Lo que hay que saber sobre el asana

2015-12-01

Tras 55 años en la asidua práctica del hatha-yoga, he podido llegar, por mi propia verificación, a captar experiencialmente las raíces y fundamentos del asana o postura de yoga. Comparto una síntesis en las siguientes líneas.Escribe Ramiro Calle.

Pareja yoga

Como tanto insisto en mis clases y seminarios, el yoga se mueve por experiencias y no por creencias. Hoy día, cuando ha surgido una corriente en la que los asanas  se utilizan para el contorsionismo, la exhibición, el culto al cuerpo y el banal postureo, es importante reconectar con la esencia del verdadero asana.

Ya en 1939 el notable psiquiatra Jung afirmaba que el yoga en la India se había convertido básicamente en un negocio, y se preguntaba qué sería del mismo décadas después,  temiéndose  lo peor. Precisa y lamentablemente,  fueron parte de los  primeros mentores indios de yoga llegados a Estados Unidos los que en su mayoría mostraron un hatha-yoga (yoga psicofísico) totalmente desnaturalizado, para poder así mercantilizarlo y rentabilizarlo, sin reparar, inescrupulosamente, en la traición que estaban causando a la verdadera esencia de esta forma de yoga. El hatha-yoga en absoluto propicia el apego al cuerpo, sino que invita a instrumentalizar el cuerpo (base de la pirámide humana y vehículo del Ser) para estabilizar la mente, unificar la consciencia y desarrollar el entendimiento  correcto.

Pero de tal manera se ha degradado el hatha-yoga que se ha puesto al servicio de un bochornoso y obsesivo culto al cuerpo y se utilizan los asanas o posiciones yóguicas como medio para el lucimiento, el envanecimiento y el burdo y hueco contorsionismo. Es deplorable a todas luces que ya aquellos mentores que llegaron a Estados Unidos propiciaran, incluso, campeonatos de asanas, tanto en India como fuera de la misma. Así, para muchos, el asana ha perdido todo su elevado y transformativo alcance y se ha tornado una simple herramienta para el fitness, el endurecimiento de glúteos, el descarado postureo y el superfluo alardear de poseer una acrobática elasticidad. Para ello es mejor hacer sentadillas o abdominales, levantar pesas o meterse en la sauna.  Los asanas no son gimansia, ni deporte, ni un procedimiento para adelgazar. Son algo muy distinto y muy valioso psicosomática y espiritualmente.

Recuerda: En el verdadero hatha-yoga, la ejecución de los asanas dispone de tres fases: hacer, mantener y deshacer

Los movimientos de hacer y deshacer deben ser lentos y  conscientes. En la fase intermedia, la de detención, el practicante aprovecha para vivir a fondo su corporeidad y lograr la unidireccionalidad de la consciencia. La mente se aplica al cuerpo, estando atenta a las presiones, estiramientos, masajes y la respiración. Esta importantísima fase de detención tambien permite controlar los pensamientos parásitos e introvertirse, obteniendo un más elevado nivel de consciencia. Así el esquema corporal se convierte en un apoyo para el entrenamiento metódico de la atención y la práctica se convierte en una meditación a través del cuerpo. Cada postura impone su propia ritmo y forma de respirar. Unas imponen, por ejemplo, la respiración torácica (la Cobra, entre otras)  y las hay que imponen una respiración diagfragmática (como la  Vela).

La repiración debe ser, en la medida de los posible, tranquila y por la nariz. Cuando la mente se dispersa, nos sirve eficientemente para a través de ella reunificarla. No debe el practicante adaptarse tan solo a la postura, sino que la postura debe también adaptarse al practicante en cuestión. Todo esfuerzo excesivo está contraindicado y la persona debe aplicar esfuezos bien medidos tanto al hacer la posición como al mantenerla. Las posturas pueden hacerse de una a tres veces. Las combinaciones son muy numerosas. Existen muchas posturas para hacer asumir al cuerpo posiciones que de otra manera nunca adoptaría, con lo cual ninguna zona del cuerpo, órgano o función pasarán desapercibidos.  Los programas deben variar, aunque dando prevalencia a los asanas más básicos o fundamentales. Realizar siempre el mismo programa es un grave y evitable error. La tempratura de la estancia debe resultar agradable, ni fría ni caliente.

Recuerda: En la ejecución del asana nuca debe haber una actitud competitiva, ni siquiera con uno mismo

No es jamás una práctica acrobática, ni una gimnasia exótica, ni un culto al cuerpo, ni una reafirmación del ego. Los asanas representan un trabajo consciente sobre el cuerpo que afecta al psiquismo y favorece la evolución de la consciencia.

El asana es una preciosa herramienta psicofísica, pero para que su alcance sea el adecuado, debe acompañarse siempre de la atención y combinarse, inconstestablemente, con el pranayama y la relajación consciente, e incluso preferiblemente con otras técnicas del hatha-yoga,  como los mudras y los bandhas. A través de la percepción del cuerpo se llega a la percepción de ser.

Los asanas inciden tambien sobre las energías, para que circulen más libremente. Son una fuente de salud y vitalidad, pero sobre todo un método para conectar con la presencia de ser.

En la ciencia de los  asanas nada es gratuito ni  se ha librado al azar. Los asanas han  sido durante cientos de años verificados y experimentados ad infinitum. Repercuten sobre el sistema nervioso y el endocrino, mejoran la coordinación cuerpo y   mente. Al inmovilizar el cuerpo, hay un cambio de consciencia y percepción que va favoreciendo la transformación interior. Se trabaja con  la atención mental pura, que es la que se limita a percibir lo que es sin juicios ni prejuicios, sin discurso mental. Uno de los logros del asana es que ayuda a inhibir el pensamiento egocéntrico y mecánico.

Recuerda: Sin la aplicación de ejercicios de pranayama, la sesión de asanas pierde mucha de su sustancia

El esfuerzo bien aplicado y nunca excesivo, conduce al esfuerzo sin esfuerzo y la postura se va tornando mucho más confortable y permite un trabajo interior más eficiente. El secreto está en ir porlongando la fase de detención en el asana. Por la inmovilidad del cuerpo se llega a la de la mente, y no olvidemos que «cuando el pensamiento cesa, se revela la luz la luz del ser». Hay posturas que se pueden llegar a mantener de uno a cuatro minutos o más.

Los asanas nada tienen que ver con un ejercicio simplemente aeróbico. Potencian el vínculo entre  el cuerpo y la mente para hacer posible el acceso a una dimensión superior de consciencia donde se manifieste la realidad más profunda que se esconde tras la mente y el cuerpo. Así los asanas nos permiten desencadenar estados superiores de consciencia y  el trabajo sobre el cuerpo hace posible el trabajo sobre la psique. Todas las herramientas del yoga, incluídos los asanas, tienen por objeto transformar la mente. Pero ¿en qué transforma el denominado yoga fitness o el «yoga» gimnástico que tiene por objeto sudar y tener un trasero más recogido?

Mediante los asanas se trata de restablecer el equilibrio entre el cuerpo y la mente. Si el cuerpo y la mente están mejor armonizados, será también más facil el trabajo espiritual. El asana nos permite situarnos en el presente y así liberarnos de condicionamientos de pasado y de futuro. Se adentra el practicante en su propio universo psicosomático para conocerlo de primera mano. Representa una exploración consciente y voluntaria.

En el verdadero hatha-yoga, el asana es un medio para frenar la mecanicidad o robotismo y poder reencontrar la libertad interior. El control sobre el movimiento, sobre la respiración y sobre la mente, le permite al practicante aproximarse al sentir de su propia esencia. Si se ejecutan de acuerdo a los requisitos necesarios, son siluetas corporales que ayudan a servirse del cuerpo para ir más allá del cuerpo. Se unifican el cuerpo, la respiración  y la mente. El asana se vuelve un apoyo meditacional.

Recuerda: El hatha-yogui se sirve del poder del cuerpo para desarrollar el de la mente. Cuerpo y mente se convierten en un trampolín para acercarse a la propia esencia.

Los asanas no solo inciden sobre la fisiología ordinaria, sino también sobre una fisiología sutil. El verdadero hatha-yogui no trabaja sobre su cuerpo para exhibirlo o pavonearse de la elasticidad conquistada. No se trata de una simple cultura física o una gimnasia exótica, sino de un medio para armonizar el cuerpo y la mente en base a abrir una vereda hacia la realidad más profunda que subyace en uno mismo.

Si muchos asanas tienen nombres de plantas o animales es para reportarnos un sentido ecológico y de unidad con todas las criaturas sintientes. El hatha-yoga es un peldaño de la escalera hacia el radja-yoga o yoga mental.

Uno puede obtener a través del asana una salud más estable, mayor vigor, equilibrio psicosomático, bienestar, longevidad, sosiego, plenitud, pero el asana no solo es una fuente de bienestar físico, sino, en especial, de estabilidad psíquica y y cultivo espiritual.

Ramiro Calle

RamiroCalleMás de 50 años lleva Ramiro Calle impartiendo clases de yoga. Comenzó dando clases a domicilio y creó una academia de yoga por correspondencia para todo España y América Latina. En enero de l971 abrió su Centro de Yoga Shadak, por el que ya han pasado más de medio millón de personas. Entre sus 250 obras publicadas hay más de medio centenar dedicadas al yoga y disciplinas afines. Ha hecho del yoga el propósito y sentido de su vida, habiendo viajado en un centenar de ocasiones a la India, la patria del yoga.

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