Vida y enseñanzas de T. Krishnamacharya

2013-01-17

Krishnamacharya marcaría un antes y un después en la enseñanza del Yoga al aceptar a una mujer, y además extranjera, como discípula. Fue además maestro de los grandes maestros: B.K.S Iyengar, Pattabhis Jois, Indra Devi y Desikachar. Escribe Juan Carlos Ramchandani.

krishnamacharya

El Yoga tiene unos 6.000 años de antigüedad. Nace en la cultura védica de la India como método holístico de equilibrar cuerpo, mente y alma. En Occidente el Yoga no llegó a conocerse hasta principios del siglo XX,  y no sería hasta los años 60 cuando finalmente comenzó a alcanzar popularidad. Afortunadamente hoy en día la palabra Yoga (unión) forma parte de nuestro vocabulario y es practicado por millones de personas en todo el mundo.

En la antigüedad el Yoga era una disciplina practicada por ascetas y vetada a las mujeres. Su profundo cambio y apertura hacia todos sin distinción de sexo, raza y credo se debe en gran parte a uno de los más grandes maestros de Yoga de la historia: Tirumalai Krishnamacharya. A través de estas líneas quiero hacer un humilde homenaje a la persona que revivió  la práctica del Yoga y la elevó a ser reconocida como terapia física, emocional y espiritual.

Krishnamacharya, el yogui

El 18 de noviembre de 1888, cerca de Mysore, en la India, nació Krishnamacharya, hijo de un gran erudito de la época,  Srinivasa, y su esposa Ranganayaki. Krishnamacharya fue educado por su padre en el sistema tradicional de gurukula, en el cual el discípulo vivía junto al maestro. Con 10 años de edad Krishnamacharya perdió a su padre y  fue enviado a Mysore para aprender sánscrito y filosofía vaishnava. A la edad de 16 años  viajó a la ciudad santa de Varanasi (Benares), donde completo sus estudios de Vedanta y se graduó como profesor de sánscrito.

En 1915 se propone viajar al Tíbet cruzando la India y Nepal a través de los Himalayas, En Simla conoce al virrey de la India. Lord Chelmsford padece una grave diabetes y le han recomendado que practique Yoga. Así que le pregunta a Krishnamacharya en tono desafiante: «¿Cuánto sabes de Yoga?».  Y él responde: “Quizás no sé todo lo que la India necesita, pero sí lo suficiente para enseñar a un extranjero”.

Convencido con la respuesta del joven Krishnamacharya, el virrey comienza a practicar Yoga y en seis meses recupera los niveles normales de diabetes. Como gesto de agradecimiento le facilita el viaje hacia el Tíbet haciéndose cargo de todos los gastos y asignándole dos personas para que le ayudaran durante el arduo periplo. Después de 22 días, Krishnamacharya llegó a Manasarovar en el Tíbet donde encontró a su maestro Rama Mohan Brahmachari.

Krishnamacharya pasó siete años y medio en el Tíbet, donde aprendió de su maestro diferentes técnicas de asanas, pranayama y Ayurveda, y memorizó textos yóguicos como los Yoga-sutras. Después de estar todos estos años viviendo con su maestro, finalmente éste le dijo: “Estoy muy contento con tu progreso, ahora regresa a la sociedad y difunde el mensaje del Yoga”.

En 1922 regresó a la India trayendo consigo un par de sandalias de madera, regalo de su maestro, y un libro con dibujos de asanas.

Pronto la fama de Krishnamacharya como maestro de yoga se extendió por la India y fue llamado para enseñar a diferentes príncipes y maharajás de la época.

En 1925 el maharajá de Mysore le contrató para que dirigiera la yoga-shala (escuela de yoga) de su palacio. Allí comenzó a enseñar a niños y niñas por separado, adultos y clases especiales para aquellos con determinadas enfermedades. Dos de esos niños, hoy en día son por méritos propios grandes maestros: B.K.S. Iyengar y Pattabhi Jois.

Desde Mysore, Krishnamacharya comenzó a viajar por toda la India dando clases de Yoga acompañado por alguno de sus discípulos. Sus conferencias y demostraciones llamaron la atención de científicos y médicos occidentales.

El 23 de enero de 1936, ante el Dr. Brosse, llegado de París, y el profesor Wenger de California, Krishnamacharya mediante técnicas yóguicas consiguió parar el pulso de su corazón durante dos minutos ante el asombro de los allí presentes.

En 1937 Krishnamacharya marcaría un antes y un después en la enseñanza del yoga al aceptar a una mujer, y además extranjera, como alumna en la escuela de Yoga. Antes sólo había enseñado a su esposa y a sus dos hijas, pero ahora se enfrentaba al reto de una mujer que no era familia y venía de Occidente. Esta mujer era de origen ruso y más tarde seria conocida como Indra Devi, quien difundiría  el Yoga en los Estados Unidos, México y Argentina.

En 1950, después de 25 años de enseñanza en Mysore, el gobierno de la recién independiente India cerró la escuela de Yoga. Krishnamacharya tenía casi 62 años y era padre de cinco hijos. Se trasladó a Madras, donde comenzó a dar clases particulares de en su propia casa y a entrenar a sus hijos en la disciplina yóguica.

Krishnamacharya empezó a recibir más estudiantes en su casa provenientes de toda la India y también  de Occidente. Publicó varios libros y siguió con la enseñanza de Yoga hasta 1984. A la edad de 96 años se retiró de la vida activa y se dedicó más a la meditación y el estudio de las escrituras sagradas. En 1988 Krishnamacharya cumplió cien años y se realizó una gran celebración, a la cual asistieron discípulos y estudiantes de Yoga de todo el mundo.

El 28 de febrero de 1989, con casi 101 años, Krishnamacharya falleció, abandonando físicamente este mundo material pero dejando detrás de sí un gran legado que  perdurara por muchas generaciones de practicantes de Yoga.

Su legado

Además de sus escritos y enseñanzas directas de cómo enseñar Yoga, Krishnamacharya fue el maestro de cuatro de los más renombrados maestros de Yoga del siglo XX: B.K.S Iyengar, Pattabhis Jois, Indra Devi (que superó en edad a su maestro, al fallecer con 102 años) y su propio hijo, Desikachar. Cada uno ha desarrollado un estilo de propio, pero todos están basados en las enseñanzas de Krishnamacharya. Aunque personalmente nunca salió de la India, sus enseñanzas han viajado por todo el mundo.

 Quién es

Juan Carlos Ramchandani (Krishna Kripa) es sacerdote hindú (purohit), yoga-acharya (maestro de yoga), autor de diez libros y numerosos artículos sobre yoga y filosofía hindú.

http://jcramchandani.blogspot.com.es