El yoga de la vía abierta

2020-02-28

El yoga debe incorporarse a la vida diaria. No es como una prenda de vestir que uno se quita y se pone según el clima. Es un modo de vida, una manera de ser y comportarse, una forma de estar y fluir. Escribe Ramiro Calle.

Imagen de laurajuarez en Pixabay

La vida es reto y desafío. En la vida de cada día se forma el yogui y desarrolla sus potenciales. No evade la vida, la vive; no la escabulle, la afronta. Con la vida brega y en la vida halla su sentido de vivir.

Los frutos de la meditación tienen que ser llevados a la vida cotidiana. Vivir con energía, atención, sosiego, contento interior, ecuanimidad, lucidez y compasión.  Cada momento cuenta, porque es irrecuperable, del mismo modo que no se puede recuperar la respiración anterior.

Hay que vivir cada segundo como si fuera el primero y el último, y vivir desde la generosidad y el desasimiento, confiando en los propios recursos internos, sin perderse en falsos pretextos, ni justificaciones ni inútiles autorrecriminaciones. Vivir en armonía  con las vicisitudes de la vida.

Si algo tiene remedio, se remedia, sin preocupación.  Si no tiene remedio, se asume, sin preocupación. Hay que ocuparse conscientemente, pero no preocuparse.  La ocupación consciente es fuerza, pero la preocupación es debilidad.

Cada situación tiene su mensaje y su enseñanza.  El yogui aprende a resolver los problemas reales, pero no a dejarse llevar por los imaginarios.  En lugar de añadir dificultades a las dificultades, pone toda la energía en resolverlas, y así evitar añadir complicaciones a las complicaciones.

El yogui observa con mucha atención y con amor. La atención ya es amor… y precisión, cordura y equilibrio. Al observar, aprende; al observarse, se conoce. Observando las posturas de los animales e imitándolas fue como surgieron las valiosas posturas del yoga para estirarse, masajearse y revitalizarse; para, a través de la conquista del cuerpo, conquistar la mente. Observar es descubrir y observarse es descubrirse.

Vívase la vida con consciencia, hágase de ella una incesante mentora. Así se evitará la somnolencia psíquica y la robotización.

Cada momento es bueno para crecer en consciencia; incluso las rutinas deben hacerse conscientes, porque entonces las pequeñas cosas adquieren valor y lo rutinario se eleva al rango de sublime.

El yogui abraza la vida, porque la vida no es parcelable ni divisible.  En ella alternan las vicisitudes porque todo gira; hay momentos gratos e ingratos, pero es preciso captar el momento y vivirlo con intensidad.

En el camino del yoga uno desarrolla la visión perspicaz y aprende que nada permanece, que lo que ahora  nos parece una bendición puede tornarse perjudicial y lo que parece una maldición , ser lo mejor que nos hubiera podido pasar.  Si algo domina el verdadero yogui es el arte de relativizar.

No te dejes aturdir por el pasado ni atolondrar por el futuro. Da un peso específico a cada momento y vive en la gloria del instante, con mente abierta.

El pensamiento es pasado y futuro; la atención es aquí y ahora.

El sabio espera lo que ocurre, libre de pasado y de futuro. ¡Qué gran intrepidez y madurez se requiere para esperar lo que ocurre!.

Vivir sin engendrar conflicto inútil es bendición; crear conflicto evitable es maldición.

Medita para centrarte en ti mismo e ir más allá de ti mismo. Medita para que en la vida diaria puedas mantener el sosiego en el desasosiego y el orden interior en el caos exterior. Medita para desalienarte y reunificar las fuerzas perdidas, reorientándolas hacia lo Pleno.

De la vida haz una forma de meditación; de la meditación haz una forma de vida.

Ramiro Calle

RamiroCalleMás de 50 años lleva Ramiro Calle impartiendo clases de yoga. Comenzó dando clases a domicilio y creó una academia de yoga por correspondencia para todo España y América Latina. En enero de l971 abrió su Centro de Yoga Shadak, por el que ya han pasado más de medio millón de personas. Entre sus 250 obras publicadas hay más de medio centenar dedicadas al yoga y disciplinas afines. Ha hecho del yoga el propósito y sentido de su vida, habiendo viajado en un centenar de ocasiones a la India, la patria del yoga.

Nota: En Youtube podéis visionar gratuitamente los documentales : Viaje a los adentros, Ramiro Calle, El Ramiro más íntimo y Sadhaka, la senda del yoga. Asimismo decenas de clases de hatha-yoga y meditación a partir de sus conferencias, talleres y seminarios.

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