El Yoga y la liberación de la mente

2016-07-05

Pueden darse algunas situaciones en las que nos parece que no seremos capaces de pensar en una salida hacia algo positivo. ¿Alguna vez has estado en esa situación? ¿Cómo te has ocupado de ella? Pratipaksha Bhavana puede ser la solución. Escribe Maheshwari (Mayte Aguado).

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“No creo que nada puede extinguir este fuego de la pena que rabia dentro de mí, incluso si tuviera que convertirme en el gobernante próspero y sin igual de la tierra incluso en los cielos” (Bhagavad Guita, cap. 2.8).

Apaciguar el alma es estar en paz, y para ello la gran herramienta es la práctica de Pratipaksha Bhavana, que es trabajar el pensamiento positivo.

Comencemos hablando de yoga y salud, dos conceptos que van unidos gracias a la constancia en trabajar siguiendo sus cinco pilares o sus cinco etapas, (Asanas, Pranayama, Savasana, Dieta adecuada, Vedanta y Dhyana). ¿Y por qué es importante seguirlas? Sencillo: porque todos ansiamos alcanzar un buen estado de salud mental que nos permita mantener una mente libre de la tristeza, del desánimo, de las preocupaciones y tensiones, situaciones que ahondan aún más en los pensamientos negativos derivando en ira, odio, codicia u orgullo.

En el Katha Upanishad se dice: “Conoce al ser individual (ātman) como el dueño del carro y al cuerpo ciertamente como el carro. Los sentidos son los caballos, y los objetos de los sentidos son los caminos”. Pues, mis queridos amigos, tan sólo de nuestra propia mente dependerá controlar los sentidos, y debemos decidir si les damos rienda suelta o los frenamos.

Como adelantaba al principio, en el yoga hay un método útil para tener un pensamiento saludable: Pratipaksha Bhavana. Es una práctica yóguica indicada en los Yoga Sutras, mediante la cual los yoguis abandonan cualquier forma negativa de pensamiento a través de la disciplina de «cultivar lo contrario”, es decir, educar a la mente para cambiar por completo su conciencia de un objeto negativo a otro más positivo.

Según los Sutras, los pensamientos negativos se describen como algo contra los Yamas o Niyamas, es decir, las prohibiciones o abstenciones y la base moral y ética del Yoga. Yamas y Niyamas son dos de las ocho sendas del yoga que sirven para la pacificación de la mente, el desapasionamiento y la ruptura del encadenamiento a la rueda del samsara (encarnación y muerte). Para los yoguis, practicar Pratipaksha Bhavana es el ejercicio práctico fundamental para llegar al final de las ocho etapas del yoga: Samadhi, el estado de la superconciencia.

Cualquiera puede practicar Pratipaksha Bhavana para entrenar la mente en el pensamiento positivo y con ello reducir el sufrimiento. Esta práctica puede ser muy beneficiosa cuando se aplica en nuestra rutina diaria, ya que uno se convierte en testigo de sus pensamientos cuando son negativos, violentos y crueles, para así poder cambiarlos inmediatamente en pensamientos positivos que nos llenarán de paz, bondad y humildad.

No hace falta ser un yogui para «cultivar lo opuesto», tan solo hay que cambiar el “no” por el “si”, hay que dejar de alimentar el ego que esclaviza a la mente, para conseguir manejar el estrés y soltar tensiones, para aportarnos energía, claridad y capacidad de concentración y además equilibrar la energía electromagnética que nos rodea.

Os propongo un ejercicio:

Siéntate en el suelo en postura fácil del loto, con la espalda recta. También puedes hacerlo sentado en una silla.

  • Levanta los brazos y abre bien los dedos de las manos, para luego recogerlos de forma que las yemas toquen la base de los dedos y los pulgares queden estirados, con los codos también estirados y sin subir los hombros.
  • Luego aplica un ligero mulabhanda (contracción del ano, genitales y punto del ombligo) y jalandarabhanda (cerradura de cuello), concentra tu mirada en el punto del entrecejo (el ajna, sexto chakra), proyecta hacia arriba la energía subiendo por tu columna, facilitando que la energía fluya, sin bloquear la pelvis.
  • Cuando estés en la postura comienza con la respiración de fuego o  Kapalabhati. Empieza lento, pues el despertar también es lento, recuerda que con esta respiración no se ha de sacudir el cuerpo, manteniendo la postura alineada, moviendo sólo el punto del ombligo.
  • Para terminar, inhala, junta los pulgares por encima de la cabeza, aplica mulabhanda y retén la respiración, luego exhala. Repite dos veces más y relájate completamente. (No hacerlo si estás embarazada).

Con ello fortalecerás el sistema nervioso, relajando las tensiones en el área del corazón, ayudándote a manejar el estrés, favoreciendo a tu mente para que se centre y se relaje.

“Cuando encuentras la paz dentro de ti mismo, te conviertes en el tipo de persona que puede vivir en paz con otros.” (Peace Pilgrim)

Maheshwari (Mayte Aguado). Profesora de Yoga certificada por la Escuela Sivananda en Rudraprayag (India). Discípula de Fernando Díez. Colaboradora de la Fundación Vicente Ferrer y profesora del yoga del Gimnasio Aylu de Guadalajara.