Yoga y alimentación

2013-12-16

¿Qué dicen los textos clásicos del yoga sobre la nutrición? ¿Nos recomiendan alimentarnos de determinada manera? La experta Agnès Pérez, directora de la Escuela Macrobiótica Ca L’Agnès y enseñante de yoga desde hace 20 años nos pone al corriente.

Bodegon verduras

La Mahanarayana Upanishad describe el alimento (anna) como el requisito primordial sin el cual no se puede desarrollar nuestro cuerpo anatómico hasta el nivel espiritual. “El sol irradia calor que evapora el agua, el vapor se convierte en nubes, de las cuales cae lluvia a la tierra. La persona siembra y labra la tierra y produce alimento, el cual, una vez consumido, crea la energía que mantiene el vigor. El vigor engendra disciplina la cual fomenta la fe que proporciona conocimiento; el conocimiento confiere saber, y éste aporta la serenidad que crea calma; la calma establece la ecuanimidad, la cual a su vez desarrolla la memoria, que induce al reconocimiento; el reconocimiento trae el juicio que conduce a la realización del “Sí-mismo””. (M.U. 79-15)

La alimentación y la comprensión de como actúan los alimentos en nuestro organismo son aspectos importantes a tener en cuenta en nuestra vida cotidiana para conseguir un nivel de salud óptimo y despreocuparnos de las enfermedades y de la energía destinada a resolver dolencias y malestares en general que pueden frenar el desarrollo de nuestro potencial.

El yoga enseña que el principio fundamental es ingerir alimentos para nutrir al alma que existe en nuestro interior. La comida debe adecuarse a lo que es natural para el ser humano.

Según la Bhagavad Gita:

  • “El alimento que alarga la duración de la vida y la vitalidad, la pureza y la virtud, la fuerza, la salud, el deleite y la felicidad, sabroso y untuoso, sustancial y delicioso, es amado por las personas buenas y virtuosas (sátvicas)”. (B.G. XVII.8)
  • “El alimento amargo, agrio, salado, muy fuerte, picante, acre, seco y muy caliente es el que desean los seres apasionados (rajásicas): engendra malestar y dolor, miedo, pena y enfermedad”. (B.G. XVII.9)
  • “El alimento que ha sido cocinado con antelación durante más de tres horas, cuyo sabor se ha extinguido, fétido y rancio, hecho con restos repudiados o impuros, que no es limpio, es apreciado por los seres torpes (tamásicas)”. (B.G. XVII.10)

Cada alimento y el conjunto de nuestra dieta y estilo de vida crean determinadas vibraciones en el cuerpo-mente según la constitución y condición de quien lo ingiere. No existen pautas fijas o una dieta mejor que otra; la mejor dieta para cada cual nace de una previa limpieza interna y de la observación de lo que conviene en cada momento para evolucionar.

Sea cual sea la dieta que elijamos, es importante asegurar el aporte de todos los nutrientes necesarios. La alimentación yóguica debería ser ligera y muy variada, elaborada con productos de la estación a poder ser ecológicos, con un buen aporte de glúcidos para mantener una energía constante, fuerte, evitando altibajos y suficiente aporte de proteínas, ya que éstas son importantes para quienes hacen más ejercicio físico.

Consumir todos los alimentos indicados a continuación, combinados en proporciones adecuadas, asegurará el aporte de todos los nutrientes:

A) Cereales integrales: El Gheranda Samhita los recomienda casi todos. Se pueden consumir en cada comida incluyendo el desayuno en forma de grano entero, integral o como derivados (copos, sémolas, harinas).

Constituyen el aporte más importante de glúcidos pues son hidratos de carbono complejos que nuestro organismo asimila lentamente.

B) Las legumbres (lentejas, garbanzos, judías, soja negra, azukis…) son el aporte de proteína para nuestro organismo. Si las legumbres se cocinan junto con algún cereal (por ejemplo: arroz y lentejas), nos aportarán todos los aminoácidos que nuestro organismo necesita, y si se les añade un trocito de alga kombu, las hará más digestivas.

C) Las algas contienen numerosos minerales esenciales (hierro, calcio, fósforo…) y se pueden tomar en pequeñas cantidades cocinadas con verduras, escaldadas, en ensalada o tostadas a modo de condimento, dependiendo del tipo de alga.

D) Las verduras: para un mayor equilibrio se combinarán a diario raíces, verduras redondas, brotes y hojas crudas o en distintos tipos de cocción y utilizando diferente tipos de corte, pues cada uno de ellos aporta una energía propia a nuestro organismo. Son una importante fuente de vitaminas. Cada plato deberá constar al menos de un acompañamiento de verduras aunque lo ideal son dos o tres diferentes.

E) Aderezos, condimentos, bebidas y semillas: para acompañar cereales o verduras y darle un toque más sabroso y creativo a nuestros platos.

  • Aderezos: tamari, miso, sal marina, vinagre de arroz o de umeboshi, hierbas frescas, plantas aromáticas, jengibre, cúrcuma, limón…
  • Condimentos: gomasio, sésamo con polvo de algas, copos de alga nori, ciruelas umeboshi, especias usadas con consciencia de sus propiedades medicinales…
  • Bebidas: tomaremos la cantidad de líquido suficiente para satisfacer nuestras necesidades personales, que variarán según la actividad física que realicemos o la estación del año. Se puede optar por sopas, tés, infusiones, licuados naturales de verduras y/o frutas, agua, café de cereales, leches vegetales… Mejor que no sean excitantes.

F) Frutas de temporada, frutos secos y semillas.

G) Aceites: de sésamo y de oliva de primera presión en frío.

Esta propuesta de alimentación es flexible y se puede adaptar a cada persona y su momento evolutivo. Es decir, con más o menos proporción de cereales y legumbres, verduras o frutas, con más o menos crudos, incluso si alguna persona siente que la beneficia, con un poco de proteína animal. Hoy día existen muchísimas dietas, tantas casi como necesidades personales. Es importante ser conscientes de que solemos elegir una forma de alimentación u otra en el intento de equilibrar nuestra condición y acercarnos a nuestra propia naturaleza, sabiendo que nuestra dieta ha de cambiar a la par que también cambiamos y evolucionamos.

Más allá de la comida física, afirma la Taittiriya Upanishad que existen otros alimentos:

  • “La materia alimenta a todos los seres, por lo cual también se le llama comida o alimento. Distinto de la materia es el Ser interior, que consiste en el aliento. La materia está llenada por él y tiene la forma humana”. (T.U. 2.2)
  • “Supo que el aliento es Brahma, pues del aliento surgen todas las cosas; por el aliento, al nacer, viven y en el aliento entran al morir”. (T. U. 3.3)

Agnès Pérez es directora de la Escuela Macrobiótica Ca L’Agnès (Cubelles-Barcelona). Profesora certificada de Yoga IYENGAR®.

Contacto: agnesmacrobiotica@gmail.com.

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