El Yoga de la Sanación Psicofísica /1

2018-01-04

Como decía un amigo, existen las enfermedades psico-físicas, y luego están aquellas causadas por la mente. La buena noticia es que, si existen enfermedades psico-físicas, por pura lógica también existen las sanaciones psico-físicas, y por supuesto también las sanaciones causadas por la mente… Escribe Joaquín G. Weil.

La profesora Gloria Rico Narváez fotografiada por Inma Abolafio

…del mismo modo que se habla mucho del círculo vicioso, y bastante poco del círculo virtuoso.

Voy a explicar en qué consiste el Yoga de la sanación psico-física de la manera más sencilla posible.

Si hay un aspecto que no me gusta del positive thinking es aquel que se obceca en no ver los problemas, y por tanto tampoco encuentra las soluciones.

Entonces, aplicando la lógica y el sentido común, para comprender cómo sucede la sanación psico-física es necesario comprender cómo sucede la enfermedad psico-física. (Y esto, por no hablar de la enfermedad fisio-psíquica, que bien podría ser objeto de otro artículo, al igual que las curaciones fisio-psíquicas). Del mismo modo, sólo puede haber un efecto placebo si es que también existe el efecto nocebo.

Hablemos brevemente del efecto nocebo: tiene mucho de profecía autocumplida, al estilo Max Weber (la autoridad carismática). Es decir, aquella predicción que entra a ser causa de lo predicho. Con el efecto placebo ocurre otro tanto de lo mismo. Por aquello de la interrelación (misteriosa) entre cuerpo y mente, si te dicen que este azucarillo te curará, te curas… Y si el médico con su bata blanca o verde, su radiografía (donde sólo ves manchas blancas o negras) y con la analítica (donde sólo lees letras y números abstrusos), te dice que te vas a morir, es que te mueres, pero mayormente del susto. (Sí, es un chiste, como en los telefilmes, basado en hechos reales).

Admitamos que existe un efecto placebo (o nocebo) que actúe como energía o aura misteriosa desde la mente (¿cerebro?) para curar el cuerpo de un modo mágico, milagroso o misterioso. Ok, de acuerdo. Como quiera que esta relación causa-efecto hoy por hoy nos resulta intangible o inobservable, pues poco podemos decir de ella en cuanto a su funcionamiento, salvo que de hecho puede establecerse una relación causal entre ideas y emociones positivas (sugestión o creencia de curación) y curación efectiva, según comprobación estadística de los resultados.

El yoga y la relación mente-cuerpo-mente

Ahora centrémonos en lo que sí es clara y absolutamente observable, que es la interrelación directa entre mente-cuerpo-mente. Y esto es sobre lo que el yoga (asanas, pranayamas y meditación) trabaja. Por lo tanto será lo que más nos interese para el uso apropiado y eficiente de estos tres antiguos instrumentos de bienestar.

¿Cómo es que una idea o una emoción negativa puede enfermar un cuerpo? Repito, más allá de lo misterioso, hay una explicación, no sobrenatural, sino completamente natural y de sentido común.

Advierto que esto que voy a explicar ahora sólo podrá ser plenamente comprendido por aquellas personas que tengan una cierta experiencia en la práctica del yoga: asanas, pranayamas y meditación. Esto se debe principalmente a que voy a remitirme a unos hechos y una observación que sólo ha sido transitada por personas experimentadas en la práctica del yoga. Aquellos que no lo hayan practicado, a lo más que pueden llegar a un vago vislumbre intelectual, por tanto a una mera comprensión superficial.

Como anticipamos al principio, comencemos estudiando esta relación de causa-efecto, en el proceso de la enfermedad. Ante todo, señalar la relación que existe entre idea negativa y emoción, pues una idea negativa genera determinada gama de  emociones, y una emoción genera determinada gama de ideas y figuraciones. Y así sucesivamente en un círculo vicioso (“vicioso” en el sentido estricto de la palabra). También destacar que, desde el punto de vista de la experiencia de las prácticas del yoga, el fenómeno emocional es un fenómeno que puede ser comprendido primero desde lo estrictamente físico, y también de su relación con lo psíquico.

A esta altura de la explicación, pido un poco de paciencia al lector, pues necesariamente la descripción de estos hechos generan en nosotros sensaciones simpáticas respecto a lo descrito, del mismo modo que la descripción de todo el proceso digestivo produce en el estudiante de medicina salivación, hambre, etc.

Efectos de la «antiasana»

Desde el punto de vista estrictamente físico una emoción se expresa en una determinada posición física, llamémosla “antiasana”, teniendo en cuenta que la palabra “asana” tiene un sentido eminentemente positivo, asociado entonces a ideas y sentimientos netamente positivos.

Por poner un ejemplo genérico: una idea pesimista y una emoción de abatimiento conducen en sí a una posición que podemos denominar “abatida”, y que puede describirse como encorvada, cerrada sobre el eje central (hombros girados hacia dentro, pecho hundido, etc.) y baja de tono muscular.

Como es lógico esta posición va asociada a un determinado tipo de respiración. Puesto que el tórax está bajo de tono y carente de espacio, debido al encorvamiento y al hundimiento del pecho y corazón, la respiración será necesariamente débil. Igual ocurrirá con la cavidad abdominal, carente de tono y espacio.

Desde el punto de vista de la práctica del yoga, las emociones y las ideas negativas provocan un hundimiento de los chacras y del canal central Sushumna donde están inscritos. Por lo tanto, provocan una disfunción de los procesos fisiológicos y los las capacidades mentales a las que van asociados dichos centros de energía

Por su parte, emociones como la agitación y las ideas relativas de apremio, de miedo, inseguridad o peligro, van asociadas a posiciones físicas tensas, a micromovimientos titubeantes o espasmódicos, a inquietud general. Y la respiración que generan es entrecortada, bloqueada en la base diafragmática y jadeante en la zona clavicular.

Beneficio integral

Como puede comprobar el lector, el mero repaso a estos síntomas provoca en nosotros (de modo simpático) el correspondiente agobio. Pero es necesario seguir un poco más adelante. Como es lógico, tales fenómenos mentales, emocionales y físicos (antiasanas y antipranayamas) no sitúan al cuerpo en la mejor situación para protegerse de agentes patógenos, pues están asociados a debilidad y agotamiento. A su vez provocan importantes disfunciones en los procesos digestivos, circulatorios y excretores. En suma, “causan” enfermedades.

¡Uf! Y ahora sí, por fin (aquí una profunda exhalación de alivio), hablemos ahora de la recuperación respecto a estos estados. Se trata sencillamente de cambiar o revertir el sentido de esta causalidad, o mejor dicho, establecer la causalidad psico-física en el recto sentido.

En esto consiste precisamente el Yoga de la sanación psico-física: en establecer un orden y una lógica en el proceso de causalidad mente-cuerpo-mente, de modo que haya beneficio mutuo entre una y otra esfera de nuestra persona. Esto es algo que ha sido contemplado por los antiguos tratados clásicos del yoga y de la antigua sabiduría de India en general (que comprende en la persona los tres cuerpos Sarira Traya y los cinco envoltorios o Pancha Kosha), y en su relación con el cuerpo energético definido en marmas, chakras y nadis.

Por su parte, también se reconoce oficialmente en España (y en Europa) el efecto positivo del yoga sobre la salud, con el reconocimiento del yoga como actividad físico-deportiva, entendida en un sentido amplio y precisamente etimológico. “Deporte” significa en latín algo así como senderismo, o sea, un ejercicio físico no encaminado hacia la competición, sino a solaz y a la salud de la mente y el cuerpo. “Mens sana in corpore sano”.

En efecto, la práctica del yoga está tradicionalmente orientada hacia un bienestar integral del ser humano (cuerpo, mente y alma, sí, también el alma). No es ni puede ser competitiva y tampoco tiene un fin estético (como por ejemplo, el aumento del volumen muscular, para quien le parezca esto estético).

Filosofía deísta

Además, el yoga es una de las ástica darshanas tradicionales de la India, descritas por Max Müller. Por traducirlo de un modo libre, se trata de una de las escuelas filosóficas clásicas de la India. Y aquí señalo un aspecto del yoga que, de modo ignorante o intencionado, suele eludirse en Occidente. Como escuela “ortodoxa” (ástica) que es, el yoga es un filosofía deísta, es decir, establece el estudio de Dios como uno de sus objetivos primeros. Recuérdese a este respecto el principio de Ishvarapranidhana, el último y principal de los niyamas establecidos en los Yoga-Sutras de Patanjali.

En fin, como puede verse, un deporte-filosofía un tanto peculiar.

Una vez vistos algunos conceptos básicos, y cómo actúa la causalidad en las enfermedades psico-físicas, en la próxima entrega de este artículo estudiaremos propiamente en qué consiste y cómo actúa el Yoga de la Sanación Psico-física. Gracias al lector por su paciencia y volvemos a encontrarnos en breve en este espacio virtual de YogaenRed.

Aprovecho para anunciaros este interesante seminario formativo de Enrique Moya en cuya organización participo:

https://iayoga.org/blog/2017/12/30/20-21-de-enero-seminario-formativo-impartido-por-enrique-moya-bases-teorico-practico-del-yoga-integral-en-yoga-yantra-edf-horizonte-la-malagueta/

Joaquin Garcia Weil (Foto: Vito Ruiz)Quién es

Joaquín García Weil es licenciado en Filosofía, profesor de yoga y director de Yoga Sala Málaga. Practica Yoga desde hace veinte años y lo enseña desde hace once. Es alumno del Swami Rudradev (discípulo destacado de Iyengar), con quien ha aprendido en el Yoga Study Center, Rishikesh, India. También ha estudiado con el Dr. Vagish Sastri de Benarés, entre otros maestros.

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