Descubre el Cosmos en tu centro de Yoga

2013-02-21

La primera vez que vi un taller de Juan Carlos Escanciano lo supe, su proyecto Navetierra no debía faltar en mi centro. Lo comparto y os lo recomiendo, porque su trabajo apunta a lo más nuclear de la consciencia humana: el sentimiento de Unidad con todo y todos. Escribe Violeta Arribas.

navetierra

Juan Carlos es astrofísico, psicólogo, gran estudioso de las enseñanzas de Krishnamurti y ante todo un ser humano que ama la naturaleza y observar el Universo; hace poco decidió abandonar su trabajo en una oficina para dedicarse a compartir sus conocimientos sobre el Cosmos de una manera totalmente diferente a la que estamos acostumbrados en el ámbito científico, centrada en ampliar nuestra “perspectiva”, como él dice; nuestra consciencia, vaya.

Esa visión intuitiva que tuvieron los yoguis de la antigüedad y otras tradiciones místicas -probablemente absorbidos en meditación- de que el Universo era pura consciencia, un todo indivisible e interconectado donde nosotros estábamos inmersos como una parte más, sin idea de separación, es curioso que haya brotado miles de años después, como un despertar, en algunos astronautas al mirar la tierra desde fuera. Me permito transcribir el testimonio de Edgar Mitchell, tripulante del Apolo 14 cuando regresaban a “casa” después de abandonar la Luna:

“La mayor alegría estuvo en la vuelta a casa. Continuamente, por la ventana de mi cabina, la Tierra, la Luna, el Sol y una panorámica del cielo de 360 grados. Fue una experiencia intensa y sobrecogedora. De repente me di cuenta de que las moléculas de mi cuerpo, y las moléculas de la nave, y las moléculas en los cuerpos de mis compañeros fueron diseñadas y creadas en alguna antigua generación de estrellas. Y hubo un indescriptible sentimiento de unidad, de conexión. No había «ellos» y «nosotros», sino «eso soy yo». Eso era todo, una sola cosa. Y con ello vino un éxtasis, una sensación de ¡Oh, Dios mío!, un despertar, una epifanía”.

Un viaje más allá de nuestros límites

Precisamente este emotivo vídeo de Mitchell relatando ese instante, casi 30 años después del viaje, forma parte de una de las películas que Juan Carlos Escanciano y su Navetierra muestran en sus talleres. Hay que resaltar que son películas de creación propia en alta definición, recopilando horas y horas de material de la NASA, satélites espaciales, telescopios como el Hubble, pero editadas en un orden preciso y con una sensibilidad exquisita que le ha llevado dos años de trabajo. Todo ello para recrear esa salida de la Tierra, ese viaje hacía los límites de nuestra galaxia y más allá, como si de veras estuviéramos emulando a los privilegiados que lo han realizado. Así cuenta Juan Carlos la intención del proyecto:

“Creo que el descubrimiento del Cosmos es un paso natural en el desarrollo de la Consciencia. Es evidente que a lo largo de nuestro desarrollo individual hemos ido ampliando nuestra consciencia del mundo. A nivel espacial, hemos pasado de una casa a una calle, barrio, ciudad, región, país, continente… Algún afortunado podrá añadir a la lista algún espacio no definido ni creado por el hombre: bosque, montaña, cordillera, mar, océano, ecosistema… En cualquier caso. muchos tenemos ya la idea de un solo planeta, aunque la sensación de unidad no haya calado aún a niveles más profundos.

La Astronomía nos da la posibilidad de continuar con esta expansión y conocer otros niveles de organización más allá del planeta Tierra. No vivimos en un sistema aislado, sino que formamos parte de estructuras mayores, las cuales evolucionan en escalas de tiempo que apenas podemos imaginar. Con una mente limitada y excesivamente ocupada, nos resulta muy difícil concebir la conexión permanente que existe entre todos los niveles.

Y uno quizás se pregunta: ¿para qué me va a servir conocer qué hay más allá del Sistema Solar o incluso de mi país? ¿Va a arreglar eso mis problemas cotidianos? Nuestros problemas van a seguir ahí, y puede que esta aventura no sirva para nada… o puede que sí. Lo que sí sé es que a mí me encanta, y a lo mejor a ti también. Si además nos permite situarnos en el espacio y el tiempo de una forma diferente, ver la vida desde una perspectiva mucho más amplia y sentirnos parte de algo inmenso, ¡pues genial!

Así pues, impulsado por esta fascinación y por el sentimiento de belleza que se produce en mí cuando observo el Universo, quiero que esto se extienda y se amplifique. En el fondo, somos Universo observando el Universo, es decir, observándose a Sí Mismo de una forma particular, a través de las capacidades humanas”

Percibir la Unidad, como formación de Yoga

De tal magnitud me parecen las ponencias de Juan Carlos Escanciano y sus proyecciones para el mundo del Yoga que me he permitido el año pasado incorporarlas al curso de formación de instructores de Yoga que realizamos en el centro Padmasana Center. Me parece vital que los futuros profesores vean esto: es todo Unidad, incluso entre ciencia y mística, aparente e ilusoriamente separadas durante mucho tiempo. También es sentimiento de amor a la tierra y gratitud el que se despliega al apreciar más tu planeta al finalizar un taller, porque sabes de su fragilidad y del milagro de la vida que alberga.

Los comentarios de los futuros profesores fueron increíbles al respecto. Les pareció fundamental ese módulo dentro del conjunto de las enseñanzas del curso, porque no nos olvidemos de que una buena parte de Navetierra es la Astrofísica, y por lo tanto el conocimiento directo de nuestro planeta, sistema solar, luz , la estrella que hace posible la vida y el prana aquí (el Sol), formación de galaxias como la nuestra, etc, Creo que conocer más sobre nuestra procedencia como especie y como planeta es vital para conocerse a uno mismo, que es lo que pretende el Yoga.

Me apetecía divulgar a todos los amantes del Yoga y de la vida este hallazgo. De hecho, el próximo 2 de marzo tenemos el taller Galaxia, de Juan Carlos Escanciano en Padmasana Center. Pero me llenaría más de satisfacción que esto se expandiera y lo albergaran otros centros de Yoga y desarrollo personal, y por qué no, otras formaciones de profesores de Yoga. Creo que trabajos así merecen la pena ser difundidos y compartidos; algo surge nuevo en la mente y en el alma cuando finaliza un taller de Juan Carlos.

Si queréis contactar con él y/o saber más de Navetierra podéis hacerlo aquí.

Violeta Arribas, profesora de Yoga, directora de Padmasana Center