Silencio

2014-04-01

Silencio… ¿qué extraña atracción conlleva esta palabra? Su significado insinúa al lector la clave secreta que permitiría el acceso a ocultas y misteriosas dimensiones, quizás por ignotas o simplemente olvidadas. Escribe Emilio J. Gómez.

Cielo silencio

“Para descubrir la inmensidad de las profundidades divinas se impone el silencio”.
Krishna a Arjuna en el Bhagavad Gita

En el silencio todo se diluye hasta desaparecer. Y, sin embargo, en ese mismo silencio todo vuelve a nacer. Se trata de la vida, que en su danza sinuosa parece surgir y desaparecer para volver a interpretar siempre la misma representación, pero con diferentes actores.

Mientras todo ello ocurre, es posible interrumpir el sueño de lo cotidiano, aunque tan solo sea por un momento, para percibir cómo el telón de fondo del escenario también está conformado por ese mismo silencio que todo lo envuelve.

Se hace necesario conectar con el silencio y permitir que éste trabaje para uno, que vaya realizando surcos nuevos en el cerebro que abran la puerta a la claridad y la comprensión. No obstante, al silencio se le teme.

Es natural que así sea, pues en el silencio aparece el miedo a la soledad y la angustia por la muerte. Por esta razón, se evitan los momentos de silencio. El silencio es portal dimensional, y el ego teme una dimensión diferente en la que su ilusorio poder pueda verse disminuido.

Vivir la experiencia del silencio es vivir la propia muerte, y al mismo tiempo un nuevo renacer a la vida. Vida y muerte caminan indisolublemente unidos. No es posible la una sin la otra. Pero el ego quiere vivir, abhinivesa, uno de los obstáculos de la meditación, el miedo a morir y deseo de vivir.

No es fácil abrirse al infinito espacio vacío que el silencio conlleva, pues el ego teme la percepción de ese aparente vacío que tiende a absorberlo todo, como si de un agujero negro se tratara. Y sin embargo, de ese mismo espacio vacío es de donde sobreviene toda la creación. Curiosa paradoja.

Ciertamente, no es fácil, pero sí posible. Y para ello, el ser humano dispone del sofisticado instrumento que es el Yoga en todas sus variedades. Todos los tipos de Yoga son pétalos de la misma flor que fueron creados por antiguos rishis o sabios para adaptarlo a las diferentes necesidades y cualidades esenciales de cada individuo.

Ahora bien, ¿cuál sería el común denominador que permanece en el substrato de todos los yogas? La búsqueda del despertar de la consciencia. ¿Cómo se produce tal despertar? A través del silencio. Es en el silencio donde surge la comprensión de la auténtica naturaleza del ser.

Quién es

Emilio J. Gómez es profesor de la Asociación de Yoga Silencio Interior.

La “Asociación de Yoga Silencio Interior” realiza un Retiro de Silencio en el Convento de S. Juan de la Cruz, de Segovia, durante el puente de Mayo, días 30 de abril y 1, 2 3 y 4 de mayo.

Contacto: 616.660.929 / info@silenciointerior.net

Más información: www.silenciointerior.net