Entrevista con Leslie Kaminoff: «Si la respiración no está en el centro de la práctica de yoga, es gimnasia»

2015-11-09

Leslie Kaminoff prefiere considerarse un educador de yoga, inspirado en la tradición de T. K. V. Desikachar. Especialista reconocido internacionalmente con 36 años de experiencia en los campos de yoga, respiración y anatomía, dirige talleres en todo el mundo. Es una entrevista Yoga en Red.

Leslie Kaminoff

Su célebre libro Anatomía del  Yoga (en coautoría con Amy Matthews) agotó su primera tirada de 19.000 ejemplares el mismo mes de su lanzamiento en junio de 2007, y ha sido un libro de yoga más vendido en Amazon desde entonces.

Leslie Kaminoff es el fundador de The Breathing Project, una entidad educativa sin afán de lucro dedicada a la enseñanza del yoga centrada en la respiración. Sus cursos también están disponibles online en yogaanatomy.net. Actualmente hay 200 estudiantes de 27 países que participan en esta creciente comunidad online.

La entrevista

En septiembre, Leslie estuvo en Madrid para impartir un taller en Dhara Yoga. Sus responsables, Blanca San Román  y Pablo Alonso, nos facilitaron que pudiéramos hacer esta entrevista a Leslie Kaminoff:

P. En estos tiempos de enorme oferta de estilos y métodos de yoga, ¿cómo encontrar el propio norte, la propia sadhana?
R. La propia pregunta implica que hay muchos estilos de yoga. Cada estilo, cada método, es un  camino que alguien ha encontrado y, de alguna manera, ha sistematizado. Con suerte estos métodos presentan al alumno una forma de desarrollar su propia respiración, su propio movimiento. Pero esto no debería ser  la meta final para un estudiante, sino un punto de partida para acercarse al yoga y que le permita continuar en este proceso.

Si te acercas a la práctica desde el cuestionamiento de qué es lo mejor para ti, qué debes hacer, qué te funciona y qué no, entonces ya estás inmerso en el proceso del yoga. Yo creo que cuando creemos que ya tenemos las respuestas a nuestras preguntas, estamos perdiendo el  verdadero interés por el conocimiento. Para mí ese cuestionarse es el equilibrio que siempre deberíamos mantener.

 ¿Por qué es tan importante educar en la respiración desde su punto de vista?
Si la respiración no es el centro de la práctica de yoga, lo que estamos practicando, por definición, no es realmente yoga. Según mi maestro (T.K.V. Desikachar), y estoy totalmente de acuerdo con él,  el proceso del yoga es unir el cuerpo, la mente y la respiración en una actividad coordinada e integrada. Por eso, educar a los estudiantes en el valor que tiene la respiración, colocar la respiración en el centro de la práctica, es lo que asegura que lo que estás haciendo es yoga y no gimnasia, o movimientos kalisténicos, o  danza, o cualquiera de las demás disciplinas que abordan el movimiento corporal, que, por otra parte, pueden ser muy beneficiosas, pero a las que no podemos denominar yoga.

Yoga como educación, como terapia, como apoyo espiritual… ¿Qué dimensión del yoga le interesa más?
Yo diría que lo que más me interesa es la educación porque yo a mismo me veo, fundamentalmente, como un educador. Entiendo la práctica del yoga como un proceso educativo que en ocasiones tiene una dimensión terapéutica y espiritual. La tarea fundamental del profesor es involucrar a los alumnos en su propio proceso de desarrollo, y eso para mí es un procedimiento fundamentalmente educativo. No me siento cómodo definiéndome como un terapeuta o como un guía espiritual; me siento muy cómodo cuando me defino a mí mismo como un educador.

 ¿Cuáles serian sus principales recomendaciones a un profesor de yoga para fundamentar sus enseñanzas?
Bastante fácil: mantente en el cuestionamiento, mantén una mente abierta y al mismo tiempo escéptica. El equilibrio está en mantenerte abierto o abierta a nuevas ideas, a nuevas visiones, a nuevos procesos, y, a la vez,  ser escéptico. Pero sobre todo, mantenerte en tu propia percepción de lo que estás aprendiendo, de tu propio conocimiento. Trata de que el lenguaje sea tu propio lenguaje, tus propias palabras, no las de otra persona. Sé honesto contigo mismo. Cuando te encuentras repitiendo las palabras de otra persona, por muy inspiradoras que sean, cuando no estás enseñando desde tu propio lenguaje, desde tus propias palabras, no estás enseñando algo que haya sido digerido ni asimilado por ti, no estás enseñando algo que tus células han transformado en parte de ti, no estás enseñando desde tu verdadero conocimiento.

¿Qué le gusta más de cómo se enseña yoga en la actualidad y qué le gusta menos?
Lo que más me gusta es que el propio hecho de definirte como profesor de yoga supone que te puedes mantener a ti mismo y hacer del yoga tu profesión. E incluso tal vez puedas mantener a tu propia familia ejerciendo una labor en la que transmites algo que amas tanto como es el yoga. Las cosas no eran así cuando yo empecé. Antes, dedicarte al yoga era simplemente un hobby, tenías que hacer otras cosas para mantenerte. Estoy muy contento de que el yoga se haya extendido tanto, en tantas partes del mundo, pues ahora me puedo dedicar en exclusiva a enseñar yoga.

¿Qué es lo que menos me gusta? Es difícil decirlo, a veces la gente enseña cosas que son tontas, sin sentido, por motivos ajenos a la esencia del yoga… Pero cabe la posibilidad de que en una de estas  clases que yo considero tontas un alumno,  de pronto, encuentre algo que le haga conectar con el yoga o vislumbrar una experiencia que no ha tenido nunca antes. Gracias a eso puede que a las esas personas se les despierte cierta curiosidad,  o ganas de ahondar más en la historia o la filosofía del yoga, y eso les mueva traspasar cualquier aspecto superficial que les haya llevado a la esterilla.

Probablemente lo que menos me gusta es la idea de convertir el yoga terapéutico en una nueva opción médica, hacer del yoga un nuevo tratamiento médico universal, estandarizado. Eso es una traición absoluta. Nuestros estudiantes, nuestros clientes, vienen a nosotros precisamente huyendo de la masificación, de esa etiquetación de la medicina. Entonces, ¿por qué vamos a tratar de encajar el yoga en ese espacio cuando lo que han venido buscando es una opción diferente?

Además, esa estandarización nos hace perder nuestra libertad como practicantes. Convertir el yoga terapéutico en  un tramiento oficializado, controlado por un gobierno, un seguro médico o cualquier otro tipo de institución de las que controlan la medicina, hace que perdamos totalmente la libertad de encontrar nuestro propio camino, nuestra propia investigación. Por esto yo  lucho, he luchado durante mucho tiempo y seguiré luchando en contra de esta oficialización del yoga.

¿Cómo ha sido su experiencia en el taller que ha ofrecido en la escuela de yoga Dhara?
Ha sido una experiencia estupenda, igual que el año pasado. Hemos disfrutado mucho en Madrid, es una ciudad muy bonita, con una gente estupenda y el espacio que eligió Dhara para el taller es fantástico. El grupo, este año también, fue muy interesante, personas muy agradables y con muy buen nivel.

Siempre es un desafío trabajar con traducción, con intérprete, ya que eso me obliga a elegir las palabras con mucho cuidado, pues tengo la mitad del tiempo para explicar el temario. Así que tengo que tratar que mis palabras tengan, por lo menos, el doble de significado para conseguir que lleguen. Encuentro que esto es un desafío bastante interesante. De hecho, estoy muy contento de esta última ocasión por cómo fui capaz de secuenciar la información para construir una experiencia educativa dedicada a las personas que estaban en la sala.

Estoy deseoso de continuar con esta conexión con Dhara, con Madrid, con los estudiantes de habla hispana. Me gustaría volver para poder continuar en el proceso de compartir esta información y estas enseñanzas.