Entrevista con Michael J. Stewart: «El aspecto físico es el que atrae a los occidentales al yoga»

2014-11-03

Michael J. Stewart es un profesor internacional de yoga  en continua peregrinación por el mundo. Ha estado en Madrid impartiendo un curso de  Tantric Hatha Yoga en la Escuela Internacional de Yoga. Es una entrevista Yoga en Red.

Michael Stewart

Se ha formado en el célebre estudio Jivamukti en Nueva York y también  con maestros Iyengar Sharat Arora y Rajiv Chenchani en la India. También ha estudiado con Sri Dharma Mittra, y actualmente está formándose en Rajanaka Yoga con el Dr. Douglas Brooks.

Su enseñanza se inspira en la espiritualidad de Swami Sivananda y el profundo conocimiento de Patanjali. Michael es un apasionado de la práctica de mantras y kirtan. Lo hace en un estilo peculiar que le permite combinar su amor por la música africana y su conexión con mantras sánscritos tradicionales.

También es conocido internacionalmente como profesor de percusión africana, coreógrafo y director de teatro. Se le contacta en lokavidu.com

Recientemente estuvo en Madrid para ofrecer, por segundo año consecutivo, un curso de especialización de Tantric Hatha Yoga en la Escuela Internacional de Yoga. Una ocasión que nos permitió encontrarnos de nuevo:

¿Qué has enseñado en el curso intensivo que has hecho en la Escuela Internacional de Yoga? ¿Qué es lo que más te ha interesado transmitir?
El Tantric Hatha Yoga tiene elementos del Hatha Yoga, como asanas y pranayama, y también otros elementos propios del Tantra, como mudras y mantras. El taller ha sido muy intensivo, porque en el mundo de hoy nuestro tiempo es limitado. Intento obtener mejores resultados en menos tiempo integrando todos estos elementos, para poder llegar a todos los aspectos del ser, pues somos seres físicos, seres mentales y sobre todo seres espirituales.

Pero la práctica de yoga no es algo que uno tiene que creer, sino que hay que experimentar.

¿En qué disposición has encontrado a los alumnos?
Esta es mi segundo curso intensivo en la Escuela Internacional de Yoga, y puedo decir que la preparación que reciben aquí los alumnos es perfecta para prácticas como la mía, pues abre sus mente. Aquí he encontrado alumnos muy receptivos, al contrario que en otras escuelas en las que están muy cerrados y es muy difícil sacarles de la práctica a la que están acostumbrados a hacer de forma rígida, un día sí y otro también.

El año pasado ya encontré a la gente muy abierta, pero este año ha habido más personas y con una actitud de mayor apertura. Estoy muy satisfecho.

Estoy interesado en continuar explorando la evolución de estos alumnos. Volveré una tercera vez siempre que ellos también sigan trabajando. Yo soy el que introduce una serie de conceptos pero el trabajo depende de cada estudiante; si el alumno no trabaja y no explora por sí mismo, no sirve de nada. Cuando vuelva quiero continuar donde he dejado el trabajo, no empezar de nuevo.

¿Qué opinas de la evolución del yoga en occidente? En España hay mucha preocupación respecto a las prácticas más gimnásticas del yoga y si pueden influir negativamente en e l futuro de esta disciplina milenaria.
Esta cuestión ha estado ahí siempre. Hace unos años yo era muy reacio a estas modalidades muy físicas del yoga; consideraba que la práctica solo física del yoga no era yoga. Pero con el tiempo mi pensamiento ha ido evolucionando.

Ahora opino que el aspecto físico del yoga es el que atrae a la gente de occidente al yoga, y cuando están ya dentro de esa rutina física, hay un porcentaje de gente, un 10 % tal vez, que se interesa por profundizar un poco más porque se da cuenta de que el yoga es mucho más que su dimensión física y que hay muchos otros aspectos sutiles en los que puede ser interesante profundizar. Conseguir que gracias a esa primera parte puramente física haya un 10% de gente que se dé cuenta de estas sutilezas, es algo maravilloso.

En nuestra sociedad occidental tenemos una vida muy activa, y nuestra mente está permanentemente en estado de emergencia, con un montón de estímulos exteriores, de problemas, de estrés. Entonces la práctica física es muy necesaria para atraer la mente, focalizarla y evitar que se distraiga. Porque cuando haces una práctica física fuerte, tu mente no se distrae; está en la práctica. Entonces, el trabajo físico es como un filtro necesario para entrenar la mente en no dispersarse en tantos puntos a la vez. La mente es como un niño que de distrae con todo, y concentrarla en el aspecto físico permite que puede seguir explorando las sutilezas del yoga.

Por otra parte, es cierto que hoy el yoga mueve dinero y negocio, desde la variada oferta de centros que existe hasta la ropa o las esterillas, pero así es como funciona el mundo y tenemos que aceptarlo en vez de considerarlo algo totalmente negativo. Siempre y cuando no perdamos la conciencia de lo que es el yoga y su auténtica esencia.

¿Cuáles son tus proyectos más inmediatos?
Ahora mismo estoy comprometido en un proyecto conjunto con la Escuela Internacional de Yoga. Estoy grabando vídeos para que los alumnos puedan seguir mis clases online aunque yo no esté presente. Yo viajo muchísimo; ahora me voy a Marruecos, luego a Berlín y a Nueva York… Pero aunque pueda dar clases online, también necesito conocer la práctica del alumno y ver qué grado de compromiso tiene con su práctica, y eso tengo que hacerlo en directo.

La práctica de Tantric Hatha Yoga requiere mucho compromiso, no es algo que puedas hacer un día y luego dejarlo; es algo que requiere un trabajo diario y un esfuerzo grande, y a pesar de ello, si conoces bien la práctica, los mudras, los mantras, los asanas y el pranayama correcto que necesitas en un momento concreto, no hace falta que le dediques cuatro horas al día, sino que puedes sacarle partido con 20 minutos. Pero por eso es tan importante comprometerte y conocerlo a fondo, para poderle sacar verdadero partido a la práctica.

De ese 10% de gente que se interesa por los aspectos sutiles que van más allá de la práctica física del yoga, hay un 1% de personas que desean profundizar aún más en la exploración de sí mismas. Esas personas, siendo pocas, son las que me hacen sentir tan motivado en mi trabajo con el yoga. En ese sentido, estos días en España han sido maravillosos, pues me llena de alegría haber conocido a tanta gente que ha venido al taller y que se pregunta “quién soy yo”. Y cuando estoy delante de estas personas es cuando descubro de nuevo por qué estoy trabajando en esto.

La experiencia de Sara

Sara Mingo nos asistió amablemente con la traducción de esta entrevista y también nos aportó su experiencia como participante en el taller de Tantric Hatha Yoga de Michael Stewart.

“No conocía nada sobre Hatha Yoga Tántrico y ha sido una experiencia increíble, como una puerta que se abre y accedes a un mundo nuevo de conocimiento, de conciencia. El taller ha sido muy intenso y tienes que asimilar mucho contenido en muy poco tiempo, pero cuando pasan los días te deja una huella que es muy grande y sientes ganas de seguir indagando.

¿Qué dónde está la diferencia respecto a otros cursos o talleres? Yo nunca había profundizado tanto en los mudras y los mantras; su integración con la práctica del Hatha Yoga le da una dimensión muy interesante».