Un bodhisattva en América

2013-08-20

Bodhisattva se usa para referirse a alguien que está en el camino del Buda Dharma, pero también es el título del documental dirigido por Mark Elliot que retrata la figura del XVI Karmapa Orgyen Tringley Dorje, uno de los maestros más importantes del budismo tibetano. Por Koncha Pinós-Pey para Espacio MIMIND.

bodhisattva

Karmapa Orgyen Tringley Dorje está en un momento único en su trayectoria como enseñante: la primera visita al Oeste de los Estados Unidos. En este documental de una hora de duración, este joven maestro de extraordinaria calidez, humanidad, humor y carisma habla a la audiencia sobre lo que supone encontrar este nuevo mundo.

El trabajo se presenta como continuación del anterior del director Elliot. que ya rodó El rugido del león en 1987, un documental sobre el primer viaje del anterior Karmapa a Occidente. Bodhisattva sigue el relato narrativo de la vida de esta figura espiritual y su papel fundamental en la transmisión del budismo a Occidente.

Boddhisattva capta no solo la honestidad que emana del Karmapa, sino la fe genuina en su papel como boddhisattva o aquel que nace en beneficio de los demás. También revela mucho sobre la fascinante cuestión de la transmisión de la religión o un sistema filosófico de una cultura a otra. El Karmapa ofrece profundas enseñanzas sobre la importancia de pensar y dar soluciones diferentes a los problemas globales que enfrenta la humanidad, haciendo especial hincapié en la forma en la que todos estamos interconectados. En reconocimiento a esa profunda interconexión y a través de las enseñanzas del Karmapa esta película da esperanza sobre el valor de las futuras generaciones.

Mark Elliot me cuenta que durante muchos años había estado dentro del linaje Kagyu de budismo tibetano, y en particular con el anterior Karmapa, pero trabajar con esta encarnación, el Karmapa XVI, es un honor. Ver cómo vive su exilio en Dharamsala, India, ese joven que se escapó de su tierra natal en el Tíbet en el 2000.

«Para muchos -relata Elliot-, el Karmapa es el rostro del futuro del budismo tibetano. Está muy cercano a Dalai Lama, que ha sido siempre generoso en sus elogios hacia este joven ser. En el 2008, el Karmapa obtuvo su visado para hacer su primera gira por Estados Unidos, y se le pidió ser filmado. En la preparación fui a Dharamsala para discutir todos los detalles con el Karmapa, y hacer algo de rodaje preliminar de cobertura. Entonces, de repente apareció en Nueva York. Las circunstancias fueron bastante difíciles. Estaba rodeado de muchos niveles de seguridad, los grupos budistas competían por su atención, y los miembros de su sequito creaban muchas interferencias, había una gran cantidad de medios de comunicación, incluido yo mismo… que tratábamos de captar su presencia en palabras e imágenes. El ambiente era de una gran tensión y las expectativas muy altas».

«El Karmapa hizo una gira de 23 conferencias en ocho días. Entonces me di cuenta de que él estaba interesado en encontrar gran variedad de personas, con diferentes ideas, en contraste con el ambiente bastante claustrofóbico que tiene en India. Aquí estaba explorando el mundo. Lo que más me llamó la atención fue lo relajado de su ‘estar’. Karmapa estaba tan seguro que era capaz de hacer que todos lo estuviéramos, incluso aquellos que trataban de apurar más su agenda. El también produjo ese efecto en mí, me sentí tan a gusto y tan en paz que empecé a filmarlo desde esa paz».

Creo que los mejores documentales son los que están hechos a medida que avanzan, los que no tienen un guion estructurado o fijo. Boddhisattva sigue el viaje del Karmapa en la medida que este va ampliando sus horizontes. Él es una figura sensacional, honesta, sincera, segura de sí misma y de la vida que tiene que llevar como Karmapa. Ha renunciado a una vida privada y su dedicación al mundo es impresionante, no solo como maestro sino como persona que es, apasionado por los problemas sociales, políticos, ambientales. La película pretende solo eso, “capturar el momento presente” en la vida de este gran maestro joven, de gran belleza.

Este hermoso documental ha sido producido por www.cretonefilms.com, el nombre del mismo pueblo donde viven, Crestone, Colorado. Una aldea rural en la base de las montañas de Sangre de Cristo que domina el valle de San Luis, en el sur de Colorado. Crestone, que era originariamente una ciudad minera del siglo pasado, fue descubriendo poco a poco la espiritualidad. Crestone es ahora el hogar de centros de varias religiones del mundo, incluyendo un templo hindú, un centro Zen, un monasterio carmelita, y varios centros de budismo tibetano. Indudablemente la calidad del espacio marca la calidad del trabajo…

Desde ese remoto lugar espiritual os aconsejo que descarguéis la película http://www.crestonefilms.com/our-films/bodhisattva. Gracias, Crestone, por esta visión profunda.

Koncha Pinós-Pey