Sat Sang con Mooji

2014-08-08

Emilio J. Gómez nos habla de la experiencia de asistir a un Satsang con Mooji, maestro espiritual y guru originario de Jamaica.

Mooji

“Satsang nos recuerda que ya somos libres constantemente señalando a la consciencia sin cualidad en la cual aparece la manifestación. Para los que estén abiertos, este reconocimiento es el jabón que quita la vieja mugre de la ignorancia y el sufrimiento causados por identificación equivocada con lo irreal. Esto nos deja como los seres dichosos y perfectos que verdaderamente somos. Satsang es la invitación a dar un paso en el fuego del autodescubrimiento. Este fuego no te quemará, solo quemará aquello que no eres”. Mooji

Hace un par de fines de semana tuvimos la oportunidad de asistir a un Sat Sang (visión del ser) con Mooji. Fuimos un grupo de profesores de yoga hasta Monte Sahaja, en Portugal, lugar donde este ser tan especial tiene el ashram, y allí fue donde pudimos disfrutar de la luminosa y amorosa presencia de un ser realizado.

Poder participar en el Sat Sang fue todo un regalo de la vida. Reconectar con la consciencia de sí con la facilidad que provoca la presencia de un ser realizado es sentirse bendecido. Ante él da la impresión de que todo es sencillo y natural, y es que allí todo sucedió con la espontaneidad del nombre dado al monte: Sahaja.

Las palabras y gestos de Mooji fluían con la naturalidad de un niño, pero de un niño grande lleno de sabiduría y amor. Su forma de escuchar… su atención a través de una mirada directa al corazón de todos los que allí estábamos… sus silencios plenos de presencia…

Sri Ramana Maharshi

Sobre una mesa, y a modo de discreto altar, había fotografías e imágenes de diferentes maestros. Una de ellas era la de Ramana Maharshi. Al verla no pude evitar la emoción devocional hacia quien considero Maestro, y en cuya mirada siempre he encontrado sabiduría, compasión y consuelo.

Siento como si desde el comienzo de mi camino espiritual él hubiera guiado mis pasos, y a través de estos pequeños guiños puedo percibir cómo aun hoy continúa haciéndolo. Así lo experimenté al ver su imagen. Es como si, de alguna manera, su presencia continuara desde lo invisible indicándome los pasos a seguir, cuidándome como si fuera un niño extraviado en mitad del océano del Samsara.

Amado Maestro, hoy y siempre me inclino ante ti y abro mi corazón a tu presencia.

Aprender… o desaprender

Tanto por aprender… O quizás fuera más adecuado decir: tanto por desaprender… Es indiferente, pues cuando se está ante la presencia de un ser realizado todo está bien y todo es adecuado. Luego, de regreso a casa, y por extensión a la vida cotidiana, sobreviene el trabajo a realizar.

Asistir a un Sat Sang es permitir al ego que se tome vacaciones y así poder descansar de él, aunque tan sólo sea por unas pocas horas. También es poder tomar referencias internas del estado que siempre se es pero que, debido a la proyección e identificación, se ha olvidado.

Después del Sat Sang queda el recuerdo del fuego interior vivido, llama de amor que es preciso mantener viva en el fragor de la vida cotidiana. Un Sat Sang es tener la oportunidad de percibir el aroma a realización. Después, tal aroma queda impregnado en el corazón para permitir la constante actualización de la naturaleza auténtica que a todos nos unifica.

Emilio J. Gómez

Es profesor de yoga de la Asociación de yoga Silencio Interior e imparte clases Hatha & Radja yoga en El Escorial (Madrid).

Más información: http://www.silenciointerior.net/