Reportaje: ¿Existe el yoga VERDADERO?

2013-04-29

En la última semana Yoga en Red ha contado con dos artículos en las antípodas. Por una parte el de Roberto Rodríguez Nogueira, en contra del “fudamentalismo yóguico”, es decir, de quienes dictan cómo tiene que ser el yoga. Y por otra, la opinión de Ramiro Calle clamando contra los “yogas adulterados”. Revisar las opiniones de otros expertos nos puede ayudar a entender y distinguir los matices del yoga y su esencia.

Yoga verdadero

Recordemos la opinión de Roberto Rodríguez Nogueira publicada hace poco: “El yoga es un espejo, no un manual (puro, milenario) de cómo deberías ser. Más puro y milenario que tú no hay nada”. (Fundamentalismo yóguico)

Y la de Ramiro Calle días más tarde: “Deberíamos aprender a discernir entre el yoga-yoga y el yoga-marketing o yoga-mentira” (Si Pantañjali levantara la cabeza)

Escuchemos el resto de opiniones sobre lo que es y lo que no es el yoga:

Amable Díaz: “Hay muchas escuelas que tienen mucho camino que hacer para llegar a un estado de liberación (kaivalya en el sistema Yoga; moksa en el sistema Vedanta), y lo que hacen es condicionar a tope. Eso sería para mí una cuestión muy importante: el yoga tiene ayudarnos a alcanzar lo más que podamos una LIBERTAD con mayúsculas”.

Arjuna: “Es un tema delicado, porque cada línea o cada escuela cree estar viviendo en la autenticidad y es posible caer en la tentación de creer que los demás están equivocados. Creo que la palabra es honestidad, y cualquier intento de vender sueños o de manipular voluntades tiene los días contados. Hay que salir de cualquier fundamentalismo en el yoga. No hay que confundir la esencia de nuestro conocimiento con la forma que pueda adoptar éste en un momento determinado, de la misma manera que el agua puede adaptarse a diferentes continentes sin dejar de ser siempre la misma agua”.

Cristina Mata: “Independientemente de que tú cantes un mantra con guitarra o en tejanos, no olvides que esto forma parte de una tradición que hay que respetar pensando que eso no es tuyo, sino que ha llegado a tu vida para darte muchas herramientas, muchos caminos que te permiten acceder a esa humanidad que llevas dentro”.

Enrique Moya: “Aun siendo un sistema de recorrido milenario, bien es verdad que a Occidente el yoga ha llegado acompañado de estructuras religiosas y culturales que para un occidental deben ser solo un referente que hay que actualizar y trascender”.

Eva Espeíta, Swami Radhananda: “A veces hace falta la restricción y a veces no; de hecho, para algunas personas la austeridad puede ser contraproducente, porque ya están muy reprimidas de por sí o son demasiado austeras. Cada persona tiene un equilibrio diferente, y eso es algo que muchas escuelas de yoga no tienen en cuenta. Cada individuo tiene acceso a la consciencia, cada individuo es el guru en esencia y lo está trabajando”.

Godfrey Devereux: “El yoga no necesita presunciones ni creencias, sólo honestidad. Mira a los ojos y pregúntate si lo que ves es verdad. La lucidez debe ser tu única autoridad”.

Gopala: «En Occidente nos gusta cambiar, no admitimos bien el concepto de ‘lo clásico’, lo que siempre se ha hecho. Así que saltamos del yoga aeróbico al anaeróbico, del yoga acuático al yoga con calor… En el fondo es una manera de que distintas generaciones se aproximen al yoga. Nosotros, desde una escuela clásica (Sivananda), lo miramos con respeto absoluto”.

Gustavo Plaza: “Desde hace algunos años se comenzó a importar el yoga gringo, con su exagerada preocupación por el cuerpo y su descuido casi completo de la mente y el espíritu.Por suerte, las personas están regresando a las escuelas serias del hatha, radja, bhakti, gñana, tantra, laya yoga, etc.”

Habib Ba: “La mayoría de la gente que viene al yoga no viene realmente para hacer un trabajo espiritual, sino por otros móviles, como conseguir un título de formador; y esto va contra la esencia del yoga”.

José Carballal: “El problema es que hay muchos profesores que viven la práctica desde un yoga físico y atlético, la presentan así y la enseñan así. Y esa idea equivocada se va ampliando”.

Juan Ortiz: “El ego de los practicantes a veces está un poco tenso y arrogante. Pero eso no tiene que ver con el yoga verdadero que, siempre nos está llamando a ese respeto absoluto y ese compartir con los demás sin arrogarnos el conocimiento exclusivo de la verdad y sin caer en esos manejos egoícos inconscientes que nos alejan de la visión sutil”.

Mayte Criado: “Hemos heredado un yoga concebido por hombres para la iluminación o la transformación del hombre. Pero ahora hay más mujeres que hombres en el yoga, y todo eso requiere cuando menos una revisión, que se está dando de una forma natural: asistimos a unos yogas más dinámicos, más creativos…”.

Pablo Blanc: ”Podemos ser fieles a la tradición y, al mismo tiempo, adaptar nuestro yoga a nuestra cultura, a nuestros alumnos y a nuestros criterios. Los límites están en ser honestos, no enseñar nada que no hayamos experimentado e integrado previamente, dar libertad a los alumnos para que ellos escojan lo que quieren practicar sin imponer ni adoctrinar, y sobre todo, con mucha humildad”.

Ramón Marpons: “Si no hay proyección social, el yoga deja de ser yoga. Mejorarme para poder mejorar lo de fuera: ese es el yoga”.

Rosa Mª Marcos: “Hay un yoga para cada practicante; que sea auténtico o no, el propio alumno tendrá que decidirlo. Recordemos aquella máxima que nos dice que el maestro aparece cuando el alumno está dispuesto”.

Swami Atmarananda: “Hay ciertas prácticas que no se corresponden muy bien con la tradición; son más un entrenamiento meramente físico, una gimnasia, porque no hay apenas respiración consciente ni consciencia de sí mismo… Es como si hubieran tomado las diversas modas del fitness y las hubieran colocado el nombre de ‘yoga’ delante, para venderlo mejor”.

(Nota: las entrevistas en que se expresaron estas frases pueden ser leídas tecleando el nombre del experto en el buscador de Yoga en Red).