Libro: De las células a las civilizaciones

2013-11-21

¿Sería posible que existiese una teoría unificadora que abarcara toda la vida en el planeta? ¿Sería posible que los genes tuvieran algo en común con las civilizaciones más modernas? Posible o no, es lo que el biólogo Enrico Coen ha tratado de demostrar en su último libro, De las células a las civilizaciones (Crítica), por el que ha ganado el Premio Winton de la Royal Society editado por Princeton University. Por Koncha Pinos-Pey para Espacio MIMIND.

celulas a las civilizaciones

Coen ha tratado de revelar las relaciones que existen entre la genética, el desarrollo de la mente y la evolución de la cultura. Al presentar una teoría unificada que explica la interacción funcional y a la vez mecanicista, se ha propuesto quizás el desafío biológico más grande que jamás hayamos pensado; profundizar en la comprensión del cerebro y a la vez de la biología.

Quizás genes, desarrollo, evolución y mente no son más que un proceso subyacente de las mismas manifestaciones en diferentes planos de la vida. Esta perspectiva tan radical e innovadora nos daría una comprensión increíble de las verdades profundas y de qué pasa con las culturas, las percepciones y los procesos de transición entre la mente y el mundo que genera.

El escritor Enrico Coen, que es también un artista, se ha inspirado en la pintura para identificar seis rasgos o elementos clave a observar: vitalidad, pincelada, forma natural, color, composición y copia. Así ha podido establecer un paralelismo entre los siete principios fundamentales que él considera esenciales en la “fórmula de la vida”: variación de la población, persistencia, refuerzo, competencia, cooperación, riqueza combinatoria, combinaciones de proteínas disponibles y recurrencia.

A través de estos siete principios Coen ha desarrollado un argumento a favor de la forma en que se llevan las transformaciones en el marco mecanicista y biológico de la vida. Entre los siete principios destaca dos como fundamentales: el refuerzo y la competencia -a la que atribuye unas consideraciones especiales-.

El uso de las artes visuales en el libro lo hace especialmente atractivo, como una herramienta neuroplástica, con obras de Claude Monet, Pierre- Auguste Renoir y Paul Cezanne, entre otros. Creo que la motivación de Coen es acercar las ciencias biológicas, filosofía y arte, y hacer que estos campos se entrelacen en la neurociencia para un lector neófito. Lo consigue, nos explica por qué y para qué, pone a prueba esa teoría unificadora subyacente y cómo esos cambios de base biológica -como la meditación- llegan a producir cultura.

Coen cree que nuestro potencial genético, evolutivo, cultural y de desarrollo es como las nubes que se mueven en el cielo: regidos por los principios de la complejidad y la hibridación del entorno. Tal vez me hubiera gustado que dijese más cosas de la economía. Pero tengo que decir que leerlo es imprescindible si queremos aprender desde biología a cultura. Es bueno, tanto como Richard Dawkins o Steve Jones, y la manera que usa el lenguaje, hace que la lectura sea creativa y fascinante.

Me encanta el libro, y lo pongo en la lista de los imprescindibles de mis estudiantes. Sospecho que los yoguis encontrarán muchas resonancias…. Ahora por si acaso, volvamos a meditar.

El autor

Enrico CoenEnrico Coen está especializado en genética molecular de plantas  y desarrolla su labor en el John Innes Centre de Norwich, Reino Unido. Autor de The Art of Genes, es miembro de la Royal Society y asociado de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.  Entre sus premios se incluyen la Medalla de Oro del Linnean y la Royal Society Darwin Medal.

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