Meditación guiada de la semana/ Meditación en el testigo

2021-01-25

El profesor de yoga Julián Peragón (Arjuna) sigue ofreciéndonos una semana más otra de sus inspiradoras meditaciones guiadas. Podéis leer su explicación previa antes de escucharla de su propia voz en el enlace que encontraréis más abajo.

Meditaciones guiadas

Photo by Simon Migaj on Unsplash

Al núcleo de nuestro yo se le ha llamado Sí Mismo, Self, Yo profundo, Vidente y Alma, entre otros. Pero también le podemos llamar el Testigo. Testigo en cuanto que atestigua lo que experimentamos y tiene la capacidad de contemplar los actos de forma global.

Este centro de Uno Mismo tiene en su seno la Visión, la capacidad de remontarse sobre lo circunstancial, anecdótico o inmediato que vivimos y ver, como hace el águila desde la altura, el decurso de nuestra vida.

Más allá de lo racional, el Testigo desempolva la capacidad luminosa de la mente y a través de la intuición expresa la habilidad de ver en profundidad.

Escuchar el audio aquí: http://meditacionsintesis.com/meditacion-en-el-testigo/

Prepara tu espacio de meditación con sencillez y armonía. A veces un pequeño altar con un incienso, una vela, una flor o un cuarzo, pueden situarte delante de lo esencial.

Prepara también tu cuerpo. Estiramientos, flexiones, apertura de la cintura pélvica y desbloqueo del diafragma te ayudarán a estar con más comodidad y estabilidad en la postura meditativa.

(Tres campanadas)

Empiezas la meditación con un gesto humilde para entrar en tu templo interior.

Ajustas la postura meditativa hasta que la sientas estable. Los isquiones en el cojín, el pecho abierto pero no inflado, los hombros caídos y los brazos relajados. La barbilla baja pero sin rectificar las cervicales. Mandíbula sin tensión, lengua esponjosa o bien contra el paladar y la mirada entreabierta o con los ojos cerrados.

Puedes mantener las manos en dhyâna mudrâ haciendo un cuenco con ambas manos, una mano encima de la otra con los pulgares enfrentados, o bien jñana mudrâ en cada mano donde el dedo índice y el pulgar se encuentran en un contacto sutil, simbolizando que la dimensión individual aspira a la fusión con la Totalidad.

Si realizas un recorrido, ligero y amoroso, por todo el cuerpo podrás sentir con más precisión los puntos de tensión y las zonas rígidas para ir soltándolas, a la vez que tomas conciencia de tu cuerpo energético.

Prestas atención a la respiración y la invitas a la profundidad sin forzarla. En el vaivén respiratorio frenas la posible dispersión mental, calmas el torbellino emocional y te dejas ir hacia tu interior replegando los sentidos.

En tu interior ocurren muchas cosas, sensaciones, imágenes, pensamientos, vivencias pasadas y expectativas futuras. Pero es en el centro del pecho donde tenemos el termómetro para comprobar si estamos bien, si hay contentamiento y plenitud en nuestras vidas.

Es posible que la maraña de pensamientos que surgen de forma errática no te deje ver el fondo de lo que eres. Toma distancia de éstos y déjalos correr río abajo de tu pantalla mental. Si le quitas la identificación a los pensamientos que aparecen, quitas el gancho donde se insertan y revolotean de forma obsesiva.

Recuerda que tú eres luz y que eres consciencia, considera que hay en ti la impensable infinitud y la inabarcable eternidad. Mucho de lo que vives, de lo que vivimos todos, es puro sueño. Hay que despertar.

Al hacer silencio en los pensamientos apareces Tú Mismo con una voz que te recuerda que solo es real aquello que vive en el fondo de tu corazón.

Permaneces en el Testigo, con total ecuanimidad con esa sonrisa interior que todo lo acepta porque comprende el proceso vital que estás llevando.

No desesperes, ten paciencia, no pierdas la fe. La vida se despliega adecuadamente.

Eres el águila que divisas desde el silencio de las alturas la globalidad de todo tu horizonte vital.

Estás en camino pero ahora ves con mayor nitidez el sendero que has de recorrer.

Ábrete a la luminosidad de tu esencia. Deja que alumbre el camino. Ve despacio, ve seguro.

Permanece en la quietud y el silencio.

(Una campanada)

Para finalizar, inspiras profundamente, haces un saludo de agradecimiento, si lo deseas, y empiezas a estirar todo tu cuerpo.

Gracias por compartir estas meditaciones. Om Shanti.

Julián Peragón Arjuna. Antropólogo. Profesor de Meditación y Formador de profesores de la escuela Yoga Síntesis.

Formador de Yoga para la Meditación:
http://meditacionsintesis.com/actividades/yoga-para-la-meditacion-formacion-de-monitores/