Descubrir lo importante

2018-12-14

¿De qué se habla hoy en día? ¿Qué es lo que preocupa principalmente al ser humano? ¿Cuál es el pensamiento principal que ocupa nuestras mentes? Sólo una cosa: el dinero. Por mucho que pensemos lo contrario, no es cierto. El dinero es el dios contemporáneo porque es lo único que nos importa. ¿Cómo nos atrevemos a realizar tal afirmación? Muy sencillo, es el eje de nuestras vidas y a lo que dedicamos casi todas nuestras energías. Escribe Emilio J. Gómez.

Quizás lo ha sido siempre y no nos dimos cuenta. Pero no es así. Hubo un tiempo en que el dinero era algo importante, tan importante como la pareja, los hijos, la familia, los amigos, el trabajo… Ahora no es así. Ahora el dinero ocupa el primero y casi único lugar en la escala de valores en nuestra existencia. Y es que “sin dinero no eres nadie”, dice la expresión popular. Pero se nos ha olvidado lo que dicen al respecto aquellos que tienen el conocimiento: “El que es, no necesita”.

El hombre del siglo XXI se precipita a un abismo que le llevará a su extinción si no retorna su atención hacia la vida espiritual para retornar al origen primigenio, a la fuente, a sí mismo, al Ser. Nos hemos volcado hacia una soberbia sin igual al tener en nuestro poder conocimientos importantes por parte de la Ciencia, como la física cuántica y la teoría de cuerdas, por no hablar del genoma humano y los avances en medicina científica, astronomía, etc.

Sin embargo, ninguna civilización ha podido sobrevivir sin la presencia consciente del Absoluto por parte de sus componentes. Absolutamente ninguna. Y esta no va a ser menos. La sociedad del bienestar nos ha deslumbrado en tal medida que nos ha sumergido en un sueño tan peligroso como inquietante, un sueño que puede acabar por aniquilarnos a todos.

El egoísmo cabalga desbocado a lomos de una individualidad cada vez más atroz. El término solidaridad ha caído en desuso. La individualidad roza límites donde la soledad se hace tan terrible como insoportable. Ahora tan solo importa una cosa: el dinero. Ese es nuestro dios, el auténtico, en lo único que creemos porque es lo único que importa ya que es en lo único en que pensamos.

Volver la mirada al interior

Al dinero se lo ha tornado imprescindible para la supervivencia, pero ¿en verdad lo es? Ahora más que nunca es de máxima urgencia volver la mirada al interior para que valores olvidados como la solidaridad, el compañerismo auténtico, la compasión, el amor incondicional… retornen a nuestras vidas. Tales valores son patrimonio de la humanidad y no de ninguna organización ni sistema de creencias. Nos pertenecen a todos por derecho de nacimiento, pero los hemos olvidado.

Es necesario que tales estrellas vuelvan a brillar en el cielo de nuestras vidas. Pero ¡ay!; basta mirar alrededor para temer que ya no va a ser posible, que quizás sea demasiado tarde. Pero cabe preguntarse: ¿en verdad es demasiado tarde? Creemos que no. Nunca es demasiado tarde, aunque pueda parecer que nuestras mentes están ya demasiado cristalizadas en una sola dirección.

Desde el momento en que has llegado hasta este punto de la lectura de este artículo y si sientes que algo se ha despertado en tu interior aún estamos a tiempo. Ha de ser una labor individual y al mismo tiempo social, conjunta entre el individuo y la sociedad.

Los cambios sociales intentados con anterioridad no han terminado de funcionar porque no se han llevado a cabo a través de la transformación del individuo gracias a un despertar de la consciencia. Se ha intentado cambiar lo exterior sin transformar previamente lo interior. Por este motivo, para que el individuo siga siendo manipulable no interesa el despertar de la consciencia. No interesa que el hombre despierte de su sueño individual de comodidad y aparente seguridad. Es preciso mantener al hombre sumergido en el sueño de la inconsciencia. Despertar puede ser peligroso, pero peligroso para ¿quién?

El cambio ha de ser proporcionado por un darse cuenta individual que termine por contagiar y despertar al resto de la sociedad. Cuando muchos individuos hayan despertado a su consciencia de ser es cuando será posible un cambio social real. Pero ¿qué posibilidad de cambio puede existir si lo único que interesa es el dinero y mientras que nos llega estamos todos distraídos, olvidados de nosotros mismos, mirando la siguiente gilipollez que nos envían por el WhatsApp? ¿Es posible detectar el sueño?

Hemos vendido nuestras almas por un mes de vacaciones al año, si llega. Hemos ahogado nuestras posibilidades en hipotecas y con sueños ajenos a nuestra auténtica naturaleza gestados en despachos de ventas. Sin duda que la clave del cambio es tornarse más y más consciente. Quizás, y sólo quizás, haya llegado el momento de la auténtica transformación, aquella que proporciona el despertar de la consciencia, donde nuestros únicos instrumentos sean la comprensión de la realidad última y el consecuente despertar a un amor infinito.

Es posible que todo lo escrito en este artículo no valga para nada, pero también puede ocurrir lo contrario. Sea como fuere, no queremos dejar de intentarlo. En última instancia, el Espíritu supremo nunca dejará de manifestarse, y el instrumento de su manifestación continuará siendo por siempre la naturaleza viva y los hombres y mujeres que pueblan este maravilloso planeta que hemos dado en denominar la Tierra.

Comprensión y amor

Nosotros, sus pobladores, a pesar de nuestra comprensión limitada tenemos la oportunidad de configurar nuestra realidad exterior desde el interior. Este es el gran secreto. La humanidad atraviesa una gran crisis de valores, por este motivo, ahora más que nunca es preciso descubrir lo verdaderamente importante: el despertar de la consciencia. Estamos inmersos en un tiempo donde tenemos la gran oportunidad de efectuar un gran salto cuántico que pueda transformar nuestro futuro y el de nuestros descendientes.

Esta es nuestra posibilidad y también nuestra responsabilidad. Un reto tan tremendo como hermoso, donde cada uno puede y debe aportar su granito de luz. Confiamos en que va a suceder. Es inevitable que suceda. ¿Nuestros instrumentos? Aquella consciencia que genera comprensión y amor. Sin comprensión y amor no es posible llevar a cabo ninguna transformación, ni interna ni externa, ni en el individuo ni en la sociedad.

Sin duda alguna que nuestra herramienta más valiosa para un cambio tan importante como necesario es la presencia de ser cultivada a través del silencio. Por ello nos atrevemos a pediros que por favor evitéis usar la meditación para obtener un nimio y efímero bienestar emocional, eso es una actitud casi infantil. Meditad para ser conscientes. La consciencia despierta es la vía que lleva a la comprensión y la libertad.

La presencia silenciosa es capaz de movilizar y transformarlo todo. Absolutamente todo. Si algo ha cambiado en nuestro mundo ha sido gracias a los seres conscientes que nos han precedido. Gracias a sus presencias silenciosas fueron capaces de influir e iluminar con la luz de sus consciencias todas las estructuras venideras, sutiles y densas, individuales y sociales.

Sucederá. Es inevitable que suceda, porque cada vez hay más seres conscientes. No es posible detener el despertar de la consciencia que a nivel global está sucediendo. Habrá paz y amor en el mundo, pues ambos son cualidades del ser. Con la consciencia despierta se erradicará la violencia. Si se desea que el proceso de cambio obtenga la profundidad deseada, la violencia ha de quedar erradicada desde cualquier punto de vista. Es este momento de coaliciones y alianzas, en vez de una competencia sin sentido. Tiempo de diálogo y acuerdos en que todas las partes salgan beneficiadas.

Sin lugar a dudas que llegará un momento en que todos los seres del planeta Tierra estemos despiertos a la consciencia de ser. Entonces la utopía será una realidad. La quimera se desmoronará y lo imposible será posible: viviremos en un mundo de comprensión, armonía, paz y amor sin que predominen intereses económicos ni materiales. La materia será espiritualizada y veremos el Espíritu en la materia. Ese será nuestro futuro, es inevitable que suceda.

Emilio J. Gómez. Profesor del Círculo. Círculo de Yoga Silencio Interior. Escuela de Silencio.  info@silenciointerior.net. T 616 660 929