Las drogas y el yoga/ historias y realidad/ 3ª parte

2015-12-28

Las drogas, legales o no, médicas o lúdicas, en absoluto resuelven o siquiera pretenden resolver la tensión en la persona; lo que hacen es taparla mediante el adormecimiento o la sobreestimulación. Esta es la tercera y última entrega (ver y parte). Escribe Joaquín G. Weil.

Drogas pastillas

Como anécdota significativa decir que el Dr. Pin van Lomel, célebre investigador de las experiencias cercanas a la muerte (ECM), señalaba el DMT presente en nuestro organismo como la única explicación química plausible de las ECM. Y no tanto por los efectos psicodélicos de la sustancia como por las consecuencias comportamentales posteriores a la experiencia con la misma: mayor conciencia, empatía y serenidad en la vida cotidiana, lo cual también sucede tras las ECM. Por su parte, el significado literal en sánscrito de “amrita” es “no muerte”, y también en relación con los efectos de conciencia de la inmortalidad que menciona el Rig Veda y que se recoge en los testimonios de ECM.

El cineasta Raja Choudhury es el realizador del vídeo difundido por el Gobierno Indio con motivo del primer Día Internacional del Yoga. En una conferencia documental titulada Soma: The Psychedelic Origins of Religious Experience secunda la hipótesis de que en un momento dado de la historia, debido a que los ingredientes habituales del soma estaban agotados o eran difíciles de encontrar, algunas personalidades coetáneas de la vida espiritual de la India (Kapila Muni, Buda, Mahavira, Patanjali y los visionarios de los Upanishads) descubrieron la manera de generar por sí mismos y a voluntad más DMT en sus propios cuerpos.

Este puede ser un sentido real de la afirmación del profesor Somdev de encontrar el soma dentro de uno mismo. Y también es lo que en teoría se procura a través de diversas técnicas de pranayama, mudras y meditaciones yóguicas, como, por ejemplo, la de estímulo del así llamado soma-chakra.

Como el título de la conferencia apunta, el cineasta Raja Choudhury sigue a Gordon Wason y otros autores en la opinión de que el uso de enteógenos está en el origen de la espiritualidad en diversas partes del mundo, incluyendo el Occidente neolítico.

Pero no quiero concluir todavía aquí el asunto, sino dar un giro, que no por lógico dejará quizá de resultar sorprendente. Los así llamados enteógenos (etimológicamente plantas o sustancias que contienen a Dios) o plantas de sabiduría ni nos transfieren una experiencia divina ni tampoco aportan por sí mismas sabiduría.

Claro que conocemos numerosos relatos de buscadores que tuvieron una experiencia reveladora con estas sustancias. Pero no nos olvidemos del detalle importante: eran previamente buscadores. El encuentro con estas plantas o principios activos venía determinado por una afán valiente y sincero de indagación y búsqueda de la sabiduría.

Los que tenemos cierta experiencia vital también hemos conocido numerosos relatos de curiosos o desprevenidos que tomaron estas sustancias sin apenas resultados, o con efectos confusos o incluso de pesadilla, en realidad reflejo de su propia confusión y miedo interior, como no puede ser de otro modo.

Es difícil saber por qué en el devenir de la espiritualidad india se abandonó la comunión con el soma. Lo que sí parece verosímil es que si un Kapila, un Buda, un Mahavira, o un Patanjali hubieran probado el soma, probablemente hubieran dicho algo parecido a lo que dijo Neem Karoli Baba cuando Richard Alpert le dio el frasco entero de LSD: “¿Y bien?”.

Clasificación de sustancias psicotrópicas

Para concluir, podemos establecer una nueva clasificación de las sustancias psicotrópicas según generen adección o, por el contrario, resulte progresivamente más difícil perseverar con su uso. Como dijimos antes, las que generan adicción son entorpecientes, euforizantes o sedantes cuyo efecto es tapar la tensión y, en particular, no tanto el dolor como la conciencia del dolor: tabaco, alcohol, somníferos, cáñamo, antidepresivos, y un largo y triste etc.

La adicción no es tanto por la sustancia en sí, como por el dolor (en ocasiones inmenso) que encubren. Todas estas procuran un efecto “prestado” que luego habrá que devolver tarde o temprano por la vía de la conciencia. (En esto también, sin duda, podrá resultar de utilidad el yoga y la meditación).

Por otra parte, están aquellas sustancias que aumentan la claridad mental y la conciencia si se hace un uso prudente, sabiamente guiado y ordenado de las mismas. El genuino soma de los rituales indoiranios es verosímil que perteneciera a este tipo. Conforme se va clarificando la conciencia, el reto de proseguir en el camino se hace más difícil. Dicen que es como lanzarse en paracaídas. Las primeras veces es más fácil debido a la inexperiencia. Pero conforme se va saltando más veces, en cada nueva ocasión origina más respeto. Lo cual constituye por sí otra buena explicación del abandono histórico del uso del soma en India: su uso era esforzado y difícil.

La actitud ante ambos tipos de sustancias psicotrópicas es en sí mismo radicalmente distinta. En la una la persona quiere abandonar o anular la conciencia (con esta premisa pienso que lo lograría hasta sin sustancia o con un simple placebo de por medio). Y en la otra, la persona de forma respetuosa y consciente quiere todavía más ampliar la conciencia. Igual considero que también lo lograría mismo aún sin sustancia alguna.

Ese mismo respeto es el que sentimos ante una práctica concentrada y atenta del yoga y la meditación, que nos conducirá sin duda hacia una mayor sabiduría para conducirnos en nuestras vidas, más amor por las personas con las que convivimos, mejor autoconocimiento, desarrollo de todas nuestras potencialidades y virtudes y unión con Dios. En suma, alejamiento de las brumas de las sombras y acercamiento hacia la luz.

 

Joaquin Garcia Weil (Foto: Vito Ruiz)Quién es

Joaquín García Weil es licenciado en Filosofía, profesor de yoga y director de Yoga Sala Málaga. Practica Yoga desde hace veinte años y lo enseña desde hace once. Es alumno del Swami Rudradev (discípulo destacado de Iyengar), con quien ha aprendido en el Yoga Study Center, Rishikesh, India. También ha estudiado con el Dr. Vagish Sastri de Benarés, entre otros maestros. Más información: http://yogasala.blogspot.com https://www.facebook.com/yogasala.malaga