Microcosmos

2013-07-12

En su Teoría de la Relatividad, Albert Einstein llegó a cuantificar hasta la cuarta dimensión. Sin embargo, la actual Física, a través de la Teoría de Cuerdas y trascendiendo a la Física Cuántica, ha llegado a contabilizar la existencia de más de 20 dimensiones en el universo. Escribe Emilio J. Gómez.

Microcosmos

… amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Antonio Machado

Evidentemente, todo ello sucede a través de fórmulas de difícil comprensión para el profano en la materia y de imposible percepción a través de los cinco sentidos con que el cerebro se relaciona con el mundo exterior.

Es natural que así sea, pues a través de la evolución durante miles de años, el cerebro humano se ha configurado específicamente para la supervivencia de la especie, y no para la captación de las diferentes dimensiones en las que el hombre puede estar sumergido de forma por completo inconsciente.

Pero, ¿cuántas dimensiones son necesarias para construir la realidad cotidiana que el ser humano habita? Según nuestra opinión, el hombre construye su microcosmos en función a 9 dimensiones, de las cuales 3 son básicas, mientras que el resto son extensiones de las principales.

El hombre construye su pequeño mundo en función de la dimensión Espacial, Temporal y Psíquica. A su vez, la dimensión espacial se subdivide en 1. Largo 2. Ancho y 3. Alto. La dimensión temporal en 4. Pasado 5. Presente y 6. Futuro. Mientras que, la dimensión Psíquica lo hace a través del 7. Subconsciente 8. Ego y 9. Personalidad.

La dimensión espacial permite al hombre ser consciente de la ocupación de un espacio y su desplazamiento a través de él. Se está en función del lugar que se ocupa. A su vez, y paradójicamente, el espacio es infinito. Sólo cuando sus límites están acotados y definidos es cuando aparece la dimensión espacial, concediendo la necesaria ubicación al ser humano.

En la dimensión temporal, nos encontramos con que el pasado es sólido e inamovible, y haciendo un símil con los tres estados del agua podemos compararlo con el hielo. Así mismo, el futuro es gaseoso y sin forma definida, mientras que el presente es líquido, por lo que es el estado que resulta más fácil de moldear: “No es lo que te sucede, sino cómo te lo tomas”.

Finalmente, el psiquismo permite disponer de un “desván” donde almacenar todas las experiencias vividas denominado subconsciente. De este modo, todo lo vivido ayer puede condicionar el modo de interactuar en el mundo hoy. Así como de un ego con el que afirmarse en el mundo exterior. Por último, se dispone de una personalidad con la que vestir al ego de personaje a fin de relacionarse con los demás y que, al mismo tiempo, le permita expresar sus necesidades básicas de seguridad, variedad, importancia y reconocimiento.

Creación del microcosmos

Con estas 9 dimensiones el ser humano crea y construye su microcosmos, y lo habita. En tal microcosmos suceden todo tipo de conflictos, tragedias y comedias. Se libran batallas en las que se sale vencedor o vencido. Se ama y se odia. Se llora y se ríe. Hay encuentros y desencuentros. Y todo ello sucede en el sueño del microcosmos creado en la mayor parte de las ocasiones de forma inconsciente.

Un microcosmos donde se vive y se muere sumergido en el sueño de la vida. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿son estas las únicas dimensiones que existen? Desde luego que no. Si existe un microcosmos ínfimo ha de existir una dimensión mayor, un macrocosmos, que a su vez abarque a todos los demás microcosmos.

A tal dimensión la mente la catalogará como superior, porque escapa a su limitada comprensión y a los estrechos parámetros en los que de forma habitual el ser humano vive y muere.

Así, unos hablarán de la 10ª dimensión, otros dirán: Dios, el Absoluto… algunos, la Divinidad, el Infinito, la Nada, el Todo, Eso, Lo que Es, Buda, Krishna, Jesús… nombres y más nombres para definir una dimensión inaprensible con nuestro cerebro, y mucho menos a través de formulaciones matemáticas.

¿Qué busca en realidad la ciencia? ¿Qué busca el hombre? ¿No es acaso el anhelo íntimo de percibir ese “estado sin estado” característico del Macrocosmos que abarca a todos los demás mundos, a todos los demás microcosmos… como pompas de jabón?

La búsqueda continúa, quizás nunca se detuvo. Mientras haya hombres sobre la faz del planeta habrá un intento por percibir y comprender esa 10ª dimensión que parece esconderse de los sentidos físicos con que el hombre capta y crea su realidad.

Quién es

Emilio J. Gómez, profesor de yoga de la escuela de yoga Silencio Interior.

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