Un mito a examen: Yoga para todos

2016-09-26

Hace unos meses me contactaron desde XL Promodoro, marca de ropa deportiva para gente con sobrepeso, solicitando una entrevista. Querían desmantelar el tópico de practicante de yoga mujer, joven, esbelta y flexible, y contar con una opinión que lo democratizara. Escribe Carmen Yagüe.

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Es cierto que la enorme popularización del yoga en estos años y su difusión en Occidente han contribuido a esta imagen de cierta exclusividad y elitismo. Sin embargo, el yoga no está solo dirigido a aquellos con un cuerpo esbelto y fuerte. Ni siquiera ese es su fin último. Estos, aun siendo aspectos valiosos, no son más que efectos secundarios, escalones en la pirámide de evolución que plantea el yoga.

Echemos un vistazo al mito. El yoga en la antigua India solía estar reservado a los Brahmin, casta considerada protectora del conocimiento sagrado y alejada de las obligaciones de la vida mundana en favor del estudio y el crecimiento espiritual. Los cabezas de familia y las mujeres era completamente ajenos a este mundo.

Si bien el yoga se difundió a otros estratos sociales, el acceso de las mujeres no fue inmediato. En la tradición del ashtanga, Indra Devi fue la primera mujer a la que el gran maestro Krishnamacharya, padre del yoga moderno, accedió a acoger como pupila después de someterla a un riguroso y peculiar proceso de selección.

Nuestra idea de practicante de yoga tipo comienza a matizarse.

Otro discípulo de Krishnamacharya, Sri K. Pattabhi Jois, al que debemos la enorme popularización del ashtanga yoga, era conocido por trabajar con todo tipo de cuerpos, desde los primeros occidentales que en los sesenta llegaban a la ciudad de Mysore sedientos de un estilo de yoga puro y sin otra tarea más que hacer yoga, hasta los vecinos del barrio donde se encontraba la sala de yoga, cargados de obligaciones familiares y laborales.

Pattabhi Jois también trabajaba con enfermos y usaba el yoga como terapia. De hecho la Primera Serie de ashtanga es conocida como yoga chikitsa, que significa terapia de yoga. Esta tiene por objetivo principal limpiar el tracto digestivo de toxinas, zona donde según la medicina india todas las enfermedades tienen su origen, y restaurar la movilidad natural del cuerpo, para así liberar al individuo de dolencias.

David Swenson, uno de los primeros estudiantes occidentales de Pattabhi Jois, cuenta cómo un día le vio trabajar con un chico tetrapléjico. Pattabhi colocaba el cuerpo del chico en distintas posturas, ya que le era imposible moverse, y le pedía que respirase. En estas líneas, Pattabhi solía decir: “El ashtanga yoga es para todos. El joven y el viejo, el sano y el enfermo, el fuerte y el débil. Todos pueden hacer ashtanga. Todos menos el vago».

El fin último del yoga es la liberación humana a través del amor, la honestidad, la fe y la voluntad de trabajo. De hecho, según los Yogasutras, uno de los tratados de yoga de referencia, la disciplina, la disposición al estudio y la devoción definen la práctica de yoga. Que el estudiante pueda hacer el pino o el puente agarrándose los tobillos es un bonito añadido, pero irrelevante a fin de cuentas.

Las posturas de yoga son sólo un primer paso, un punto de partida para purificar y fortalecer cuerpo, mente y sistema nervioso. Desarrollamos calma, concentración, estabilidad y nuestra salud no supone un problema, de tal forma que podemos concentrarnos en perseguir objetivos más elevados, como la expansión y plena expresión de nosotros mismos.

No te dejes intimidar por el yoga. No pienses que por tener una edad, sexo, peso o condición física determinada esta disciplina no es para ti. Si tu salud y tu evolución como persona te importan y estás dispuesta/o a invertir tiempo y esfuerzo en las mismas, el yoga te recibirá con los brazos abiertos, seas o no capaz de tocarte los dedos de los pies.

Carmen Yagüe es profesora de ashtanga yoga según la tradición de Mysore (India). Tras años de formación y enseñanza en Londres, viajes regulares a Mysore (KPJAYI) y estudios intensivos con algunos de los mejores profesores del mundo, como Tim Miller (California), Adam Keen y Hamish Hendry (Londres), Kino McGregor (Miami) y Sharath Jois (India), vuelve a Madrid para compartir sus enseñanzas.

–Próximo curso de Iniciación al Ashtanga en City Yoga:

Primera sesión de prueba 30 de septiembre. 5 semanas comenzando el 7 de octubre. Para aquellas personas que desean iniciarse en la práctica de ashtanga como para las que, aún teniendo una práctica establecida, quieren homogeneizarla con el formato guiado tradicional.

Más información: http://www.city-yoga.com/servicios/yoga/ashtanga-yoga