Entrevista a Abdullah Mahmud: «El Yoga ha pasado de enseñanza espiritual a producto de bienestar»

2017-11-27

Es un maestro yogui (acharya) “de los de antes”, que vive en Lleida y que hay que conocer. Graduado en medicina ayurveda, economía e ingeniería agrícola, llegó a España en 1991 huyendo de la persecución política en su Bangladesh natal. Entrevista Judit Castellà para YogaenRed.

Fue iniciado en el yoga por su abuelo cuando tenía 7 años. Después de participar activamente en la guerra por la independencia de Bangladesh, en 1972, con 16 años, Abdullah entró en un ashram en Assam (India) para profundizar en el conocimiento del yoga. Allí profundizó en el estudio de las escrituras, la filosofía y la práctica de las posturas, de la  respiración y la meditación.

Aprendió cada una de las 880 posturas tradicionales y que cada una de ellas debía repetirse durante días o meses, hasta poder comprender los mecanismos de acción, el funcionamiento y las aportaciones de cada postura en el plano físico, mental, emocional y espiritual, una investigación personal que posteriormente debía explicar con todo detalle a su maestro.

Una de las prácticas (voluntarias) del yoga en el ashram  es el voto de silencio. Abdullah se acogió a él durante todo un año, dejando de hablar, leer y escribir, permaneciendo solo y sin salir de su celda.

En el mismo ashram estudió los textos de medicina ayurveda, como una parte del aprendizaje de la filosofía del yoga. Pero fue unos años más tarde cuando se graduó en Medicina Ayurveda en el College of Ayurvedic and Unani Medicine (Bangladesh).  Abdullah es también graduado en Ciencias Económicas (Chittagong University, Bangladesh), ha cursado estudios de  Derecho en la misma universidad y  se graduó en Ingeniería Técnica Agrícola (Mymensing Agricultural University, Bangladesh).

Llegó a España en 1991 huyendo de la persecución política, tras haber desarrollado una actividad profesional próspera en el comercio internacional. Y todavía hoy mantiene una estrecha relación con el ashram en el que fue reconocido como acharya o maestro.

Establecido en Lleida hace 20 años, abrió allí un centro de yoga y ayurveda, Dishari, y desde el año pasado acude los viernes a Barcelona para pasar consulta de medicina ayurveda. Lo hace en el Centro Jio de Barcelona.

Conversamos con él y os ofrecemos su conocimiento sobre cuestiones diversas en torno al yoga. Sus palabras evidencian las contradicciones en la difusión del conocimiento del yoga en el mundo occidental y cómo se ha banalizado.

Si quieres proponer preguntas o argumentar alguna de sus respuestas, puedes dirigirlas a Judit@jio.cat

¿Cómo ayuda el yoga a transformar a la persona?
El Yoga no transforma a nadie sino que el estudio y la práctica de  yoga facilitan que el practicante se transforme a sí mismo.

Yoga y razonar, ¿son conceptos incompatibles?
Yoga es una filosofía, y como cualquier otra filosofía, sea especulativa o racional, requiere un desarrollo lógico, argumentativo y racional, por tanto estos dos conceptos no pueden ser incompatibles.

El yoga y la salud, ¿qué hay de cierto en la fama del yoga para combatir insomnio, estrés o equilibrio endocrino?
El objetivo de yoga no es terapéutico, pero su práctica mejora la salud significativamente, siendo un resultado derivado. Asociar  la práctica del yoga con una solución o mejora para el insomnio, el estrés o el equilibrio endocrino parte de un planteamiento hedonista y utilitarista, y quien así lo promueve se mueve por una finalidad puramente comercial o por ignorancia. El yoga hoy es un producto que se vende como remedio milagroso que puede curarlo todo, y eso es completamente falso.

Una persona puede practicar las posturas de yoga, ejercicios de  respiración, sentarse a meditar, pero si es avara o causa daño al prójimo con la palabra, el pensamiento o la acción o trastoca la verdad, será normal que tenga insomnio, estrés y desequilibrio hormonal.

¿Qué relación tiene el yoga con la espiritualidad?
Yoga es una filosofía dual. Acepta dos realidades, Purusha (Ser) y Prakriti (materia), y su objetivo final es Kaivalya (liberación), que consiste en desasociar o separar el Ser de la materia. La espiritualidad es establecerse en el Ser, en el estado del Alma.

¿Qué le falta al yoga que practicamos en Occidente para que ayude a transformar personas?
Al yoga no le falta nada. El problema es que el practicante no tiene un conocimiento correcto de la práctica.

¿En el ashram os pidieron ayudar a expandir estas técnicas?
No, nunca, al contrario. Las enseñanzas que recibimos no deben difundirse sin reserva; tan solo deben transmitirse a aquellos que tienen un sincero anhelo de adquirir conocimiento. Aquellos llamados yoguis que pretenden salvar el mundo o guiar al mundo se aprovechan de la ignorancia o inocencia de la gente.

¿En qué nos estamos equivocando los profesores de yoga para ayudar a que las personas se transformen?
Nadie ayuda a nadie, tan solo servimos al prójimo: hay que cambiar la actitud mental. Antes de enseñar algo a alguien hay que tener un conocimiento profundo del tema: de qué se trata, cual es su origen, en qué consiste, cuál es el proceso de su desarrollo, cómo es el mecanismo de la acción de cada ejercicio y cuál es su finalidad, y  este conocimiento debe siempre coincidir con las escrituras.

El Yoga no es un deporte, es una filosofía teórica y práctica cuyo fin es mejorar la existencia del individuo. Y la existencia es lo más importante que tenemos, por ello podemos decir que es sagrada. No se puede jugar ni mercadear con algo tan valioso, nuestra propia vida.

El yoga lleva unos años en auge en Occidente. ¿Crees que esto puede ayudar a un mundo mejor?
Por supuesto que si. Siempre y cuando los practicantes se formen en las enseñanzas verdaderas del Yoga y las practiquen con rigor y compromiso.

Judit Castellà. Doctora en Biologia (Universitat de Barcelona), diplomada en gestió hospitalària i pública (ESADE), Instructora de Kundalini Yoga por el Kundalini Research Institute (USA). También es instructora de Laughter yoga i Yoga Nidra. Titulada en Habilidades de coaching por la Universitat de Cantàbria, y en Mindfulness y emocioes por la Universitat de Málaga. Fundadora de Programes JIO.