Surya Namaskar y los 12 nombres

2016-12-12

Surya Namaskara o Saludo al Sol está formado por doce secuencias que son lo más dinámico del yoga al comienzo. Su práctica proporciona, como hace el sol, una potente energía que va al cuerpo y a la mente, para mantener en equilibrio la asana. Escribe Mayte Aguado (Maheshwari)

Foto: Can Stock Photo / mrFox

Son 12 las posiciones que son capaces de activar los chakras, siempre y cuando lleguemos a la máxima concentración, y la mejor ayuda es mencionar los 12 nombres del dios Sol mientras lo ejecutamos:

  1. OM Namah Mitraya (El amigo de todos)
  2. OM Namah Ravaye (Alabado por todos)
  3. OM Suryaya namah (La guía de todos)
  4. OM namah Bhanave (El dador de la belleza)
  5. OM Khagaya namah (Estimulador de los sentidos)
  6. OM Namah Pushne (El sustentará todo)                   
  7. OM Hiranyagarbhaya namah (El creador)
  8. OM Marichaye namah (Destructor enfermedad)
  9. OM Adityaya namah (El inspirador)
  10. OM Namah Savitre (El purificador)
  11. OM Namah Arkaya (El radiante)
  12. OM Bhaskaraya namah (El iluminador)  

Se trata de tener una comprensión consciente que prevalezca en nuestra mente. y alrededor de ella gire la respiración, la colocación del cuerpo y la conciencia, en sus dos grados: la conciencia del Yo, para sentir su real existencia, y la segunda la conciencia del Yo Soy, donde nos identificamos con lo Universal, su relación y su contacto.

Obtener estos dos grados de conciencia llega con el tiempo de voluntad en la práctica, que deja huella en la senda. A cada uno le llega de una manera: a algunos les llega repentinamente, a otros gradualmente y a muchos les llega con auxilio de los ejercicios y prácticas.

Por eso es tan importante Surya Namaskar, pues nos ayuda a obtener la vibración necesaria y óptima para alimentar el pensamiento positivo, y a través de su constancia en el tiempo nos permitirá alcanzar ese nivel de frecuencia donde la mente se calma y la esencia del pensamiento es amar.

Surya Namaskar nos ofrece numerosos beneficios, ya sea para nuestro cuerpo como para nuestra mente. Con cada movimiento activamos nuestra propia revitalización solar, al ser una práctica de yoga completa, que recoge las posiciones, la respiración y la meditación en cada postura, de ahí sus beneficios.

Antes de comenzar con el ejercicio del Saludo al Sol debemos tener en cuenta estas 12 premisas:

– Vestimenta y mente simple. Se ha de vestir ropa cómoda, evitando cualquier cosa que oprima nuestra cintura y accesorios innecesarios que interceder en tu práctica.

– Un estomago nada pesado, es decir, para tener una buena práctica y activar nuestra energía es necesario no haber ingerido ningún alimento por lo menos 2-3 horas antes.

– Dueño de tu tiempo. Buscar un horario en el puedas convertir la práctica en una parte de tu día a día. El mejor momento es a la salida del sol, pero si no se puede deberemos hacerlo cuando caiga el sol.

-Busca la quietud. Antes de empezar tumbarse en savasana, ayuda a tomar consciencia de la respiración y del relax de nuestro cuerpo.

– Todo camino necesita a alguien que lo haga posible. Es muy conveniente que tengamos la guía de un profesor de yoga cualificado que pueda llevarte, a través de la forma correcta, realizar la técnica, para ayudarte a mantener la mente en el presente y así fortalecer tu experiencia.

– Tener una comunicación sincera con el profesor de yoga para adaptar el Saludo al Sol a tu condición física, ya que hay varias prácticas (embarazadas, terapéutico, niños…).

– Sonreír, porque mantener una sonrisa suave relaja el cuerpo y la mente, ayudándote a disfrutar mucho más en cada secuencia.

– Comienza lento para proporcionar estabilidad en cada secuencia, para ir conectando en cada una de ellas.

– Escucha a tu cuerpo si lo quieres sentir. Ser consciente de cada secuencia; deja que poco a poco fluya en ti; haz sólo hasta donde puedas llegar cómodamente y luego estírate un poco más. Poco a poco irá mejorando la flexibilidad del cuerpo. Utiliza la respiración como punto de referencia: cuando es liviana y larga los músculos comienzan a relajarse, pero si es irregular, significa que te está sobre-exigiendo.

– Libera las tensiones con las exhalaciones. Haz exhalaciones largas y profundas para unir la respiración, el cuerpo y la mente de forma fácil y sin esfuerzo.

–  Eres único. Evita compararte con otros participantes de la clase, ya que cada cuerpo es único y la experiencia varía según la persona.

–  Con cinco vueltas sientes la energía y la transformación en ti. Cuando termines tu práctica de Surya Namaskar lleva tú atención al corazón y espera que se relaje para pasar a Savasana unos minutos, a fin de enfriar el cuerpo y consolidar la energía producida durante la práctica. Te ayudará a relajar completamente la mente y el cuerpo para dar paso a la concentración plena al comenzar las asanas.Y si sólo hay tiempo para el Saludo al Sol. te ayudará a tener esa regularidad que según los textos antiguos produce longevidad, eficiencia, fuerza y mejorar la salud en general.

El sol, ese gran amigo que nos da la vida; sin él la vida en la tierra no existiría. Practicar Surya Namaskar hace que la energía despierte y fluya dentro de ti.

Regálate diez minutos y vamos a comenzar:

  1. Ponte al borde del mat, pies juntos e inhalar, omoplatos atrás, exhalar derechos y con el pecho y la columna erguida, mirando hacia adelante ponemos las manos juntas delante del pecho donde se encuentra el corazón (postura de la oración de respeto al sol).
  2. Inhalar y levantar estirando manos y brazos (no hombros), manteniendo las manos juntas, y arquea hacia atrás lo más lejos que puedas, pero sin forzar.
  3. Exhala y lleva tus manos hasta los pies inclinándote hacia adelante en la cintura, manteniendo las piernas lo más rectas posible. Luego baja e intenta mantenerlas cerca de las rodillas. Si no eres muy flexible, flexiona las rodillas hasta que consigas esa elasticidad que te lo permita.
  4. Inhala y pon las manos en el suelo. Baja las caderas y estira la pierna izquierda hacia atrás tanto como sea posible, dejando que los dedos del pie y la rodilla toquen el suelo. Mientras has doblado la pierna derecha en una postura agachada, dejando que la rodilla derecha venga hasta el pecho. Mantén las manos en el suelo, los brazos rectos, arquea la cabeza hacia arriba y hacia atrás, como si quisieras mirar al cielo.
  5. Retén y estira la pierna derecha para proyectar una tabla en todo tu cuerpo.
  6. Exhala y baja las rodillas tocando ligeramente el suelo. Baja y lleva frente y pecho al suelo, manteniendo las caderas ligeramente elevadas.
  7. Inhala, estira los brazos y levanta el pecho hacia arriba y arqueando la cabeza hacia atrás como si estuvieras mirando el techo. Los pies y las rodillas deben descansar en el suelo mientras sus brazos sostienen el resto de su cuerpo.
  8. Exhala y sin mover las manos eleva la pelvis. estira las piernas e intenta plantar los talones en el suelo llevando las caderas hacia atrás. Haz que la cabeza mire a tus rodillas, estira bien aquí tu espalda.
  9. Inhala y repite la posición número cuatro, pero estirando la otra pierna (primero doblar la pierna izquierda y el pie izquierdo hacia delante en el suelo). Mantén las manos en el suelo, trae tus caderas hacia abajo mientras mueves el pecho y la cabeza hacia delante, permitiendo que la rodilla izquierda llegue hasta el pecho, y luego arquea la cabeza hacia arriba y hacia atrás.
  10. Exhala y mantén las manos en su lugar mientras llevas la pierna derecha hacia adelante para que esté paralela con la pierna izquierda. Con los dos pies apoyados en el suelo, mantén las piernas rectas, el cuerpo se dobla en la cintura y la frente -si se puede- se apoya en las rodillas.
  11. Inhala y eleva tronco, brazos y manos hacia arriba y arquea tu espalda hacia atrás.
  12. Exhala y ponte recto/a y baja brazos y manos paralelas a tu cuerpo.

Nosotros los seres humanos somos un centro de conciencia en la Vida Una del universo. Nuestra alma ha tenido que ascender muchísimos peldaños antes de llegar a nuestro presente, etapa de desenvolvimiento. Y habrá que subir muchísimos peldaños más antes de liberarnos de las envolturas, tras completar  nuestra estructura mental de todo lo que hemos sido antes, en todas nuestras experiencias y en las de la humanidad, de la que somos parte.

Respira, fluye y ama en la práctica de Surya Namaskar.

Maheshwari (Mayte Aguado). Profesora de Yoga certificada por la Escuela Sivananda en Rudraprayag (India). Discípula de Fernando Díez. Colaboradora de la Fundación Vicente Ferrer y profesora de yoga en Guadalajara.