Entrevista Swami Krishnananda: «La meditación puede cambiar nuestros valores y perspectivas»

2015-04-13

«Que la meditación, como los maestros nos la han transmitido, nos haga mejores personas y contribuya a un mundo mejor». Lo dice un gran conocedor de la materia, que además nos explica y aconseja sobre las claves de esta práctica. Entrevista Sara Mingo para Yoga en Red.

Swami Krishnanada

Fundador y director del Intituto Yoga Retiro de Madrid, Swami Krishnananda fue estudiante de Psicología, y durante ese tiempo su interés en el yoga creció hasta renunciar a la vida habitual de trabajo y familia, integrándose en la organización Internacional de Centros de Yoga Sivananda Vedanta por muchos años.

Fue iniciado en la Orden de Sannyasa por Swami Visnu-Devananda en 1991. Su dedicación le ha otorgado la posibilidad de convivir y entrenarse con grandes maestros. Ha compartido su experiencia en varios países impartiendo cursos para principiantes y avanzados en los diferentes aspectos del yoga milenario: posturas, respiración, meditación, pensamiento positivo, alimentación, kriyas, mantras…

Desde 2004 trabaja de manera personalizada tanto en el Instituto Yoga Retiro, como en su colaboración como Formador de Filosofía en la Formación de Profesores de Yoga en la Escuela Internacional de Yoga.

Actualmente llamamos meditar a muchas cosas. ¿Qué es meditar, en la tradición del Yoga?
En el contexto de la tradición más clásica nuestra referencia es Patanjali, que sistematizó la práctica de la Raja Yoga, en ocho pasos como sistema para comprender y controlar la mente y liberar al ser humano del sufrimiento. Aquí vemos que la meditación corresponde al séptimo paso y para llegar a ésta hemos de tener unas bases conductuales éticas, Yamas y Niyamas; regular las corrientes vitales del prana mediante las asanas y el pranayama; favorecer que la actividad sensorial se enfoque hacia lo interno, prathyahara, para que la atención puede ser sostenida hacia un objeto elegido rectificando las posibles distracciones; Dharana o concentración. El siguiente sería la meditación, Dhyana, donde la atención entre el sujeto y el objeto fluye de forma natural sin esfuerzo. Dharana, Meditación y el último paso, Samadhi, donde el sujeto y objeto desaparecen en una experiencia unificada en la que las ondas mentales o vritits cesan, se diferencian en cuestión de grados.

La etapa meditativa no se puede forzar, aunque si podemos prepararla similarmente a como hacemos cuando vamos a dormir, creando condiciones favorables.

Así la meditación más que una acción es una actitud, una creación de ambiente propicio externo e interno con los seis pasos previos y otros aspectos de la vida íntimamente relacionados, como son la acción en la vida cotidiana o Karma Yoga, la alimentación y el pensamiento positivo.

Frecuentemente, en conversaciones nos confundimos y en realidad hablamos todo el tiempo de técnicas de prathyahara más que de meditación. La experiencia meditativa no es la técnica. La meditación acaba estableciéndose en todo practicante serio y comprometido en cualquier camino del Yoga.

En el Karma Yoga, la meditación acontece a través de la ecuanimidad mental, la mente equilibrada que no se va a los extremos y no se identifica con los efectos de toda acción.

En el Bhakti Yoga la meditación ocurre en la renuncia y ofrenda de lo que vivimos como nuestro pequeño yo ante nuestro Isvara, símbolo la divinidad que se quiere despertar.

En Hatha Yoga, la meditación acontece con la purificación física y mental y la canalización del prana.

En el Gñana Yoga, como efecto de autoindagación, la reflexión intuitiva genera una desindentificación de los aspectos cambiantes de la realidad y un anclaje de la atención en aquello que  es siempre y que ilumina todas las experiencias vitales.

Para que la experiencia meditativa se haga estable recomendaría ir integrando todos los yogas en nuestra vida.

Toda experiencia meditativa activará nuestro potencial de transformar la conciencia para observar los procesos de la vida y superar los samskaras, hábitos, adicciones que nos esclavizan e implantar otros que nos aporten claridad y lucidez. Cuando hay un profundo deseo de transformar tu realidad, la meditación se hace muy necesaria para descubrir la mecánica de la mente que suele buscar la felicidad donde ésta no perdura.

Todos los caminos del Yoga, mediante la meditación, despiertan la Conciencia Testigo, que transciende las limitaciones del cuerpo y la mente.

¿Es un correcto enfoque buscar los beneficios de la meditación? ¿Qué nos aporta, a qué nos ayuda y qué no podemos esperar de ello?
Es completamente legitimo y humano buscar beneficios en lo que hacemos, pero la cuestión es que la meditación más que una acción o técnica es una experiencia que acontece desde un “no hacer” y transforma la conciencia y descubre de lo que es, libre de las limitaciones de cuerpo y mente. Y este es un contexto personal donde las variables de las expectativas, sensaciones, los deseos, emociones, etc. pertenecen a lo psicofísico y se viven de forma diferente para el meditador que precisamente busca trascenderlos.

De cualquier forma, si la práctica es correcta los beneficios llegan según el nivel de transformación que deseemos en nuestra vida. Me gusta decir, tal como escuché de mi primer maestro, que la meditación siempre te va aportar mucho más que aquello que buscabas. Lo que nos aporte o ayude dependerá de la profundidad de nuestro compromiso con la práctica, porque aquí están en acción la disciplina y la disposición a la transformación, y en este sentido la experiencia de la crisis, el desaliento y la duda tienen que integrarse según van llegando.

Meditar es estar abierto a entrar en un camino espiritual donde gran parte de nuestro subconsciente sale a la luz, con los hábitos que nos esclavizan y la mente mecánica que no va a abandonar fácilmente. Por ello, implicarse en este camino será de todo menos fácil. No esperemos un camino sin obstáculos y no utilicemos la meditación como terapia o una píldora puntual. Sintamos profundamente que es un camino de autoconocimiento en el que entramos y ya no salimos.

¿Que obstáculos podemos encontrar en la práctica de la meditación y cómo afrontarlos?
Los obstáculos son innumerables y afrontarlos por uno mismo significaría haber llegado a la maestría, por ello, dependiendo de la persona, se necesitarán los consejos de algún profesor capacitado que haya pasado por los mismos obstáculos y pueda acompañarnos en el camino.

Los obstáculos hacia la liberación del sufrimiento aparecen siempre en el momento justo para ser bien comprendidos y pueden ser superados. Recordamos siempre que, en realidad, todo fracaso es un escalón para el éxito. Lo importante es nunca cesar en la práctica. La sadhana o práctica espiritual una vez establecida se puede variar y si es necesario buscar ayuda para aclarar dudas, pero nunca detenerla ante el desánimo.

Existen obstáculos físicos en relación a la salud y la alimentación que han de solucionarse manteniendo el cuerpo sano y fuerte mediante práctica regular de asanas y pranayama. Elegir lo más posible una alimentación satvica, pura, equilibrada, nutritiva y fácil de digerir. La pereza y el sueño son obstáculos universales que se van manejando muy poco a poco. Se debe considerar el descanso como una verdadera práctica.

Las complicaciones de la vida diaria son un gran obstáculo. Como los ambientes poco propicios, con exceso de estímulos y conversaciones inútiles que no permiten a la mente aquietarse y reflexionar; y esto, unido a no cumplir correctamente nuestro compromiso y responsabilidad con la acción en el mundo no permitará a la mente enfocarse hacia dentro y alimentará realidades y pensamientos innecesarios.

Se hace primordial crear ambientes o buscarlos para practicar con personas con los mismos intereses y no desperdiciar oportunidades para contribuir a la felicidad de otro y poder manejar el ego que nos genera el sentimiento de separatividad y sufrimiento. Su erradicación no es fácil, ya que le gustan sus propias ideas y rehúsa seguir instrucciones beneficiosas.

Las emociones fuertes como la cólera, la frustración por no conseguir nuestros deseos y el temor de variadas formas, debilitan la mente. La práctica de la meditación puede transformar nuestros valores y perspectivas, y junto a la devoción a nuestros ideales nos ayudarán a manejarlas; asi como llenar nuestra vida del espíritu del Karma Yoga, o actitud de servir y compartir.

La sexualidad que nos conecta con el impulso más poderoso de la naturaleza después de la respiración, necesita ser regulada para que la energía vital se disipe lo menos posible.

La mente en sí misma es el gran obstáculo. Esta creará situaciones que nos desvíen una y otra vez de nuestra meta, pero como dice el maestro Krishna a Arjuna: “Sin duda que la mente es bulliciosa y difícil de controlar, pero se la puede contener mediante la práctica, Abhyasa, y el desapasionamiento, Vairagya. (Bhagavad Gita cap. VI, 35)

¿Qué tipo de meditaciones recomiendas a practicantes principiantes o medios?
Nunca recomiendo la meditación a ningún practicante principiante. Le sugiero que se prepare con los pasos previos que propone el Hatha Yoga. El principal pilar preparatorio es aprender a escuchar verdaderamente a nuestro cuerpo comprender la interacción entre los diferentes sistemas, y ello nos capacitará para empezar a indagar en los procesos mentales. Incluso si introduzco los mantras intento hacerlo también como una ayuda para escuchar a nuestro cuerpo.

¿Cómo compatibilizar la meditación con las exigencias de la vida actual? ¿Puede darnos algún consejo?
Lo primero, buscar la compañía de personas que practiquen y diariamente buscar estímulos que inspiren a la mente para mantener la práctica: biografías de maestros, libros, videos, participar en foros, etc. Buscar y desear siempre la práctica de la mañana antes del comienzo de las actividades diarias.

¿Recomienda ir a clases o retiros de meditación?
Por supuesto. En cada día de nuestra vida deberíamos llenarnos de la satisfacción de la práctica en grupos y también individual en la medida que nos formamos para ello. Que la sadhana o práctica diaria sea el gran pilar que nos dé estabilidad ante los innumerables retos que cada día confrontemos.

Muchas gracias por la oportunidad de compartir estas palabras y animar a todos a que busquen y encuentren la escuela adecuada para sumergirse en la práctica. Que la meditación, como los maestros nos han transmitido, nos haga mejores personas y contribuya a un mundo mejor. Namaste.