La inteligencia de la felicidad

2016-04-04

Felicidad. Manual de instrucciones es un libro que nos inspirará para escribir páginas de felicidad, plenitud y luz en nuestras vidas. Incluye diez meditaciones prácticas o visualizaciones que nos ayudarán a transformar gradualmente nuestro estado interior.  Su autor, Javier Salinas, escribe este artículo.

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Yo no puedo saber si estás leyendo este artículo. Yo, simplemente, lo estoy escribiendo desde una casa en el campo, después de dar un paseo y después de haber acariciado un burro que comía las hierbas del camino.  Ha sido un paseo solitario pero acompañado por los sonidos de la naturaleza, por el viento, los pájaros, algunas ovejas, las piedras que resonaban bajo mis pies. En un momento dado me he detenido, he cerrado los ojos, y todo hablaba, todo cantaba.

He estado en ese momento solamente ahí, parado en medio del campo, escuchando, dejándome acariciar por el mundo. No he pensado en nada, ni en las cosas que podían ir mejor en mi vida, ni en las que podían ir peor. Tampoco he pensado en la felicidad ni en la tristeza, simplemente me he permitido escuchar la vida. He visto un corderillo saltando simplemente por estar vivo y entonces he pronunciado las palabras felicidad y sabiduría. ¡Quién sabe por qué!

Es difícil no estar tranquilo en el campo y no comprender que la mayor parte de las veces somos nosotros mismos los que espantamos la felicidad de nuestro lado siempre tratando de hacer la vida más perfecta de lo que es. Tratando de organizar la vida a nuestra manera.

Inteligencia sin resistencia

El viento sopla como quiere, la luz llega a través del espacio, las galaxias se expanden y el universo hace sus procesos mientras nosotros nos preocupamos constantemente por cosas que no existen más que en nuestra imaginación. Tenemos miedo a que el universo no salga a nuestro favor. ¿Pero qué podemos hacer al respecto?

Muchas veces culpamos a la vida sobre lo que nos sucede. “La vida me ha hecho esto, la vida me ha hecho esto otro”, solemos decir. Es doloroso, lo sé. No estoy hablando de nada que no suceda. Pero cuando estas cosas suceden no sirve de nada quejarse ante la vida. ¿Quién sabe por qué suceden?

¿Acaso cuando suceden cosas hermosas te preguntas por qué? Imagínate que cuando te sucediera algo hermoso, en lugar de aceptarlo y disfrutarlo, te volvieras hacia la vida y le preguntaras: “¿Por qué me tiene que suceder a mí?”

Sería un poco absurdo, ¿verdad? Pues con las cosas difíciles, incluso con las muy difíciles, es lo mismo. Y ya que no puedes disfrutarlas, porque te duelen, el secreto es aceptarlas y permitir que la experiencia llegue hasta tu centro. ¿Quién sabe cuál es su mensaje profundo para ti? ¿Quién sabe lo que vas a ser capaz de hacer con la experiencia que te ha tocado vivir?

Cuando suceden estas cosas, el mayor dolor que experimentamos es el dolor de resistirnos a eso que nos ha pasado. El dolor de estar creando una resistencia a lo que nos ha sucedido.

Piensa que te sucediera algo muy hermoso y no te permitieras sentirlo. ¿Sería también muy difícil y te causaría dolor, verdad? Pues eso es lo que nos sucede con lo difícil, con lo que nos hace sufrir o nos daña.

La verdad es que la mayor parte de nuestros problemas tienen que ver con tratar de comprender el universo, todo lo que sucede, con nuestras pequeñas mentes, y por clasificarlo inmediatamente como “bueno” o como “malo”. Es como si nos enfadásemos por no conseguir resolver un puzzle de mil millones de piezas. No tendría mucho sentido, ¿no es cierto?

Por eso los grandes maestros recomiendan obrar lo mejor que uno sepa y pueda en su vida, y dejar al final que los resultados los decida la vida misma o el universo, como lo quieras llamar. Es decir, haz lo que puedas y sepas para vivir mejor, pero lo que vaya a suceder en tu vida, no está bajo tu control. Y ya sabes que en tu vida te van a suceder cosas de todos los tipos.

Has de dejar de culpar a la vida o a Dios o a los demás por lo que te sucede. Si no, te vas a pasar la vida cultivando la venenosa planta del rencor, y, cuando mueras, te darás cuenta de que fue por nada, de que estuviste equivocado y de que todo estaba bien. Verás el plan, lo comprenderás y te dirás: “¡Ah, si lo hubiera sabido!”.

Pero bien, ahora que ya lo sabes. ¿Qué vas a hacer al respecto? ¿Vas a seguir como hasta ahora? ¿O vas a cambiar? Ten en cuenta que ésta no es una visión resignada, sino una visión inteligente. Una visión que se acerca más a la inteligencia de todo el universo. Y, por tanto, una inteligencia al servicio de la felicidad.

Decídete pues cuanto antes, ahora mismo (no pierdas ni un segundo), a ser fuente de luz, decídete a no escribir cartas de quejas a la vida. Y no te juzgues cuando pierdas el rumbo, cuando te olvides de todo esto, cuando desfallezcas. Simplemente levántate, respira con profundidad, ámate mucho y cuídate. Y ten la certeza de que vas a salir adelante y de que te vas a convertir en una luz para los demás.

Palabra del universo.

Javier Salinas es escritor y profesor de yoga. http://www.yoga-you.org/