Cómo comer con plenitud y consciencia

2013-06-06

Cada alimento está relaciona con alguno de los cinco elementos, por su sabor, por su color. La combinación de los colores, sabores y olores hará de nuestra comida una fuente de riqueza y salud para nuestra mente y para nuestro cuerpo. Espacio MIMIND.

Pasteles

En la Medicina Tradicional China se combinan los diferentes elementos para poder llegar al deseado equilibrio de las diferentes energías con los diferentes órganos y vísceras a través de la manipulación de los puntos de acupuntura de los meridianos o grandes vasos de energía, las plantas medicinales y la comida.

Los alimentos picantes corresponden al movimiento metal y están asociados al pulmón y al intestino grueso. Este sabor hace circular el chi o energía vital y la sangre, por eso cuando tengamos estancamiento de energía o sangre será propicio tomar alimentos con algo de picante para ponerla en marcha. Este sabor hace sudar y, aparte de tonificar el pulmón, que corresponde como zona refleja a la piel, tonifica el riñón, ya que conserva el agua del organismo. El picante tonifica, moviliza y conserva el calor, por eso en invierno si tomamos picante aportamos energía al riñón, que es el movimiento asociado al invierno. Alimentos: puerros, ajos, jengibre van a ayudarnos a movilizar la energía de este elemento.

Le sigue el elemento agua cuyo sabor está asociado al sabor salado. La sal conserva el agua y tonifica el riñón, pero en exceso lo sobrecarga. Vivir al lado de mar nos da una energía extra para nuestro riñón y nos prepara para el corto período del invierno, cuando nuestro cuerpo tiene que resistir las bajas temperaturas. Alimentos: pescado, alimentos salados, sal marina, umeboshi.

Al invierno le sigue la primavera, asociada al elemento madera, y aporta predominantemente energía al hígado y a la vesícula biliar. El sabor asociado es el ácido, que tonifica el hígado y vamos a lograr calmar el mal humor que se genera cuando el elemento madera está descompensado, preparando también la energía del siguiente elemento, que es el fuego. Alimentos: limón, tomate, vinagre.

El fuego está representando el verano, el calor y la alegría, el Sheng Qui. El sabor predominante será el amargo y tonificará el corazón. Por eso tomamos tanto café y comemos chocolate, para tener el corazón contento cuando nos falta algo que lo alegre. Además de tonificar el corazón lo hará también sobre el intestino delgado, el triple recalentador sobre otro meridiano asociado a la circulación y la sexualidad. Alimentos: café y chocolate.

Finalmente el elemento tierra está asociado al sabor dulce y corresponde como a órganos el estómago, el bazo y el páncreas. No hace falta que diga a qué corresponde el dulce y a qué alimentos. Lo que sí es interesante es la emoción que está asociada. Cuando estamos preocupados bajamos la energía de nuestro estómago, y a veces lo notamos como un nudo en esta zona. ¿Qué hacemos? Pues alegrarnos la vida con un dulce y sacar la mente de las preocupaciones.

Atención para saber qué emociones estás alimentando

De forma inconsciente utilizamos la comida para solucionar algunos problemas de nuestra mente y emociones. Pero nos falta ponerle atención.

Si soy capaz de ver qué tendencia tengo en mi alimentación, puedo entender qué elemento está descompensado, cuál tonifico en exceso o cuál debo equilibrar.

Así, si tomo demasiado café, debo pensar qué pasa con mi bienestar emocional y con el amor. No me estoy queriendo, o no me quieren o no me dejo querer y voy a suplir estos interrogantes con un sabor.

Si como en exceso dulce, quizá estoy escondiendo mis preocupaciones y no quiero afrontarlas o simplemente prestarles atención, hasta que mi páncreas diga basta y haga una descompensación y mi energía se bloquee.

Deberíamos prestar atención a lo que comemos y a nuestros hábitos, y encontrar el equilibrio entre los sabores para conocernos mejor.

Con la teoría de los cinco elementos de la Medicina Tradicional China yo puedo compensar mis órganos y mis emociones aportando energía a través de los sabores y los alimentos.

El circuito de nutrición es como sigue: el metal alimenta al agua; el agua alimenta a la madera; la madera alimenta al fuego; el fuego alimenta la tierra y la tierra alimenta al metal.

Podemos, pues, encontrar una correlación de sabores para alimentar el órgano correspondiente al sabor o hacerlo de una forma indirecta con el apoyo de otro elemento nutriente.

Al contrario, un elemento puede atacar a otro y dañar su fuerza: el metal lo hace sobre la madera; la madera lo hace sobre la tierra; la tierra sobre el agua y el agua sobre el fuego.

A pesar de todo esto, lo más importante es comer conscientemente. Esto quiere decir ser capaces de identificar los sabores, los olores, las texturas de los alimentos y no poner el piloto automático y comer inconscientemente.

Si tomamos cualquier alimento seremos capaces, si lo comemos despacio con atención plena, de encontrar los cinco sabores dentro de él. Probadlo y lo podréis comprobar solo debéis tomar una uva pasa, un fruto seco, una fruta y comer despacio, lentamente y descubrir qué hay dentro de cada alimento.

Observareis que elos saboresl dulce, salado, amargo, picante y ácido están en todos. ¡Vaya sorpresa! Solo debes prestar atención y disfrutar de la comida, poco a poco, dejando que tu mente evoque momentos de tu vida, recuerdos agradables o no tanto, y ejercitando tu atención plena. Plenitud de la mente, plenitud de elementos, plenitud de con los alimentos.

estudiosContemplativos