Por los aires con Yoga Unnata

2012-11-29

En vez de un bloque o un cinturón usarás una hamaca como apoyo para tus posturas invertidas. Y te lo pasarás de cine… o de circo, sin dejar de hacer Yoga. Sus promotoras aseguran que Unnata no trata de sustituir el Yoga, sino de apoyarlo.

Michelle Dortignac, fundadora de Unnata ® Yoga Aéreo en 2006, se instaló en 1991 en Nueva York para estudiar danza y yoga. En 2002, Michelle comienza a aprender el arte circense de Telas. Practica en estudios de Circo, y en el reconocido centro de Yoga Dharma Mittra, culminando sus estudios en este estilo de yoga: Yoga aéreo Unnata, surgido del estudio sobre el movimiento y la meditación.

Montse Lominchar dirige el Centro Yogasadhana (Ciudad Real), colabora con Centroterapia (Madrid) y desde julio de 2012 imparte cursos de formación yoga aéreo Unnata. Montse profundizó en Yogaterapia, yoga para niños, yoga de la risa, aéreo, el stretching de los monasterios hindúes, la meditación. “No es porque me aburra de lo que ya conozco, sino más bien por fascinación. Dice uno de mis maestros, Harold Sequeira: el Yoga es como el océano, puedes mirarlo desde la arena, mojarte los pies, nadar en la orilla o sumergirte en sus aguas profundas”. Y aquí está Montse, nadando unas veces en la superficie, otras buceando hacia lo profundo, pero disfrutando de la experiencia.

Montse descubrió el Yoga aéreo en internet, interesándose desde el principio. “Me puse en contacto con las tres escuelas disponibles, y fue Unnata la que me conquistó. Sentí en Michelle el espíritu del Yoga, nada ‘efectista’ o competitiva. En mayo de 2010 viajé a Nueva York para aprender esta fascinante disciplina”.

Las cualidades de Unnata

Yoga Unnata es un nuevo Yoga que utiliza una hamaca de tela para ayudar a los practicantes en sus asanas tradicionales. No trata de sustituir al Yoga clásico sino, más bien, apoyarlo. Los practicantes confían, total o parcialmente, el peso del cuerpo sobre la hamaca.

Como en otros estilos, en una clase de Unnata se identifican áreas del cuerpo en las que se está crónicamente tensionado y se trata de liberar esas zonas de tensión. El resultado es la relajación del sistema nervioso, al igual que en una clase tradicional. Como en ésta, en Unnata se practica pranayama, meditación, mantras… y todas las técnicas que conforman el Yoga.

La diferencia es la hamaca; ésta facilita que muchos practicantes que no pueden hacer posturas invertidas (por lesiones, por falta de habilidad o fuerza) puedan experimentar sus beneficios, especialmente la descompresión vertebral favorecida por la descarga en suspensión. “Muchas posturas aéreas están diseñadas para ayudar al practicante a comprender mejor la alineación y los efectos de las posturas tradicionales, otras para ayudarles con posturas avanzadas –dice Montse-. Con Unnata consigues algo más que simples estiramientos. Las diferentes formas de combinar el soporte del cuerpo en la tela y la fuerza de gravedad permiten mejorar la flexibilidad y fortaleza y forjar una respiración profunda, completa. Esta respiración refuerza una actitud tranquila y serena, aumentando nuestra flexibilidad mental, siendo éste uno de los propósitos del Yoga”.

Montse asegura que el enfoque de Unnata es yógico e inspirador. La integración de la hamaca en clase sirve para aumentar los beneficios de las asanas, en comparación con otros métodos aéreos más enfocados en la hamaca y el “vuelo” y en los que el Yoga queda en la trastienda. “Unnata nos ayuda en la alineación postural a través de la relajación y la consciencia, en lugar de la exigencia. Mejora el Yoga tradicional, no lo sustituye”.

Para divertirse en serio

¿Y esto de registrar un método de hacer yoga no resulta algo extraño? Montse contesta: “Unnata es marca registrada, pero no franquicia. En Unnata no eres quien debe adaptarse, eres libre de adaptarlo a tu propia y personal forma de practicar y enseñar, a tu estilo de yoga. No hay dogmas, pagos y obligaciones de marca excesivos… El único compromiso es mantener la calidad exigida a los maestros Unnata”.

Se puede practicar Unnata en Ciudad Real, Madrid, Bilbao, y Terrassa, “pero seguimos creciendo”. ¿Para qué tipo de personas está indicado? “Todos podemos practicarlo, especialmente si buscas ampliar autoconocimiento y motivación. Pero hay a quienes les entusiasma, personas que toman la diversión en serio. No hay una edad determinada pero a los niños, expertos en vivir plenamente, les encanta”.

También advierten que tiene todas las contraindicaciones que existen para la práctica de asanas invertidas o de elevada tensión muscular. Por eso es necesaria la orientación de un profesional.

¿Y qué diría a los defensores de la ortodoxia en el Yoga? “Les diría que lo prueben -contesta Montse-. La mente tiene sus ideas y creencias, pero sin la experiencia, únicamente con la ‘idea’, nos quedamos cortos. B.K.S. Iyengar también utilizó accesorios (cuerdas, ladrillos, cinturones…) que ayudan a una mejor comprensión y ajuste del asana. Muchas personas, también los más ortodoxos, utilizan cojines o banco para su meditación, que facilitan y favorecen su práctica. En mi opinión, hasta el maestro es un ‘accesorio’ de ayuda, útil pero no imprescindible. Cualquier soporte o ayuda que sirva para despertar la consciencia debería ser bienvenido y considerado”.

Dos cursos en preparación

Hay proyectados dos cursos de formación Unnata para profesores de yoga en España. Uno en Madrid y otro en Ciudad Real.

Más información: Centro Yogasadhana.

C/ Ramón y Cajal 4, 1ºB. 13001 Ciudad Real.

Tel. 926 67 07 85 / 600 58 23 81 www.yogasadhana.es