Mujer espiritual, mujer radiante

2017-05-08

La historia del yoga, del tantra y del budismo está plagada de grandes maestras, muy respetadas por su evolucionadísima práctica espiritual y su capacidad de liderazgo y compasión. Es más, en las tradiciones provenientes de la India el primer guru de todo ser humano es la madre. En este artículo reviso el papel de la mujer espiritual porque mayo es el mes de las flores y de la mujer. Escribe Zaira Leal. 

Es curioso que esas grandes maestras que te acabo de mencionar apenas se conozcan y que el yoga que la mayoría practica en Occidente provenga de un linaje primordialmente masculino, creado por ellos y para ellos.

Sin embargo, como mencionaba más arriba, la historia del yoga es una historia de hombres y de mujeres. No sólo existieron maestras yóguicas en la antigüedad, también la época moderna es muy rica en la presencia de yoguinis influyentes. Por ejemplo, fueron mujeres occidentales quienes invitaron a Swami Vivekananda a finales del siglo XIX o quienes trajeron a B. K. S. Iyengar por primera vez a Occidente en los años cincuenta. ¡Incluso la reina Victoria de Inglaterra practicó yoga!

Fueron ellas quienes abrieron paso a la revolución espiritual de nuestro tiempo y a todas las grandes maestras que han venido después. Hoy en día, no hace falta más que asistir a un par de clases para darnos cuenta de que la práctica de asana está dominada por mujeres. Las estadísticas dicen que un 80% de las personas que nos subimos a la esterilla somos nosotras. Entonces, ¿por qué seguimos pensando que el yogui, ser interesado en el despertar espiritual, tiene barbas o cuerpo de hombre? Los estereotipos suelen jugar malas pasadas en la psique de cualquiera y crear una visión obtusa de una realidad que, al igual que el alma, no tiene sexo. Dicho esto, hombre y mujer somos diferentes, vemos el mundo de maneras distintas y eso también influye en nuestra práctica y nuestro yoga.

Uno de los programas que imparto con regularidad, Mujer Radiante, está creado como una exploración de la espiritualidad femenina. En él enseño cómo puedes florecer en cinco áreas y llenar el mundo con la sanadora esencia de tu ser. Aunque es imposible que te cuente hoy todo lo que se explora en ese taller, sí quería ofrecerte una visión global, como si miraras desde una ventana hacia un jardín maravilloso y vieras todos los caminos por los que puedes pasear entre flores, mariposas y preciosos árboles.

  1. El despertar del principio femenino divino

El principio femenino divino está presente en la cosmología de todas las tradiciones del planeta porque es intrínseco a la vida en la Tierra y a la pulsación de nuestros corazones y matrices. En tantra yoga se llama Shakti o Kundalini. ¿No te parece muy interesante que el objetivo de todo yogui sea precisamente femenino?

El cuerpo-mente de mujer tiene una relación más fluida o directa con la energía femenina. Shakti es el principio transformador dentro de cada una de nosotras, el poder para sanar, nutrir y regenerar al mundo. Shakti es multifacética y se manifiesta en nosotras de diversas maneras. Trabajamos con los arquetipos femeninos del tantra yoga para llegar a una comprensión más profunda del ser de mujer espiritual.

Es el caudal de la fuerza creadora del universo, que en la actualidad se encuentra en un estado de sequía casi total, por desgracia. ¿es posible que lo femenino divino vuelva a fluir? Absolutamente sí. Para ello debemos aplicarnos con paciencia.

  1. Las cinco herramientas básicas

Las herramientas básicas para la transformación serán tus grandes aliadas.

–La relajaciónProbablemente sea la herramienta más valiosa para nuestra sociedad desquiciada y para la forma de vida tan loca de la mayoría. La relajación consciente es lo primero que debes incluir en tu día a día. Sin ella, toda tu práctica se construirá sobre la ignorancia del ego. Nuestra evolución espiritual pasa por un estado de relajación profunda en el que ocurre el despertar de Shakti.

–La auto-observación. Se trata de hacerte testigo de ti mismo. Libre de juicio observas lo que pasa en ti, a través de ti y en tu vida. Es el mismo estado de presencia plena que se cultiva con la meditación o el mindfulness.

–La comunión con la naturaleza. Para que Shakti empiece a fluir por ti necesitas pasar tiempo en la naturaleza, en un lugar en el que no veas nada creado por la mano humana y puedas armonizar tu cuerpo-mente-alma con el latir de la madre Tierra.

–La respiración consciente. El acto de ser consciente de la respiración no sólo sana tu cuerpo y tu mente sino que restablece la conexión entre materia y espíritu poniéndote en contacto directo con los dictados de tu alma. No hace falta respirar de ninguna manera en específico para que esto suceda y, por otro lado, es la base de cualquier pranayama.

–La transmutación de la energía sexual. La excitación sexual no es el despertar de Shakti, pues la energía femenina fluye por el cuerpo sutil más allá de cualquier experiencia física. Sin embargo, la transformación de la sexualidad es fundamental para iniciar el camino hacia el florecimiento auténtico pues es la manifestación material y densa del principio femenino divino.

  1. Lunas femeninas y las etapas espirituales en la vida de una mujer

La vida espiritual de una mujer está íntimamente ligada a los ciclos energéticos de la luna. Cada mes atravesamos una transformación profunda independiente de si estamos en una edad en la que menstruamos o no. La naturaleza de la mujer y de la vida es cambiante. Florecemos cuando nos sentimos una con lo sagrado cósmico y con la matriz de la Madre Universal.

El mandala de la luna crea un ciclo eterno en el que se suceden la fase de regeneración y descanso de la luna nueva y la fase de plenitud y esplendor de la luna llena. Es maravilloso descubrir cómo también la práctica de yoga-asana debe suceder en armonía con los ciclos lunares.

El gran ciclo de la luna refleja su sabiduría en las distintas etapas espirituales de la vida de la mujer. Nuestras actividades, deseos y poder energético varían de una a otra pues la luminosidad de nuestro cuerpo-mente-alma tienen un brillo distinto dependiendo si nos encontramos en la fase de doncella, de madre, de mujer magia o de sabia.

  1. La pareja espiritual

“El propósito mismo del yoga es el de unir los principios femenino y masculino para que Shiva y Shakti se hagan uno en nuestro interior”, dice el Yogachudamani Upanishad, y es que amar es el gran propósito de la humanidad.

Cada vez hay más personas que buscan algo más en su relación de pareja. En una pareja espiritual, ambos se unen para hacer el camino interno juntos. La esencia de la pareja es compartir, cooperar y disfrutar, y “juntos” quiere decir que se acompañan como hermanos de Luz, mientras cada uno hace su propio recorrido. En cooperación evolucionamos hacia la pareja dorada o el estado de Dios-Diosa en el interior y entre los dos.

Comprender las características de la pareja espiritual, la intimidad sagrada, la comunicación consciente o el cuidado del yoni son temas de vital importancia en la vida de toda mujer.

  1. Círculos de sanación

Por último, el despertar de lo femenino sólo puede suceder si nos apoyamos unas a otras y aprendemos a crear círculos de sanación en los que no sólo crecemos nosotras sino que podemos beneficiar positivamente a nuestras hermanas más desfavorecidas.

Publicaba La Vanguardia, haciéndose eco del informe de la organización Trustlaw, que la India es el peor país del G-20 para nacer mujer. Los datos son escalofriantes: aborto selectivo de niñas, matrimonios precoces de hasta un 56% en las zonas rurales del país, violencia de género perpetuada por la familia, por la comunidad y el estado; el trabajo invisible y muchas otras injusticias que se llevan a cabo en el país donde nació el yoga. Todo esto me lleva a preguntarme cómo es posible que en la región del mundo donde nacieron las disciplinas espirituales del tantra, del yoga y del budismo pueda estar sucediendo ésto.

Las mujeres occidentales deberíamos tener la responsabilidad o el honor de impulsar el cambio en la situación de la mujer y del principio femenino divino en nuestro bello planeta.

 

Zaira Leal es autora de Una fiesta para el alma, Ed. Urano 2014, y de un segundo libro que se publicará en junio de 2017. Se considera yoguini desde la cuna y empezó a enseñar yoga en el año 2000. Imparte clases públicas y formaciones para profesores de yoga y meditación, programas de perfeccionamiento para profesores, así como talleres monográficos de salud y temas para la mujer. También trabaja como coach de salud y bienestar del estilo de vida ayurvédico.

Lingüista, es máster en enseñanza y está acreditada en diversos estilos de yoga, meditación y ayurveda.

Más información: zairalealyoga.com / www.facebook.com/zaira.leal.5
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