¿Ya dejaste de ser principiante? 5 claves para tu práctica / 1ª parte

2017-10-09

Este artículo no está dedicado a desvelar los secretos de las prácticas más avanzadas, pero sí tiene el objetivo de darte unas cuantas claves para que sigas creciendo y amando tu yoga. Escribe Zaira Leal.

Son muchísimos los alumnos que cada año se matriculan en un estudio de yoga o que prueban las clases que ofrece el gimnasio al que acuden para estar en forma. Sin embargo, son pocos los que mantienen la asiduidad y la dedicación de su práctica sobre la esterilla.

También hay cantidad de artículos y libros publicados para quienes se inician en el camino del yoga, pero cuesta bastante más encontrar cosas interesantes escritas para quienes ya llevan años en esto. El artículo en el que te estás enfrascando no está dedicado a desvelar los secretos de las prácticas más avanzadas pues ¡sería imposible!, pero sí tiene el objetivo de darte unas cuantas claves para que sigas creciendo y amando con tu yoga.

Realizar asanas más complicadas o acrobáticas no va a hacerte mejor persona necesariamente ni tampoco va a salvar los obstáculos que hay en tu vida o en tu trabajo. Prueba de ello es que un gimnasta olímpico no es un ser más consciente, igual que hay muchos seres iluminados que jamás llegarán a ponerse el pie detrás de la oreja. De ambos casos, doy fe. Esto no quiere decir que no debas esforzarte o intentar expandir los límites de tu práctica física; lo que estoy intentando transmitirte es que la práctica avanzada de yoga tiene más que ver con lo que sucede por dentro de lo que la mayoría de la gente piensa.

Ahora mismo me viene a la mente la imagen de Buddha meditando, tan sereno, tranquilo y en paz. Cuando lo contemplas, puedes ver que en su interior la luz y el amor bullen y, sin embargo, por afuera no se mueve nada, percibes la quietud maravillosa de su ser. Personalmente yo disfruto mucho practicando más allá de mis límites porque me gusta y me hace vibrar, disfruto creando formas complejas con mi cuerpo físico, aunque soy muy consciente de que eso, de por sí, no me va a llevar al Nirvana, ni a mí ni a nadie, y, por el contrario, también te digo que tiene mucho valor pues lo que sucede mientras practicas te lleva muy lejos en tu evolución personal.

¿Cuál es el objetivo de la práctica de yoga?

Como bien sabes, el nuestro es un camino de autoconocimiento y despertar de conciencia. Cuando hablamos en términos de niveles, automáticamente se crea un sistema de progresión cuyo objetivo es la consecución de unas metas claras y concretas. El yoga es una técnica evolutiva en la que no se avanza en los mismos términos de competitividad que si fuéramos atletas profesionales, pero sí que existe una progresión en términos de mejora o perfeccionamiento, y si quieres progresar es muy importante saber hacia dónde te diriges. Por ello, antes de seguir con el artículo resulta fundamental recordar cuál es la meta de la práctica.

  • Tener un cuerpo elástico, fuerte y equilibrado que te permita vivir dedicado a tu práctica espiritual interior.
  • Calmar la agitación del sistema nervioso y de la mente.
  • Abrir los canales sutiles de manera que más energía pueda fluir a través de tu cuerpo-mente.
  • Conocerte a ti mismo y refinarte como persona, de forma que las cualidades más elevadas de tu ser sean las que funcionan en tu día a día.
  • Evolucionar en Consciencia de Luz, Sabiduría y Amor.
  • El despertar más absoluto y la unión plena y consciente con el Todo.

¿Qué es una práctica avanzada? ¿Cómo se puede medir?

Una de mis más queridas maestras de yoga nos recordaba de vez en cuando que se es principiante durante al menos los primeros ocho años de práctica yóguica. Yo se lo repito a mis alumnos porque los condicionamientos de nuestra sociedad nos llevan a todos a enfocarnos demasiado en un destino final perdiéndonos lo que sucede mientras estamos en el proceso de avanzar. Además, la obsesión por la superación suele esconder las demandas del ego por destacar o ser importante.

Independientemente del número, la mayoría de los yogins occidentales son principiantes, pero también es cierto que muchos ya llevan bastante tiempo en el camino. Por tanto, me atrevo a enumerar algunas señales que indican que el nivel de tu práctica ya es más avanzado:

  • Has estado al menos tres años acudiendo con regularidad a clases de yoga y practicando en casa por tu cuenta. Quizá alguien de tu entorno te ha dicho “eres adicto al yoga” porque tu dedicación es tan firme que no te saltas ni una práctica. Es una adicción bastante buena, ¿no crees?
  • Intentas llevar tu yoga a otras áreas de la vida y al mundo en general. Empezaste a darte cuenta de que todo lo que aprendes en clase o sobre la esterilla mejora la calidad de tu vida. Puede que tus compañeros de trabajo te hayan visto haciendo el pino en la oficina para elevar tu energía en mitad del día, gestionas con mayor habilidad las situaciones emocionales complicadas, etc.
  • En tu biblioteca hay libros sobre yoga y espiritualidad. Tu interés por conocer en mayor profundidad la historia y la filosofía del yoga te ha llevado a dar el paso a ir aprendiendo yoga por otras vías. Hoy en día hay libros muy interesantes, vídeos, documentales, materiales de audio, etc.
  • Meditas a diario y a lo largo del día recuperas la conciencia de “ser”. La meditación se ha vuelto una práctica integrante de tu rutina diaria, tan habitual como lavarte los dientes y, además, practicas la meditación en acción pues a lo largo del día mantienes una actitud consciente y centrada.

Por otro lado, y como he apuntado un poco más arriba, la práctica avanzada sucede más por dentro que por fuera y se puede medir en términos de:

  • La textura del tejido corporal que no es ni muy blando ni muy rígido, sino que a la vista y al tacto se siente fuerte y elástico por todas las partes del cuerpo por igual.
  • La fluidez del movimiento: fluyes con mayor gracilidad y en armonía con la respiración a través de vinyasas más complejas. Mantienes la fuerza interior y el enraizamiento. En tu danza yóguica se observa poder del corazón.
  • Tus capacidades mentales: durante el curso de una clase permaneces centrado en tu interior tanto como en el exterior, de manera que, por ejemplo, pierdes la noción del tiempo.
  • Maestría energética: eres consciente de que tu práctica física funciona como una llave que abre los canales por donde fluye la fuerza vital en tu cuerpo físico.
  • Sentimiento: estás lleno de bhava devocional y se percibe en cada poro y gesto de tu ser. Sonríes con todo tu cuerpo y con el corazón.

Y por hoy, aquí lo dejo. ¿Las claves? El mes que viene. Mientras tanto, escríbeme o pon algún comentario en el artículo. ¡Me encanta entablar conversaciones con otros yogins!

Por una práctica iluminadora, feliz y llena de paz. Om Shanti

Zaira Leal es autora de Una fiesta para el alma, Ed. Urano 2014, y de un segundo libro que se publicará en junio de 2017. Se considera yoguini desde la cuna y empezó a enseñar yoga en el año 2000. Imparte clases públicas y formaciones para profesores de yoga y meditación, programas de perfeccionamiento para profesores, así como talleres monográficos de salud y temas para la mujer. También trabaja como coach de salud y bienestar del estilo de vida ayurvédico.

Lingüista, es máster en enseñanza y está acreditada en diversos estilos de yoga, meditación y ayurveda.

Más información: zairalealyoga.com / www.facebook.com/zaira.leal.5
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