Yoga y fisiología esotérica/ 1ª parte

2014-07-28

¿Qué sabemos sobre «lo energético», a la luz de los conocimientos clásicos yóguicos? Amable Díaz, profesora de la Asociación Española de Prácticantes de Yoga (AEPY) desde 1983 y formadora de profesores, ha escrito este interesante artículo que publicaremos en dos partes en esta misma semana.

Yoga meditacion

Cuando hacemos referencia a la palabra “esotérico”, en Yoga, queremos significar que aludimos a procesos que pertenecen a la realidad sutil, ilimitada y/o trascendente del ser humano, y que sólo se puede percibir de una manera intuitiva por mentes predestinadas, o, en el caso de personas normales, a través de un trabajo previo que irá transformando su sensibilidad corporal y mental; por ello, sería un ejercicio vano el intentar encontrar similitudes con la realidad tangible del cuerpo denso.

Por ello, en Yoga el concepto que engloba “lo energético” no puede ser sólo considerado como una creencia, ya que, en nuestra realidad de seres humanos existen aspectos y posibilidades afines a lo que la realidad ilimitada representa. Y es aquí donde la fisiología esotérica encuentra, quizás, su sitio.

El legado hindú referente a esta cuestión aparece expresado en el sistema Vedanta, en el Sâmkhya, en las Upanishads del Yoga y también en el Tantra. Sin olvidar, igualmente, que la llamada fisiología esotérica forma parte de otras culturas con gran tradición filosófica, religiosa y mística, tanto en Occidente, como en otros lugares de Oriente.

Para tratar este tema, en lo que a la disciplina práctica del Yoga se refiere, aparecen dos fuentes principales, mencionadas ya anteriormente: la vedántica (relacionada con el ashtanga yoga de Patañjali y con las Upanishads del Yoga), y la tántrica.

En el Vedanta y en el Samkya, se habla de la teoría de los tres cuerpos y sus capas o envoltorios energéticos:

  • Sthula: Annamaya y prânamaya kosha.
  • Sukshma: Vjñanmaya y manomaya kosha.
  • Karana: Anandamaya.
  • Prâna.
  • Vayus.
  • Energía solar.
  • Energía lunar.
  • Nadis.

Por su parte, el enfoque tántrico  esta relacionado con:

  • El Hatha-Yoga.
  •  El prâna,
  • Los Chakras
  • Los Nadis.
  • La energia Solar.
  • La energía lunar.
  • La Kundalini.
  • El Amrit.

 Tipos de energías

–Energías cósmicas:

  • Shakti.
  • Solar.
  • Lunar.
  • Telúrica.

–Energías relacionadas con el aliento/respiración (vayus):

  • Udana.
  • Prâna
  • Samana.
  • Apâna.
  • Vyana.

–Energías transmutadas:

  • Kundalini.
  • Amrit
  • Mental.
  • Vital.

–El aura.

La Shakti    

Es la energía cósmica venerada por los hindúes; de ella depende el dinamismo de la vida y la existencia misma de los dioses, principalmente, de Shiva. Según la tradición tántrica del yoga, de la Shakti proceden también  las diferentes clases de energía que  utilizamos en la práctica yóguica, especialmente la kundalini, por la función que desempeña en  el logro de la iluminación.

La energía solar y lunar

En Yoga, la energía solar y lunar forman parte de aquellas realidades cósmicas que suscitan con facilidad en el ser humano una respuesta de identificación  y también, quizás, porque nos damos cuenta -gracias a la práctica del Yoga- de que existen similitudes entre esas realidades y ciertas dimensiones de nuestra interioridad.

Es siempre positivo en Yoga trabajar conscientemente con vivencias que rebasen los  límites del yo, de lo mental y de lo psíquico.

Según la tradición india, la energía de los nadis está regida por el movimiento del sol, de la luna, y, para los terrícolas del movimiento de la tierra.

La energía solar  suele  estar asociada con el nadi derecho (Pingala) y con la energía mental, mientras que la energía lunar lo está con el nadi izquierdo (Ida) y con la energía vital. No obstante, es necesario resaltar que no hay unanimidad entre las escuelas hindúes a la hora de otorgarle al nadi derecho el flujo de la energía mental y la lunar al lado izquierdo.

De la energía lunar procede también “el néctar de la inmortalidad” (Amrit). En la estructura del  cuerpo energético, esta energía esta asociada a bindu visarga (chakra de la coronilla).

La energía telúrica

La energía telúrica esta relacionada con el elemento natural “tierra” (prithivi). Es la energía sobre la que  existe menos teorización, pues sólo se habla de ella  en relación a la orientación de Mûlûdhâra, ya que este chakra, según algunas escuelas, se encontraría orientado hacia la tierra, y por ello sin proyección en la zona anterior del cuerpo.  Existen, no obstante, en Yoga diversas prácticas en las que se usa la energía telúrica, como contrapunto a un exceso de prânificación que a veces se puede dar en Yoga. Estos ejercicios consisten en visualizaciones, o  contacto físico a partir del cuerpo, pies o manos.

El Prâna y el Apana 

El Prâna es la energía que permite la vida y el buen funcionamiento de nuestro organismo; se encuentra en el aire, en los alimentos,  en el agua y en el sol. Y, según la tradición yóguica, llegará un tiempo en que nos podamos alimentar sólo de prâna.

En nuestro cuerpo, cuando es considerado uno de los cinco vayus, prâna ocupa el espacio físico del tórax.

El Apâna, o energía de eliminación, aparece como opuesto al prâna, y en el cuerpo físico se sitúa entre el ombligo y el suelo pélvico.

A primera vista, la relación entre Prâna y Apana podría ser considerada como un mecanismo equivalente  al de la respiración; equiparando el oxígeno con el prâna y  el dióxido de carbono CO2 con  apâna. En ambos casos, la fuente original es el oxígeno y el prâna, si bien darían un producto final diferente, una vez cumplidas sus funciones: dióxido de carbono para el oxígeno y apâna en el caso del prâna.

Sin embargo, se podría decir  que las similitudes se terminan en la semejanza de los procesos ya que, si persistimos en referirlo a todo al cuerpo visible, volvemos a los contenidos propios del yo, mientras que la fisiología energética se refiere al plano del ser y al de la realidad sutil.

Udana

Este vayu tiene por origen la línea de las clavículas y sube hacia el cuello y la cabeza; está implicado en el buen funcionamiento de los sentidos y en la función del habla.

Samana

Samana se extiende desde la parte final del esternón y llega al ombligo; posee una función interna, operando principalmente sobre la digestión.

Apana

Apana empieza en el ombligo y termina en el suelo pélvico. Su función consiste en la eliminación de los desechos internos y externos.

Vyana

Se mueve en el entorno del cuerpo, armonizando las energías de los diferentes vayus.

Kundalini

La kundalinî es el nombre que se atribuye al cúmulo de energía procedente de la Sakti y que nos ha sido otorgada en el momento del nacimiento; dicha energía se encuentra adormecida y oculta en la base de la columna.

Nuestro cuerpo sutil posee una estructura propia para el momento en que dicha energía se ponga en movimiento, y, en este caso particular, es el nadi Sushumna con sus tres finísimos nadis internos (chitrini, vajrini y brahmani) el que canalizará la energía kundalini, cuando ésta se ponga en movimiento.

En el momento del “despertar” esta energía inicia el movimiento de ascenso por brahmanadi, desde la base del tronco hasta el séptimo chakra, Sahasrâra, generando la iluminación de manera irreversible.

El Amrit

El Amrit o “néctar de los Dioses”, según la tradición tántrica del Hatha Yoga, es un fluido que otorga la inmortalidad  a quienes saben utilizarlo; se produce en Bindu Visarga, está relacionado con la energía lunar, con los estados meditativos y con la conciencia testigo (Sakshi).

Según la tradición yóguica, el desconocer la existencia de esta substancia  y su desaprovechamiento supondría la degeneración orgánico / física de manera prematura y la muerte de la persona.

En el trabajo de Yoga, se puede  estimular la secreción del amrit gracias a las posturas invertidas, a la visualización de ciertos recorridos chakráticos, a la concentración en Bindu visarga, etc.

Cuando dicha substancia rebasa el chakra vishuddhi, que es donde debe ser utilizada para alcanzar los beneficios esperados, estamos ante una mala utilización de “este néctar”. Si llegará a manipûra y allí se consumiera, no produciría ningún beneficio.

Por ello, los yoguis, además de haber elaborado técnicas que estimulan e incrementan su producción, saben también cómo reutilizarla en el caso de que fluyera sin control. Para esta circunstancia, proponen que se realicen, principalmente, las posturas invertidas, a fin de favorecer su retorno, desde manipûra hasta vishuddhi.

El Aura

Forma parte de la fisiología esotérica ya que pertenece a esas realidades que no captan los sentidos, que no contiene sensaciones y que no está presente en la conciencia yóica.

Se podría definir el aura como la energía que emerge de la totalidad del organismo, cuya función sobre el cuerpo físico desconocemos, aun intuyéndola cuando, por ejemplo, en una situación diádica, alguien invade nuestro espacio de privacidad interpersonal, o bien cuando percibimos la presencia de alguien o algo sin verlo.

Esta capa energética se encuentra situada a unos veinticinco centímetros del cuerpo denso, posee  volumen y varios colores que podrían corresponderse con los diferentes cuerpos de los que habla el Vedanta, y variar con los estados de ánimo o de salud.

Esta aura puede ser vista por personas muy sensibles o con capacidades extrasensoriales.

En  la práctica del Yoga, se encuentra un tanto relegada al olvido, quizás por la existencia de esa multitud de opciones que el Yoga nos ofrece.

La estimulación del aura y toma de conciencia por el sujeto nos facilita la vivencia de la conciencia testigo, amplía los límites de la mente y de la conciencia y nos une de forma instantánea a la conciencia cósmica.

Relación y/o función  de las principales energías yóguicas

 Energías cósmicas:

  •  Shakti→kundalini → despertar.
  • Solar → mental  (nadi derecho, Pingala).
  • Lunar→ vital  (nadi izquierdo, Ida y amrit)
  • Telúrica→ visualizaciones, enraizamiento.
  • Prâna → Respiración (chakras y nadis)

Energías relacionadas con la respiración/aliento (vayus):

  • Prâna→ con la absorción de energía.
  • Apâna→ con la eliminación.
  • Udana→ con los sentidos y con el habla.
  • Samana → con la función digestiva.
  • Vyana → con el entorno del cuerpo.

Energías transformadas o trasmutadas:

  • Sakti →Kundalini→ mûlâdhâra →con el despertar.
  • Amrit → Lunar → bindu visarga →logro de la inmortalidad.
  • Aura → Con los tres cuerpos, sus capas y con purusha.
  • Solar → Energía mental (pingala).
  • Lunar → Energía vital (ida) y amrit (bindu visarga).
Próxima entrega de la 2ª parte de este artículo:  Estructuras a través de las cuales fluyen  la energías yóguicas, según el Tantra (Nadis, Chakras y otros circuitos energéticos)

Amable Díaz es profesora de la Asociación Española de Prácticantes de Yoga (AEPY) desde 1983, y formadora de profesores, con escuela propia en Madrid, desde 1995: Centro de Yoga Pantanjali. 

Discípula de Eva Ruchpaul, conocedora de las enseñanzas de B.K.S. Iyengar y de André Van Lysebeth. Psicóloga clínica en ejercicio.

Ex-Presidenta de la AEPY y Ex-Presidenta, durante cuatro años, de la Comisión Pedagógica de la Asociación Europea de Yoga (UEY).

Durante más de veinte años, viene ejerciendo con seriedad y respeto esta noble disciplina, vinculando su actividad al contacto con la India y swami Veda Bharati. Su amplia experiencia le permite considerar el Yoga, en su vertiente terapéutica, como el método psicofísico más completo y aconsejable para remediar problemas de agotamiento, estrés y ansiedad, sin olvidar que el Yoga es, ante todo, realización espiritual.