¿Por qué el yoga sirve para tantas cosas?

2016-11-28

Me inquietan un poco esos breves vídeos virales que le arrogan un sinfín de beneficios al yoga sin explicar mínimamente por qué funciona y, sobre todo, para qué sirve realmente. ¿No deberían hablar los yoguis y expertos con más claridad sobre ello?  Escribe Pepa Castro.

beneficios-yoga

Cualquier persona suficientemente racional que no conozca bien el yoga, se cuestionará al ver esos vídeos: “¿Cómo es posible que unas cuantas posturas mejoren mi estrés, mi sueño y mi vida sexual? Alguien me está tomando por tonto”. Y supongo que, en el mejor de los casos, pensará que esto del yoga es como lo de las meigas, y que por probar no se pierde nada…

(Este es un ejemplo de uno de esos vídeos:
https://www.facebook.com/mott.social/videos/202768623492561/)

El por qué…

Y habrá quienes se crean a pie juntillas todas esas promesas de beneficios y se apunten a las clases de yoga como quien quiere ganar indulgencias para el cielo: con fe ciega… y la clara intención de dejarlo al mes siguiente si los glúteos no se endurecen o las crisis de ansiedad persisten.

Y es que se echa de menos más divulgación de calidad sobre el «por qué funciona el yoga», es decir, sobre los efectos concretos de sus técnicas sobre los diversos sistemas del organismo, habiendo como hay ya tantas investigaciones y estudios que demuestran con pelos y señales su eficacia. Y nos tememos que ni siquiera muchos instructores y profesores de yoga manejen esta información con precisión.

…y el para qué

Pero lo peor es que todos esos vídeos cortos y frases sobre las excelencias del yoga que recorren las redes, siendo bienintencionados, olvidan el objetivo fundamental de sus enseñanzas, que es la realización del ser. ¿Y eso por qué sucede? Quizás se deba a simple desconocimiento por parte de quienes los hacen. Pero seguro que con frecuencia también interviene el miedo a que esos conceptos de “realización”, “ser” o “espíritu” choquen con el lenguaje utilitario y sentido práctico de los tiempos presentes y estropeen el alcance de esos mensajes en visitas y likes.

De la banalidad al sectarismo

¿Se está explicando el sentido del yoga adecuadamente en los foros donde corresponde hacerlo (salas de yoga, talleres, encuentros, medios de comunicación)? ¿No se está banalizando demasiado o, en el extremo contrario, se utiliza un lenguaje en exceso místico? Los expertos, maestros, yoguis, buscadores espirituales, etc. deberían pronunciarse sobre ello.

En este mundo nuestro donde conviven toda suerte de ilusiones y de “realidades” contradictorias, resulta tentador vivir con la consciencia en stand by y movernos en la superficie de las cosas, en esos mundos de Yupi donde parece que “nunca pasa nada” y donde somos eternamente niños entretenidos con los juguetes que nos sirven los mayores en los medios y en las redes.

Al mismo tiempo, también hay cada vez más personas que buscan despertar del letargo del consumo y las risas enlatadas para verse y ver qué hay bajo la superficie de las cosas, más allá de las modas, los clichés, las apariencias y las zonas de confort.

Por ello, a lo mejor habría que comunicar con claridad que el yoga “sirve” para mucho más que lo que se nos vende de él en los medios de comunicación y en las redes sociales. El yoga te lleva a conocerte a ti mismo y a tener más contacto con lo que mora dentro de ti, eso que “se da cuenta” y que observa lo que tu percepción siente, tu cuerpo hace y tu mente piensa.

En ese camino de largo recorrido y gracias a la riqueza de las técnicas del yoga –que permiten adaptarse a los anhelos y necesidades de cada persona-, irás reunificando cuerpo, mente y espíritu, ampliando territorios interiores y ganando capacidades que te acercan a esa experiencia de encuentro con la verdad de quien eres: sensibilidad, atención, concentración, resiliencia, equilibrio emocional, ecuanimidad, compasión…

Naturalmente, no es el objetivo del yoga endurecer los glúteos, ni siquiera reducir los dolores de espalda o mejorar la calidad del sueño. Esos son solo efectos terapéuticos estupendos pero secundarios. Quienes alumbraron los principios del yoga hace siglos no pensaron en prescribir remedios exprés ni parches de felicidad coyuntural, sino en ir al meollo, a la esencia del ser humano.

Dicho también muy gráficamente, el yoga se inventó para permitirnos descubrir quién es el que habita el cuerpo en el que nos ha tocado vivir.