La entrega de Arjuna

2014-09-24

Sigue la serie de artículos sobre las Enseñanzas del capítulo dos de la Bhagavad Gītā (ver el primero aquí) , uno de los más importantes, ya que resume la totalidad de la enseñanza y expone, de forma sintética, sus dos temas esenciales: el autoconocimiento (ātma-jñānam o Brahma-vidyā) y el conocimiento del yoga (yoga-vidyā). Escribe Óscar Montero.

Arjuna-Krishna-Gita

El problema del príncipe Arjuna consiste en el conflicto moral que supone tener que decidir luchar en una batalla ´-que él no ha buscado-  donde ha de enfrentarse con parte de su familia, sus maestros y amigos.

El sufrimiento y la compasión de Arjuna le lleva a un estado de confusión y abatimiento emocional que le hace incapaz de decidir si ha de tomar partido en la contienda. Arjuna plantea diferentes argumentos -aparentemente legítimos- al principio del capítulo dos, y abrumado por la situación, busca refugio en Kṛṣṇa al que se declara como su discípulo, dispuesto a escucharle hasta que su aflicción se solucione.

Kṛṣṇa está feliz de ayudarle porque sabe que el discípulo se halla listo para recibir y asimilar la enseñanza hasta que vea claramente cuales son los problemas fundamentales a los que se enfrenta. Kṛṣṇa va presentar tres tipos de argumentos para ayudarle a salir de su sufrimiento y confusión.

El primero, que soluciona el problema fundamental, reside en el autoconocimiento o ātma-jñānam. Kṛṣṇa revela la naturaleza del individuo como existencia-conciencia-plenitud (sat-cit-ānanda) y hacer ver a Arjuna que es ilegitimo lamentarse por aquello que está sujeto al cambio. En realidad nadie va a dar muerte ni a su abuelo (Bhīṣma) o a su maestro (Droṇa) ya que ambos son el ātman eterno e indestructible. Kṛṣṇa enseña a Arjuna a reclamar su verdadera naturaleza y a cambiar las perspectiva de cómo mirar su propio cuerpo y el de los demás.

El segundo consistirá en presentarle las razones morales que le hacen ver por qué es su obligación luchar contra su primo Duryodhana -el usurpador del reino-  en su papel de protector de la justicia, del dharma y de la ley. No hay pecado alguno para aquel que obra según sus deberes y su dharma, a pesar de que tenga que enfrentarse a miembros de su propia familia que han violado las reglas morales,  y han intentado por todos los medios deshacerse de los herederos legítimos al trono.

Y el tercero, desde un punto de vista personal y práctico, Kṛṣṇa le muestra a Arjuna los argumentos por los cuales no ha de manchar su buen nombre y honor si decide retirarse de la batalla -por compasión– y ceder el reino al usurpador Duryodhana.

Arjuna es un prototipo de buscador sincero que ha de descubrir y atravesar cuatro fases en su búsqueda. En el capítulo uno y dos Arjuna atraviesa estas cuatro etapas que describimos a continuación:

  1. Saṁsāra-doṣa. Saṁsāra es la vida de llegar a ser, del devenir. Saṁsāra es una enfermedad que abarca tres problemas emocionales: Apegos (rāga) y aversiones (dvea); sufrimiento (śoka o duḥkha); y confusión (moha o sammoha).
  2. Kārpaṇya-doṣa. Esta enfermedad de saṁsāra no puede ser diagnostica y tratada por nuestros medios. Es necesario reconocer que todos somos impotentes para curar el problema. Sin un diagnóstico adecuado, la naturaleza de la solución puede ser errónea y no solventar el problema en absoluto, incluso empeorándolo.
  3. Guru-upadeśa. Es necesario buscar ayudar exterior en alguien que no tenga este problema de la vida de devenir, es decir, que no sea un saṁsāri. Si no se recibe la enseñanza de un guru, no estaremos seguros de que nos puedan ayudar.
  4. Guru-śaraṇāgati. Acudo al maestro con confianza y entrega. Sino hay cierta confianza, el conocimiento no se asentará. Al igual que uno tiene confianza en un medido para diagnosticar y tratar el problema, esto no es algo diferente el conocimiento espiritual.

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