Frankensyoga y los fantasmas: Yoga serie B

2016-09-01

Vivo mi práctica y mis clases con la felicidad de un friki demente en el laboratorio del Jovencito Frankenstein. Aceptarlo por completo me ha llevado más de veinte años porque… veinte años después me he dado de bruces con aquello de lo que llevo escapando veinte años. Escribe Roberto Rodríguez Nogueira ‘Yoga Pirata’.

Frankesyoga

La enseñanza que he obtenido, gritando en calzón raído con las barbas desaliñadas al chocar contra la picota de la que huí (gritando en calzón raído y con las barbas desaliñadas) es:

-Jo tío, ¡qué viaje!

No me importa haber llegado al mismo sitio porque, realmente: jo tío, ¡qué  viaje!

Esto me motiva, esto es lo que me inspira para seguir practicando y enseñando. El viaje. El experimento… Y  ahora, el retorno de mis fantasmas.

Mientras miro la picota, el yugo con el que se enjaeza al condenado, pienso en cuántos yugos, en cuántos cepos he confundido con el mío, con mi yoga, hasta volver al primero de la lista.

Es que no eres nada natural. No aprietes. Relaja.

Pero estírate. Tienes que llegar a los pies.

Tienes que apoyar las palmas en el suelo en la flexión de pie. Y no hagas fuerza. Relaja.

No te ablandes. Haz fuerza. Si no haces fuerza no te estiras.

Hay muchas maneras equivocadas y sólo una cierta de hacer una postura.

Hay tantas formas como individuos.

La falta de alineamiento conduce, irremediablemente, a las lesiones.

El exceso de alineamiento conduce, irremediablemente, a las lesiones.

La respiración, abdominal, simple y natural, es la respiración yóguica.

La respiración, si no es victoriana con bandas, con refajo y con libro de salmos sobre la coronilla, no es yóguica ni es ná.

La respiración… ¿Qué respiración? Con asana no hay que prestar tanta atención a la respiración. La respiración, simple y natural. Para eso está el pranayama.

¡Sirsasana, lo menos 10 minutos y hasta tres horas!

-Ah. Y Patanjali ya lo dijo.

-¿El qué?

-Lo que yo te diga que él dijo.

Y heme aquí en calzón corto, dejando de gritar de a pocos, sabiendo que todos tienen razón (salvo el trastornao de sirsasana),  incluso los yoguis más rancios y aburridos con el yoga físico conservador, soporífero e infraexplicado (natural-relájate) del que llevo 20 años escapando… Lo que me hace gritar más.

Por eso desde hace años practico y enseño como en el laboratorio del Jovencito Frankenstein. No puedo evitar robar, cortar y pegar los cadáveres más frescos y apuestos e intentar llenarlos de vida…Una afición como otra cualquiera…

Cut up. Cortar y pegar. Como Burroughs.

Si fortalece sin forzar y hace reír, me vale. Sólo los fuertes mantienen la calma y el humor en la tormenta, en la vida, y no sólo sobre la alfombrita. Una clase de yoga tiene que ser un poco tormentosa ¡¡¡Vive!!! ¡¡¡Está vivo!!!!

Y sin duda, algo del yoga conservador, soporífero y frecuentemente poco y mal explicado (natural)… también resulta útil. A mí, algunas  veces, como descanso profundo y liberador. A algunos les resulta útil siempre, como camino. No veo que se equivoquen si les funciona. No veo que me equivoque cuando me funciona.

Me equivocaba cuando creía que aquello era para mí, aunque mi intuición me decía que no. Y me volví a equivocar, con toda la ilusión y emoción, con el siguiente estilo, y con el siguiente… Queriéndomelos creer todos hasta las cachas. Veinte años no es nada, qué febril la mirada…

He explorado esos espacios internos de insatisfacción, temor, dolor o duda creando y borrando el mapa mientras caminaba, aprendiendo a escuchar mi intuición, aprendiendo a reconocer lo que necesitaba, descubriendo que nunca he estado solo. Hay vida más allá del método en el que ya no puedes apoyarte. Hay vida más allá del miedo: ¡estás tú!

Doy por sentado que un practicante de yoga busca formar un espíritu crítico despierto y positivo. Un discernimiento agudo y sereno. Seguir un método, un culto, sin poner nunca nada en duda suele acabar en falsa comodidad o idolatría, en debilidad y estrés camuflado.

Saltar entre métodos puede provocar exactamente lo mismo.

Y por eso ambos caminos pueden funcionar, porque para eso está la práctica del yoga. Para descubrir nuestros espacios de falsa comodidad, idolatría y estrés camuflado. Nuestros fantasmas. Y esto es algo absolutamente personal.

El método o los métodos sirven como apoyos o espejos y cada uno debe elegir, con su mayor sinceridad, su relación con él.

Si un método que sirve para encontrarte a ti acaba separándote de él, es un buen método.

Encontrarse con uno es aceptar la compañía de sus fantasmas dejando de escapar de ellos. Ante mí, junto al yugo, los veo en fila, en calzón raído, con las barbas desaliñadas. Cada uno en su estilo. El castrense iyengarita que se me murió en un guerrero sin saberlo y ahí sigue, sosteniendo. El inquieto astanguita, despeñado en su último y emocionante salto a sentarse, siguiendo el orden perfecto, creyendo que su cuerpo ya estaba escrito y sólo tenía que avanzar pose a pose para encontrarlo. Mi natural sivananda, deprimido por no ser animal de fe, fallecido en sirsasana de aburrimiento y culpa. El clásico auténtico, D.E.P., muerto intentando morirse, intentando no sentir nada. El siempre amoroso, muerto de rabia contenida por no encontrarse dentro la tensión inhumana con la que la ocultaba.

Poco a poco nos vamos mirando. Nos sacudimos la ceniza blanca y nos atusamos las barbas. El sivandita muestra su inocencia infantil, el clásico su inagotable sed de aventura, el ashtanguita su elegante gracia animal, el iyengarita su incontenible pasión contenida. El amoroso la persistencia de su compasión. Son como niños.

Ahora todos somos útiles y bellos. Ellos están en su sitio en la luz, no en la sombra. Todos son útiles. Ahora yo estoy en mi sitio ¡Soy legión! ¡Santa compaña!

El yugo está vacío.

Siempre será imperfecto… Es viaje, no destino.  A fin de cuentas, lo único perfecto es la muerte.

O no… He sentido una colleja y un escalofrío ¡El espíritu de mi amado Iyengar acaba de guiñarme un ojo…!

-Jo tío, ¡qué viaje!

CaraRobertoRoberto Rodriguez Nogueira. Profesor de yoga desde 1992. Escritor y bloguero. Estudia, practica y enseña diferentes enfoque de chamanismo, filosofía y magia.

http://elartedelacalma.com/