Entrevista con Ajahn Brigitte: «La práctica principal es estar consciente en tu vida diaria»

2015-03-19

Una mujer que ha entregado su vida a mejorar sus cualidades humanas y las de otros. Europea, menuda, de gesto agradable, empezó en el yoga hasta que un día decidió dejar familia y una vida cómoda para seguir las enseñanzas budistas theravadas en Tailandia. La entrevista Isabel Ward en Madrid -donde ofrecerá un seminario- para Yoga en Red.

Ajahn Brigitte

Desde ese momento, no ha dejado de cultivarse y de recibir conmemoraciones por su labor humanitaria. Empezó profundizando durante años en las enseñanzas de Mahasi Shayadow y continuó a través de diferentes maestros recibiendo enseñanzas sobre la atención, desde distintos enfoques hasta nuestros días.

Galardonada por la ONU y por la princesa Chulabhorn, no ha dejado de ser una mujer activista en la búsqueda por mejorar las condiciones humanas hasta donde puede. Hoy visita Madrid, donde impartirá un seminario en Yoga Anandamaya.

Hoy oímos mucho hablar de mindfulness, cuyo significado es «atención plena», como un nuevo descubrimiento occidental que parece alejado de otras tradiciones. ¿Qué es atención plena o mindfulness?
Presencia y conocimiento. Tomar consciencia, y sobre todo permanecer en el estado de mindfulness o atención plena va sucediendo paso a paso: se empieza percibiendo los movimientos del cuerpo y las sensaciones que emergen de él en este instante, observando las impresiones que surgen en la mente y, finalmente, entendiendo que la verdadera naturaleza (dhamma) de las cosas está constantemente emergiendo y cesando a cada instante.

 ¿Qué es meditación?
Hay muchos tipos de meditaciones; la mayor parte de las escuelas distinguen entre concentración, que es enfocar la mente en un único objeto rehusando todo lo que acontece alrededor, e introspección, vipassana, donde atendemos a todo lo que está presente sin rechazar ni alimentar nada de lo que va sucediendo en nuestro entorno.

¿Crees que la meditación es útil para la persona normal y corriente? ¿Por qué crees que cualquiera de nosotros debería meditar?
La mente se calma, nos da más paz (samatha: concentración), y el hecho de ser conscientes de nuestro entorno y del cómo reaccionamos a cualquier cosa que nos ocurre nos ayuda a no reaccionar de una forma que nos genere sufrimiento o genere sufrimiento a otros.

¿Qué clase de meditación nos recomendarías?
Vipassana es una buena meditación para todo el mundo. Pero aunque practiquemos vipassana, debemos empezar practicando concentración, samatha. La mente sólo puede estar en el presente si está en calma y la concentración nos proporciona paz y relajación mental

¿Es posible el silencio? ¿Existe el silencio o es un estado de la mente?
El silencio es natural como lo es el ruido. Ambos forman parte de la vida. Posiblemente tengamos un problema, dado que normalmente solo nos focalizamos en el ruido. Pero realmente ambos coexisten al mismo tiempo. Si no existiera el silencio no existiría el ruido. Si no hay silencio en la mente no puede haber ruido en la mente. Si no hay movimiento no puede haber quietud.

¿Que nos recomendarías hacer para ser capaces de observar y permanecer en el silencio?
Aceptar el ruido, el movimiento de la mente y focalizar la mente en un objeto, algo que podamos sostener, como la respiración o la repetición de un mantra.

 Si tratamos de concentrar la mente pero siempre está saltando de un objeto a otro o se pierde en un pensamiento, ¿qué podemos hacer para llegar a ese estado de calma?
La paciencia es un factor muy importante para limpiar la mente. Podemos ver cómo el pensamiento emerge y del mismo modo podemos dejarlo marchar y volver a nuestro objeto de concentración. La atención en la respiración es muy buen objeto para principiantes. La mente se abstraerá constantemente, no importa… paciencia. Cuando te des cuenta, vuelve a tu objeto de concentración. Es un entrenamiento. Normalmente la gente que viene a los retiros necesita tres días para que la mente se calme. Pero funciona para todo el mundo.

¿Es meditación igual a concentración?
No solo. Empieza calmando la mente con concentración, luego ábrete y permanece atento. Si sólo trabajamos con concentración, podemos quedar absortos y no darnos cuenta ni de lo que ocurre a nuestro alrededor ni en nuestro interior, no obtenemos sabiduría. Necesitamos de ambas: de la concentración hasta un cierto punto y abrirnos al mindfulness, atención plena, para entender la verdadera naturaleza de la vida.

Buda enseñó acerca del sufrimiento y de la posibilidad de liberarnos de él. ¿Qué consejo nos puedes dar para liberarnos de nuestro sufrimiento?
Primero, debemos entender las cuatro nobles verdades. Todo es sufrimiento, dice la primera noble verdad. Hay una causa del sufrimiento, y esta causa es siempre la misma: el apego, segunda noble verdad. La tercera noble verdad habla del cese de sufrimiento (nirvana), y la cuarta noble verdad es el camino que conduce al cese del sufrimiento, el óctuple sendero.

Me gusta hacerlo simple. Si el apego es la causa del sufrimiento, ¿cuál será la causa del cese del sufrimiento? Por supuesto soltar. Diariamente tenemos múltiples oportunidades para dejar ir. Podemos elegir andar por el camino del sufrimiento si queremos, sosteniéndonos y apegándonos lo más posible, o podemos decidir caminar hacia la libertad, haciendo lo contrario, dejando ir, tratando de no apegarnos.

Imagina una persona que suele meditar y algo ocurre en su vida que durante la meditación todo el sufrimiento viene encima, no lo puede evitar y es muy, muy intenso; el corazón duele y los pensamientos tratan de comprender lo sucedido. ¿Qué le recomendarías a esta persona?
La meditación tiene que formar parte de la vida individual. No consiste solamente en sentarse y cerrar los ojos. Esto sólo es práctica formal, pero la verdadera meditación tiene que ser parte de la vida cotidiana. Nadie es capaz de evitar las dificultades de la vida, es natural. Pero podemos tratar de que nuestra mente no esté muy apegada a esas dificultades. La meditación no va a resolver tus problemas: te ayuda a tratar con ellos. Aprendemos a disociar. Normalmente cuando tenemos problemas, nos convertimos en el problema. Un meditador ve el problema, pero no se identifica con él, no llevamos el problema con nosotros todo el tiempo. Cuando comemos, comemos, cuando dormimos, dormimos, cuando estamos con la familia, estamos con la familia, y cuando es momento de resolver el problema, lo hacemos. Cada cosa a su tiempo, y el problema no destrozará nuestra felicidad.

¿Es práctica todo lo que tenemos que hacer?
Sí,  pero la práctica tiene que llegar a convertirse en parte de la vida. La práctica principal es estar consciente en tu vida diaria. Estar más presente en cada cosa que haces, hablas o piensas. La práctica formal de sentarnos a “meditar” solo nos entrena para la vida real.

¿Cómo sabemos que hacemos la práctica correcta o correctamente?
En vez de proyectar la mente siempre hacia fuera, trata de observarte a ti un poco más. Observa tu cuerpo y qué está haciendo ahora, observa tu mente cómo está pensando y reaccionando al contacto con el exterior. Por supuesto, pierdes la atención plena miles de veces durante el día, pero no te preocupes; cuando te acuerdes, volverás a conectar con el momento presente y te observarás. De eso se trata. No hay que rendirse, todo se irá desarrollando con cada momento de atención plena.

 ¿Recomendarías la meditación a los niños?
Los niños pueden empezar a meditar. Es importante que el método sea simple. Favorece contarles una historia saludable mientras permanecen con los ojos cerrados y focalizan la atención en lo que se les va contando. Cuando más temprano empiezan mejor; la atención se convierte en una segunda piel.

¿Y para una persona enferma?
¡Por supuesto! Con mis estudiantes practicamos mucho la meditación tumbados. Es muy útil para cuando somos ancianos o estamos enfermos. Enseño a muchísimas personas que están acostadas. Muchas enfermedades se han creado a través de la mente; por tanto, la meditación es de gran ayuda para el proceso de sanación.

 ¿Eres feliz?
A veces hay felicidad, a veces participación, otras ecuanimidad. Mi estado cambia y en mi mente nada permanece mucho tiempo. Sólo vemos nuestro progreso si miramos hacia atrás. Pregúntate como reaccionarías a tal o cual situación hace cinco años, hace dos, ¿es diferente ahora? Si hay menos ira, codicia, desesperación… eso es. Este camino funciona. Únicamente no esperes demasiado de una vez. Es un camino de andar, más que un objetivo a obtener. Si nos apegamos al objetivo olvidamos vivir la vida, olvidamos ser aquí y ahora.

Seminarios de Ajahn Brigitte en Madrid

Introducción al Noble Silencio: viernes 20 de marzo a las 19.30 hrs:

Dónde: Centro Anandamaya. c/Alcalá 68. Madrid

Entrada libre. Donativo voluntario

Seminario Vipassana: sábado 21 de marzo de 9.00 a 20.00 hrs  y domingo 22 de marzo de 9.00 a 19.00 hrs

Precio: 40 €

Dónde: Centro Anandamaya. c/Alcalá 68. Madrid

http://www.retiroanandamaya.com/