Shringara, el amor con más sabor

2018-02-06

“El tema de esta noche es el amor…” dice el primer verso de un poema muy conocido del místico Hafiz. Y puesto que es el tema de hoy y de siempre, mi artículo del mes está dedicado a enaltecer el amor sensualmente real y jugoso, el amor humano, la emoción amorosa llamada shringara en tantra yoga.  Escribe Zaira Leal.

En el camino tántrico todo lo que existe es infinita consciencia. Afirmamos la vida, no negamos ni rechazamos nada. De modo que las emociones humanas, como parte de nosotros y de la Consciencia Suprema, son exploradas, comprendidas y respetadas. El tantra nos dice que el variado abanico emocional que experimentamos en nuestro cuerpo-mente-corazón le da una riqueza y profundidad increíbles a nuestra vida en la Tierra. La palabra en sánscrito para emoción es “rasa”, que significa sabor, agua, jugo o esencia. No sólo en sentido figurado, pues los distintos sabores que nuestras papilas gustativas descubren en cada bocado son también “rasas”. La verdad es que mi vida sin emociones sería de lo más triste y aburrida. ¿Recuerdas esa sensación de no poder degustar nada cuando estás enfermo con un fuerte catarro y cómo se crea un sentimiento de apatía que hace que no quieras comer? Pues ahora imagina que eso te pasara con tus emociones, que no pudieras sentir ni amor, ni compasión, ni rabia, ni miedo… probablemente perderías el apetito por la vida; entonces ¡dejarías de ser humano!

Amor, belleza y sentimiento estético

Shringara es la combinación del amor, la belleza interior y el sentimiento estético de quien danza con lo divino y con la vida. Shri- es también uno de los nombres con los que se evoca a la diosa Lakshmi, reina de la buena fortuna y de todas las cosas hermosas. y alude a la luz iridiscente del principio femenino divino que emana del corazón de todos los seres.

Amar es la meta primordial del camino espiritual y del yoga, el gran paradharma de la humanidad, nuestro gran destino conjunto. Deseamos fusionarnos con la existencia entera, integrando de una vez por todas que la aparente dualidad existe para que celebremos y gocemos en el baile de los eternos polos complementarios. En una pareja uno es Shiva y el otro Shakti, uno es la espada, el otro el cáliz, el bastón y el loto o el lingam y el yoni. Pero el reencuentro de opuestos en el exterior viene a poner de manifiesto la unión indisoluble entre dios y diosa en nuestro interior.

Una persona que ama, ve la belleza en el objeto de su amor y, visto desde otro ángulo, lo bello siempre invita a ser amado. Esta relación entre amor y belleza despierta el sentimiento estético que nos lleva a recrearlo no sólo a través de los objetos materiales, sino también con nuestras palabras y pensamientos. Aunque es cierto que la estética cultural difiere entre los distintos pueblos de la tierra, existe un anhelo de belleza y amor común a los seres que habitamos el planeta. Digamos que todos amamos por igual una flor, la sonrisa de una persona enamorada o la brisa con olor a jazmín en una noche de verano.

Celebración de auto-amor

Amarse a uno mismo es la base sobre la cual se construye la red de amor hacia los demás. El camino espiritual debe llevarnos a ver la propia belleza, a honrarnos, respetarnos por encima de todo y tratarnos a nosotros mismos como dios o diosa. Cada vez que antepones las necesidades de otros a las tuyas propias, cada vez que te niegas, te enjuicias o haces algo contrario a tu naturaleza, estás odiándote. A mí me cuesta mucho comprender esta verdad esencial. En seguida empiezan a aparecer voces en mi cabeza que dicen que eso es egoísmo, falta de fraternidad o de compañerismo. ¿Eres la que esperabas a que otros se sirvieran para comer tú lo que quedaba en la fuente o quizá el que sacrificaba todo su tiempo en cumplir con las expectativas de sus mayores y acababa totalmente vacío? Llegó el momento de decirle adiós a ese patrón para empezar una nueva relación contigo mismo/a. Libérate de la idea de ser la niña o el niño bueno porque una vez que lo hagas podrás amar aún más y, a la vez, ser amado/a por ser quien tú realmente eres.

Pero ¡ojo! porque esta forma de amar no tiene nada que ver con el narcisismo. Amarse a uno mismo no es consentirse los caprichos tontos, ni complacer a las diferentes personalidades o memorias de karmas pasados que hay en uno mismo. Me resulta paradójico observar cómo en una sociedad tan egocéntrica, en la que muchas personas piensan únicamente en sí mismas, nadie es feliz ni sabe relacionarse consigo mismo de una manera sana y equilibrada. Amarse es descubrir la bella esencia que mora en el corazón de los billones de células en tu cuerpo-mente-corazón y cultivar una vida espiritual que adore la consciencia suprema tanto en uno mismo como en los demás. Un ejemplo sencillo de auto-amor sería seguir una dieta sana o un estilo de vida en armonía con la naturaleza.

Amor entre tú y yo

Shringara tiene también una dimensión humana, pasional y erótica. Es el amor de “ser” que busca a otro “ser” para vivir la unión de cuerpos, mentes y almas.  La tradición del tantra yoga está repleta de parejas sagradas que hacen el amor eternamente, es más, no existe dios sin diosa ni viceversa: Rama y Sita, Krishna y Radhe, Shiva y Parvati… tú y tu pareja. Este segundo desarrollo del amor no sólo tiene un aspecto carnal, sino que también trae consigo el deseo de recorrer el camino interno junto a otro ser humano. Nos unimos en pareja para apoyarnos mutuamente, compartiendo, cooperando y celebrando cada instante de vida. Se trata de un acompañamiento íntimo y personal para el despertar de la consciencia. Tiene un lado juguetón muy hermoso, y aun cuando ya has vivido muchos años en tu cuerpo físico conserva su inocencia y jovialidad.

El amor entre tú y yo no sólo tiene una dimensión erótica, ya que existen otras vertientes en las que dos personas se aman sin que haya una relación de pareja. El amor entre amigos, entre hermanos, entre padres e hijos también son maneras de amar. Recuerdo una época en mi niñez en la que empecé a reconocer los celos; mi hermano aún no había nacido, así que debería tener tres o cuatro años. El caso es que un día le pregunté a mi madre que a quién quería más, si a mi padre o a mí. Ella sabiamente me respondió que nos quería igual, pero de maneras diferentes.

Cuando te entregas al amor hacia otra persona, te pierdes de ti mismo, es como si desaparecieras para estar en el otro. Tu mente, junto con sus insignificantes e incesantes problemas, parece que se esfumara. Es una forma de samadhi, de ser igual que el todo, de dejar de sentir sólo tu pequeñez personal para abrirte a la experiencia de lo absoluto.

Amor devocional

Una vez que aprendes a amarte en su justa medida y que practicas el compartir ese amor con otro ser definido en tu mundo exterior, empiezas a sentir que tu amor deja de tener una dirección determinada, surgiendo de tu corazón y dirigiéndose hacia la existencia entera, sin límites ni fronteras. Te has dado cuenta de que la misma esencia de amor bello existe en todos los seres que formamos el universo y que, entre todos, creamos lo que llamamos “dios”. 

En tantra-yoga el amor a lo divino está lleno de sentimiento, sensualidad, y se tiñe de los colores más humanos. El yogin celebra la vida con emoción devocional y crea bellas canciones como elogio y alabanza. Ya sea al universo en su totalidad o hacia un dios-diosa determinado, Shringara despierta el deseo de amar sin límites y de descubrir la belleza interior en todos los seres.

Permite que el amor que fluye de tu corazón sea el más sabroso, jugoso y sensual, una fuente de deleite tanto para ti como para quienes te rodean. Báilalo, ríelo y celébralo en todos sus aspectos. ¡Namaste!

Zaira Leal es autora de Una fiesta para el alma, Ed. Urano 2014, y de un segundo libro que se publicará en junio de 2017. Se considera yoguini desde la cuna y empezó a enseñar yoga en el año 2000. Imparte clases públicas y formaciones para profesores de yoga y meditación, programas de perfeccionamiento para profesores, así como talleres monográficos de salud y temas para la mujer. También trabaja como coach de salud y bienestar del estilo de vida ayurvédico.

Lingüista, es máster en enseñanza y está acreditada en diversos estilos de yoga, meditación y ayurveda.

Más información: zairalealyoga.com / www.facebook.com/zaira.leal.5 | ©zairaleal