendición de tu ser interior ´adhyātma prasāda´.

Estas impresiones mentales ´saṁskāras´ de samādhi te llevan a ṛitambharā prajñā, el conocimiento directo, intuitivo lleno de Verdad, preñado del uno mismo absoluto (puruṣa). Cuando incluso esos saṁskāras de samādhi se disuelven por tu parā-vairāgya ´desapego final´ (dharma-megha-samādhi), todo cesa, aún sin desaparecer, y sólo brilla lo que es. Esto es el samādhi definitivo sin vuelta a la ignorancia o nir-bīja samādhi. (I.18-21; 41, 46-48, 50-51)

“Entonces, puruṣa (tu consciencia, tu ser) se estabiliza en sí misma: sola Una ´kevala´, pura ´śuddha´ (sin cambio) y libre ´mukta´.” (Vyāsa I.51)

Si la intensidad de tu práctica correcta es muy elevada, samprajñāta samādhi está muy cerca para ti. (I.22)

Īśhvara-praṇidhāna

Equivalente a la práctica de abhyāsa ´concentración´ y vairāgya ´desinterés´ en lo material, en los sentidos, en las experiencias de placer y en la propia idea de uno mismo (vitarka, etc.) es īśhvara-praṇidhāna: practicar constantemente la presencia de la divinidad y entregar todos tus actos, emociones y pensamientos a la forma de Dios que más te guste ´iṣṭa-devatā´, incluyendo por ejemplo el Sol y otros fenómenos de la naturaleza.

Īśhvara ´Dios´ es un ser especial porque nunca ha estado limitado por la ignorancia ´avidyā´, lo conoce todo ‘sarva-jñā’ y lo puede todo. Recordándole siempre entras en samādhi, donde te fundes en la divinidad y la divinidad en ti, más allá, en el Uno sin diferenciación ni cambio, Solo, absoluto. El nombre de Dios es la sílaba OM. Dios es en verdad el primer y único Guru. (I.23-28)

 (Entrega de la 2ª y última parte parte de este artículo, la próxima semana)

Más información sobre el Curso y contacto:

http://www.ashtanga-yoga-alcobendas.es

annayogashala@gmail.com