El axioma del yoga

2014-01-07

El diccionario de la Real Academia de Lengua Española define al axioma como una “proposición tan clara y evidente que se admite sin necesidad de demostración”…  Algo extraño salta a la vista, por lo que se impone una segunda lectura para tratar de detectar el motivo de la extrañeza… Escribe Emilio J. Gómez.

Axioma Yoga

“No hubo separación, lo imaginaste”.
René Magritte

Lo extraño se encuentra con rapidez. Se trata de la frase: “…se admite sin necesidad de demostración”. Es decir, que si se escucha una proposición expuesta de forma clara y evidente, pasa a ser admitida sin necesidad de demostración alguna (¿!)

Esto es más peligroso de lo que a primera vista pudiera parecer, pues algo que se admite sin una demostración, o al menos una reflexión sobre lo oído y/o leído, puede convertirse en la introyección de una proyección mental que incite a quien la haya ingerido a obrar en consecuencia con el mensaje recibido.

El axioma del yoga

Por ejemplo, consideremos el axioma que la tradición del yoga nos ofrece cuando afirma que: “En el momento de la concepción, consciencia (Shiva) y energía (Shakti) quedan separadas y alojadas en la cabeza y base de la columna vertebral, respectivamente, dando lugar al nacimiento de la dualidad, con todos los pares de opuestos: tú y yo, bien y mal, amor y odio, etc.”

Cuenta la tradición que por el mero hecho de nacer el ser humano se ha escindido de la unidad primigenia. La energía Kundalini-Shakti se queda dormida en la base de la columna vertebral, en Muladhara chakra, y hay que despertarla para que ascienda a través de Sushumna nadi, hasta regresar a la fuente original a través de la experiencia del Samadhi, la iluminación o estado de supraconsciencia, que se genera cuando tal energía Kundalini-Shakti llega a Sahasrara chakra, donde se fusiona con Shiva, la conciencia pura.

Puede ser que todo ello sea cierto, pero también puede ocurrir que no. No importa. Lo que sí es importante es el alto riesgo de extravío en que el practicante puede incurrir si llega a creerse tal axioma sin ser sometido a un análisis serio y profundo.

Si tal fuera el caso, como consecuencia de ello emergería la pregunta: ¿qué hay que hacer para despertar la energía Kundalini y así poder regresar a la unidad de la que un día parece ser que se escindió?

Para dar respuesta a esta cuestión la tradición ha creado toda una serie de posturas, respiraciones, rituales, cánticos, deidades, yogas… etc., dando lugar a toda una amalgama de prácticas en las que es posible perderse tratando de despertar una energía que en teoría todo indica que está dormida.

Comprender

Sin embargo, el ser humano nunca se ha separado de la fuente original, tan sólo lo ha olvidado, o como mucho lo ha imaginado. El hombre, en su proyección e identificación con el mundo exterior ha olvidado su auténtica naturaleza que es espiritual, y con tal olvido se ha topado de bruces con el sufrimiento. El hombre sufre y con buen criterio cree que si retorna al origen encontrará alivio al sufrimiento.

Regresar a la condición espiritual y natural del hombre no es difícil ni fácil; tan solo es necesaria la comprensión de que jamás se ha estado separado. Los velos de Maya, la ilusión, y Avidya, la ignorancia, se rasgan con la espada de la comprensión. Es la comprensión, fruto del discernimiento, lo que despierta a la energía dormida en la base de la columna vertebral.

¿Cómo regresar al sitio de donde nunca se ha salido? Quizás nada haya que hacer, ni tampoco ningún sitio a donde ir. Tan solo bastaría con recordar que siempre has sido, eres y serás Eso. Nunca has dejado de serlo. Ahora, tan sólo se trata de vivir en consonancia a este conocimiento.

Advertencia final

Todo esto podría ser también un axioma.

Quién es

Emilio J. Gómez, profesor de yoga de la escuela de yoga Silencio Interior.

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